Beautiful Lie- Izuocha

Pequeños accidentes

De ante mano, gracias por leer

𝕭𝖊𝖆𝖚𝖙𝖎𝖋𝖚𝖑 𝖑𝖎𝖊

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No supo cuanto tiempo paso, pero cuando despertó tenía un leve camino de baba saliendo de sus labios. Una vez enfocó su vista, puedo ver a su dama acostada, dándole la espalda; sonrió al verla y se acercó para darle un beso en la cabeza, queriendo no despertarla.
Miró a su alrededor, pero por su ventana no entraba la luz de sol, aun no había amanecido y aquello lo confirmó al ver su reloj.

1:30 a.m.. demasiado temprano.

Se levantó y salió en busca de agua, en el camino se encontró a sus padres. Recién venían llegando.

──¿Qué horas son esas de llegar, jovencitos? ──. Se atrevió a bromear.

──¿Y qué son esa fachas? ──. Contraatacó su padre. Izuku solo llevaba puestos sus boxers de all migth, su héroe de comics favorito.

Que vergüenza.

Instintivamente, el pecoso se cubrió.

──Estoy en mi casa──.

Pronto apareció su madre, quien sí que estaba ebria.

──Ay, pero mira──. Exclamó caminando hacia su retoño. ──Mi bebé ha crecido mucho──. Decía pellizcando las mejillas del peliverde, para luego abrazarlo y echarse a llorar.

──Tu madre está un poco triste por lo de la boda──.

Aquello llamó la atención del joven, pero no llegó a comprenderlo del todo.

──¿Creí que le había dado gusto por mí? ──. Se escuchaba desanimado, sin embargo escuchó reír levemente a su padre y su tristeza se esfumó.

──Claro que le alegra, es solo que…le cuesta aceptar que dejaras el nido──.

Es su único hijo después de todo, es normal que se acostumbren a ese vacío que dejara al irse de casa, y aunque Hisashi no lo admita, también extrañara a su hijo; el tiempo en la oficina no es tan ameno como el compartido en casa.

──Estaré bien, vendré a visitarte todos los fines de semana. Lo prometo──. Pero su madre no parecía oírlo.

──¡Te dije que teníamos que darle un hermanito! ──. Estaba mas entretenida regañando a su esposo.
──A lo mejor, aun no es tarde──. Y luego de eso una que otra risilla picara.

──Ay, por favor. Podrían hablar de “sus planes” en privado──. Izuku escapó del abrazo de su madre y fue a la cocina por su vaso de agua.

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Por la mañana el leve sonido de cremalleras lo despertó, encontrándose con la imagen de Ochako, quien cerraba su pequeño bolso.

──Buenos días──. Saludo ella, recibiendo un “buenos días” poco entendible, debido a lo somnoliento que estaba Izuku.

──¿No te quedas un rato más?, hace frio ──. La tomó del brazo y la invitó a recostarse a su lado, pero ella no cedió.