𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔠𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬

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Estuvieron un par de días andando por la espesa y fría nieve. Betty y Joel se turnaban para hacer guardias y cuidar a Ellie. Entre ellos no había contacto físico, pero permanecían juntos al lado del otro.

Caminaban cerca de un gran lago y una represa abandonada bajo un radiante sol. Ellie se detuvo, y observó el gran depósito de agua que ya no funcionaba.

—¿Qué es eso?— preguntó la menor, observando al hombre.

Este se detuvo y giró hacia Ellie, hasta detener la vista en la represa.

—Una planta de energía— dijo con voz ronca y tono irritado. La menor ya había preguntado sobre otras cosas que se encontraban en los días anteriores de ruta.

—¿Electricidad? Pero si está dentro del agua.

—Funcionaba para obtener energía del agua.

—¿Del agua?— la menor desfiguró su rostro en una expresión confusa—. ¿Cómo...?

—No lo sé, niña— interrumpió—. No soy una enciclopedia...

—Transformaban energía potencial en energía cinética mediante la caída del agua— dijo la chica, colocándose junto a Ellie. Señaló hacia el depósito de agua—. Por eso tiene esos agujeros en el alto muro, para que el agua cayera desde allí...

—¿Y cómo obtenían esa energía?— miró a Betty con curiosidad.

—El agua que caía se adentraba a las turbinas unidas a un generador que transformaba la energía cinética en energía mecánica.

—Vaya...— dijo la menor con asombro, mirando la estructura deteriorada—. Quiero decir, no lo entiendo del todo, pero...

—Está bien. El punto es que podían transformar la energía, porque hay varios tipos.

—Crear energía a través del agua— asintió Ellie con una leve sonrisa—. Fascinante...

—Del aire, de la luz solar... Pero "crear" no es el término correcto. La energía siempre está allí, porque no se crea o se destruye, solo... —tragó saliva, y recordó sus propias vivencias— se transforma— cómo las personas, pensó. Incluso cuando morían o se alejaban de ellas, podían permanecer presentes; acompañándonos...

O acechandonos.

Se mantuvo en silencio por un momento, y notó que el hombre la observaba mientras sonreía a boca cerrada. Siempre se había sentido un tonto y era algo que solía ricriminarse, pero con Betty se sentía afortunado de serlo, porque así era capaz de escucharla explicar diferentes tópicos y aprender de ella.

Betty le devolvió el gesto.

—Como sea— dijo la chica mientras colocaba sus manos en los hombros de Ellie y liberaba un pesado suspiro—. El punto es que no necesitas ser una enciclopedia para saberlo— miró a Joel con expresión divertida—. Esto lo solían enseñar en la secundaria.

El hombre soltó una pequeña risa ronca, y giró su rostro hacia otro lado.

—Gracias por dejar en evidencia que fui mal estudiante.

—¿Esto era lo que enseñaban en la escuela?— habló Ellie, observando a Betty, y esta asintió—. Joder, eso es asombroso. ¿Qué otras cosas aprendiste en la escuela, Betty?

La chica se encogió de hombros.

—Matemáticas, Ciencias, Sociales, Literatura, Informática... creo que esa materia habría sido tu favorita— sonrió a boca cerrada imaginando a Ellie en una clase de informática, entretenida con algún video juego del ordenador en lugar de prestar atención al profesor.

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