Beautiful Lie- Izuocha

Cita

De ante mano, gracias por leer

𝕭𝖊𝖆𝖚𝖙𝖎𝖋𝖚𝖑 𝖑𝖎𝖊

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Había pasado una semana desde Ochako había ido a la residencia Midoriya, y desde entonces Izuku a tratado de idear la manera de  evitar que el resto de su familia conozca a la castaña. El pecoso piensa que puede ser algo incomodo para su amiga, y ya no quiere hacerla pasar por ese tipo de situaciones. Como la vez que se atrevió a entrar a su departamente, importandole poco que la castaña estubiese cubierta solo por una diminuta toalla, o cuando se atrevió a cambiarle el nombre sin su consentimiento, o la vez que trató de besarla y recibió una bonita cachetada como premio, sin mencionar lo incomodo de las preguntas en la cena, …en fin, ya no queria agregar otra incomodidad mas a la lista.

Sobre su escritorio habían multiples bolas de papel, ideas que descartó por no ser nada buenas.

──Nada…ni...una…sola…idea…no…hay ¡nada!──. Decía a la vez que golpeaba su cabeza contra el teclado de su computador, según Izuku, con los golpes sus ideas florecerian, pero no. Ahora tenía un fuerte dolor de cabeza y cero ideas.

De pronto su celular sonó, anunciando la llegada de un nuevo mesaje. Sin muchos ánimos tomó y al ver quien lo enviaba, abrió rápidamente el mensaje, quien sabe y a lo mejor Kacchan se había apiadado de él y le prestaría el dinero para pagar su deuda…pero.

¿En serio te vas a casar?. Casi podía escuchar la burlona voz de Bakugou.

Y con ese texto la esperanza de Izuku se esfumó.

──Si Kacchan lo sabe, ¿Cuántos mas lo sabrán? ──. Se preguntó en voz alta. Que el mundo entero se entere de su falso compromiso, no es nada bueno podría perjudicar a su amiga.

Ni se digno a contestar el mensaje, simplemente pasó su mano por sus rebeldes cabello y tiró su celular sobre la mesa, importandole poco que se rompiese.

Quiso relajarse y tomar una larga ducha, talvez así podría aclarar sus pensamientos. Sin embargo, justo cuando iba a entrar al cuarto de baño su celular sonó, esta vez era una llamada. Estaba seguro que Kacchan lo llamaba para buscar respuestas, es bien  sabido lo chismoso que su amigo de la infacia suele ser. Un tanto fastidiado tomó su movil y sin siquiera ver el remitente, contestó la llamada.

──No tengo tiempo para tus estupidos juegos──. Separó el móvil de su oreja dispuesto a finalizar la llamada, pero entonces escuchó su voz.

──~Uy, alguien no está de buen humor hoy~──. Se trataba de Ochako.

Pero, que idiota soy.

Su cuerpo entró en una especie de pánico y su rostro se pintó de rojo debido a la vergüenza. Volvió a acercar el celular a su oreja, y habló velozmente.

──¿Tienes tiempo hoy?, ¿te gustaría salir conmigo? ──.
Se escuchó silencio.

Oh por Dios, ¡su crush la ha invitado a salir¡. Ahora era el rostro de Uraraka que se pintaba de rojo, se sentía flotar, menos mal Izuku no puede verla.

──¿Hola? ──. El chico separó el móvil de oreja, pensando que había cortado sin querer la llamada, pero no, la llamada seguía su curso. ──Ochako, ¿sigues ahí? ──.

──Claro que me gustaría salir contigo──.

Midoriya sonrió ante su respuesa.

──Bien, yo paso por ti──.
Y tras una breve despedida, el peliverde cortó la llamada.
──Su voz se escuchaba muy cerca──.

Olvide mencionarlo, pero es la primera vez que Izuku habla con una mujer por teléfono.

>cosas de virgenes ;v<

──Se escuchaba muy cerca──.
Oh vamos, tienes una cita. ¡Vete a bañar ya, Izuku!.

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Como lo habían acordado, pasó por Ochako y fue llevado por esta a la pista de hielo.  En cuanto llegaron, la castaña comenzó a buscar al instructor.

──No lo veo──. Pensó en voz alta la joven, mientras seguía buscando.
Izuku se unió a la busqueda y su mirada se encontró con un joven alto, vestido de negro.

¿Lo ha visto antes?, tiene la sensación de conocerlo, pero no recuerda de donde.

Ochako notó su concentración en aquel pelinegro y se atrevió a bromear.

──Está guapo, ¿no crees? ──. La chica le daba leves codazos en el brazo.

Midoriya hizo una mueca de disgusto. A lo mejor no capto la broma.

──¿No me digas que te gustan los tipos como ese? ──. Sonaba algo indignado.

──Claro, me encantan──. Ella estaba dispuesta a seguirle el juego. ──Solo míralo, un chico alto, con fachas de delincuente, probablemente un drogadicto y sin futuro…grrr──. Su sarcasmo esa mas que evidente, pero Izuku no logró verlo. ──Bromeo, por supuesto que no──.

Cuando Ochako se volteó encontró a Midoriya agachado y murmurando un sinfín de cosas.

──Ya veo, así que le gustan ese tipo de hombres──. Fue de lo poco que Uraraka llegó a entender

──¡No escuchaste que dije que era broma¡ ──.

❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖

──Talvez deveriamos irnos──.
Propuso el pecoso, ya llevaban buscando rato y nada que encontraban al instructor, tal parece que Todoroki no llegó ese día.

──Tonterías. Si el instructor no está, aprenderemos por nuestra cuenta──. Y sin mas Ochako arrastró al pecoso a la pista de hielo. Izuku se aferraba al brazo de la chica con tal de no caer.

Una vez estuvieron al centro de la pista, Uraraka invitó al peliverde a soltarla lentamente, y así entrelazar sus dedos.

──¡Muy bien!──. Alentó al ver al chico lograr mantener el equilibrio.
La castaña volteó al frente, y avanzó unos pasos, sin embargo Midoriya  perdió el equilibrio y terminó abriendo sus piernas de par en par.

Izuku estaba seguro que algo “ahí” abajo hizo crack.

Cuando Uraraka regresó su vista hacia Izuku, lo encontró con un gesto de dolor en su rostro.

──Vaya. Izuku eres muy flexible──. Alagó entre risas, mientras patinaba atrás del chico, para ayudarlo a levantarse.

──¿Tu crees?. Estoy seguro que me rompí algo──. Dijo entre quejidos de dolor.

Ochako rio, logrando contagiar al pecoso. Ambos jovenes reian sin ser concientes que eran observados por alguien.

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Luego  de algunos resbalos y caídas, la pareja decidió ir por un café, ciertamente el caer tanta veces sobre el hielo les había causado frio. Ya en la mesa, Izuku se atrevió a preguntar:

──¿Cómo están tus pompis? ──. Ok no estaba seguro de su elección de palabras.

Ochako se sonrojó levemente.

──No lo sé, ¿Cómo las ves tu? ──. Obviamente no lo diria en voz alta.

Izuku trató de emendar su error.

──Quiero decir──. Él también estaba sonrojado. ──Te diste duro contra el hielo y…──. Seguía sin estar seguro de su elección de palabras.

──Están bien──. Habló ella luego de reir. ──¿Qué tal las tuyas? ──.

──Creo que están inflamadas──. Confesó rascandose la nuca, luego se puso de pie dandole la espalda a la joven. ──Mira, se ven más grandes──.

Por supuesto que estaba tentada a mirar, pero prefirió dejar de lado las pompis de Izuku y revisar su celular. Entonces, una expresión de preocupación se dibujó en su rostro, aquello no paso desapercivido ante el pecoso.

──¿Ocurre algo? ──. Preguntó, acercándose  a ella.

──Es Mina──. Tenía multiples llamadas. ──Son demasiadas──. Ochako desplazaba la pantalla, pero por mas que bajaba, no le encontraba fin a la lista de llamadas perdidas.

──Será mejor que regresemos──.
Dejaron su café a medias y salieron del centro comercial para tomar un taxi.

Ya en el vehículo, Uraraka se veía inquieta. Miraba constantemente hacia la ventana, y movía su pie, sentía que el auto iba demasiado lento.

──Tranquila──. Izuku colocó su mano sobre la de la chica. ──Todo va estar bien──. Dijo regalandole una sonrisa.

Ella también sonrió. Le alegraba tenerlo como compañía.

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La castaña fue la primera en salir de auto y correr a toda prisa a su hogar. En el camino se encontró con una sillón muy parecido al suyo…esperen

¡Ese era su sillón!.

Solo esperaba que no fuera lo que creía.

──¿Qué tipo de pesadilla es esta? ──. Prefería creer que era una pesadilla o una broma de mal gusto, esto no puede ser real…no pueden estarla echando de su casa…de su hogar.

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𝕭𝖊𝖆𝖚𝖙𝖎𝖋𝖚𝖑 𝖑𝖎𝖊

Hasta aqui el cap de hoy, pero que les guste uwu