Beautiful Lie- Izuocha

Una mañana de miel (final)

De ante mano, gracias por leer
𝕭𝖊𝖆𝖚𝖙𝖎𝖋𝖚𝖑 𝖑𝖎𝖊

══════❀・°・❀══════╗

Por la mañana, los rayos de sol se colaban por las delgadas cortinas, dándoles aviso de un nuevo día.
Poco a poco fue abriendo sus ojos, frunciendo el ceño debido a la molestia que el sol le generaba. Gruñó un poco y luego giró el rostro, encontrándose con la mirada de su esposa, quien había despertado unos minutos antes. Sus mejillas se tiñeron de rojo.

Ella respondió con una sonrisa, seguidamente le tomó del rostro para luego acercase y darle un corto beso en los labios. Sin embargo para él no parecía ser suficiente, así fue como se acercó y nuevamente unió sus labios. Se dejaron llevar por aquella danza de labios, a tal punto en el que se escuchaban lascivos sonidos al separar sus labios; sin embargo ella se separó y tras sonreírle se dirigió al baño.

Pasaron unos cuantos minutos y al notar demasiado la ausencia de su amada, decidió ir a buscarla. Llegó al baño y tras dar dos toques a la puerta, abrió la puerta encontrándola de espaldas, tratando de alcanzar el cierre del vestido. Ella no presencia notar su presencia y aprovechó esto para acercarse.

──Déjame ayudarte──. Le susurró al oído, para luego llevar una de sus manos al cierre.

Lo bajó de manera lenta, mientras alagaba el dulce aroma de su esposa. Evidentemente aquello la puso nerviosa y la hizo darse la vuelta, en cuanto lo hizo, sus labios fueron tomados por él y Ochako correspondió gustosa; llegando a empujarlo para guiarlo de vuelta a la cama. Una vez llegó al borde, se dejó caer y montar por ella.

El vestido se resbaló hasta su cintura dejando a la vista el conjunto de lencería que llevaba puesto. Una prenda de dos piezas, de color blanco adornadas con encaje y hechas de una tela casi transparente; una tela que no dejaba nada a la imaginación.

──Me pareció un buen regalo de bodas──. Aunque era más el envoltorio del verdadero regalo.

¿Qué si a Izuku le gustó?, estaba embobado, totalmente fascinado por el presente. Hasta sentía lastima por quitar el envoltorio...bueno, no tanta.
Su timidez creció ante la atenta mirada de su esposo y prefirió cubrir su pecho.

──Descuida, está bien──. Acercó sus manos a las de ella y poco a poco fue retirándolas, pero cuando la vio a los ojos...él se sonrojó.

Vamos Izuku, no es como si fuera tu primera vez.

Con aquello en mente, acercó su mano y tomó la pierna de la chica, apretándola un poco. Quería hacerle entender que estaba ansioso. Comprendiendo eso, Ochako lo tomó del rostro y lo besó
Comenzó lento, dándole tiempo para que él se deshiciera del resto del vestido,...aunque al final necesitó algo de ayuda. Ochako se levantó para quitarse por completo el vestido; una vez quedo fuera la prenda, se abalanzo hacia el chico. Nuevamente la sesión de besos comenzó, estás vez eran más lascivos.

Casi de manera desesperada, la castaña despojaba de sus prendas al pecoso, mientras que él, delineaba con sus manos su cintura y caderas, apegándola más a él.

Una vez el torso del joven estuvo descubierto, fue empujado por ella hasta que su espalda desnuda tocó las sabanas.
Ser domado por ella no sonaba nada mal.

Ochako se acomodó mejor, llegando a rozar el bulto que se había formado en los pantalones del peliverde. Un leve suspiro se escapó de sus labios y complacida por ello, movió sus caderas para rozar aquel bulto nuevamente. Izuku la tomó de la cintura para llevar el ritmo de sus movimientos, delectándose con la vista frente a él.