13. Los Miedos

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Todos le tememos a algo o a alguien, algunos le tienen miedo a la muerte otros a dejar atrás toda su riqueza y fama al morir, es increíble cómo le temen a dejar atrás todo lo que tienen cuando en realidad no tienen ni la mitad de lo que creen que tienen, a veces es necesario darse cuenta que lo mucho que crees que te hace feliz es más efímero que el tiempo que tarda en entrar luz a una habitación. Claro hay quienes tienen miedo de al morir ir al infierno, como si el sufrimiento que tuvieron en el mundo no les bastara para soportar las agonías del inframundo, otros en que Dios sea una mentira, El es el que les proporcionara la salvación y si no existiera no soportarían el hecho de caer en un eterno vacio en soledad, otros le tienen miedo a la soledad, es comprensible temerle a algo que duele tanto y más si se es una persona débil y sin ánimos de encontrar la felicidad, otros tienen miedo a la amistad, acaban de sufrir una traición y piensan que todas las personas les causaran el mismo dolor, no todos son iguales, en ti va escoger de quien te enamoras.
Los miedos tienen su parte buena, estoy seguro de que todo lo malo tiene un lado bueno, así como lo bueno tiene sus demonios, quizás lo bueno de los miedos es que nos enseña a prevenir el daño pero no por eso se debe vivir en impotencia por miedo a al fracaso, es bueno para madurar, te lo aseguro. También le temen a sus demonios, tienen miedo de que su odio y resentimiento salga con fuerza y arranque de raíz todo lo bueno que en la vida se ha cosechado, yo ya luche contra ese demonio y hubo un tiempo donde salió y él creía que podía dominar mi mente, podía consumirme en el rencor que sentía por la sociedad, vivía en rabia, soledad y furia hacia cualquier persona, maldito demonio, no sé qué fue lo que me libro de su odio, de su constante furia hacia los demás, ahora sé que solo importa quién soy ahora, que el mal tiempo ha pasado y que habrá un futuro en el que el demonio quiera volver a despertar, pero aquí estoy para enfrentarlo, espero que este preparado el para todo lo que he aprendido. El punto es que el demonio interno es posible vencerlo, tienes que saber que solo puedes contar contigo mismo, y las desilusiones también lo alimentan, así que no le tengas miedo a las desilusiones y enfréntalas con fuerza para que cuando lleguen, se vallan con el humo del cigarrillo.
Los miedos son algo fantástico, para mi opinión, es increíble ver como las personas lloran por temor a algo, así sea lo más sencillo del mundo, seguro que los miedos son alimentados desde niños por los padres, compañeros y familiares, no creo que exista alguien que no tenga miedo de nada, todos tienen su tormento, no se cual es el mío, creo que tengo miedo al dolor, creo que me podría suicidar en este instante, no le tendría miedo a morir, pero si al dolor, ese horrible sentimiento que se siente cuando eres golpeado, me da miedo, no he sufrido mucho la verdad, y estoy seguro que hasta que no sienta cual es el verdadero dolor, no dejare de temerle, el día que llegue para mí el verdadero dolor, lo recibiré con los brazos abiertos, sacare valor de donde no lo tengo y me dejare apuñalar por el odio de los demás, no quiero temer al dolor, quiero sentirlo, quiero poder sentir el punzante cuchillo de la agonía, obvio no es masoquismo, pero quiero enfrentar ese miedo para afrontar los problemas que traiga el futuro, así que si tu miedo te agobia, enfréntalo, se que lo digo como si fuera tan fácil, pero te juro que si te lo propones lo más seguro es que logres derrotarlo.
Habrá días en los que la soledad será cruel y el miedo a ella te tratara de carcomer, eres alguien tímido, imposible de entender, pero siempre estarás firme como la columna que sostuvo el imperio de Roma. Si tienes miedo al fracaso, seré comprensible también, soy de los que se siente como una basura al equivocarse, me cuesta un rato comprender que son buenos, que no son imposibles de corregir. Hay quienes le tienen miedo a ser responsables, temen dejar atrás las cosas que los mantienen, literalmente. Esto es una total inmadurez, a medida que se crece se aprende a ser independiente, a contar solo consigo mismo, no hay necesidad de pensar en alguien que no seas tú o Dios.
El ser humano también teme a perder a las personas, a que no tengan en quien contar, se apegan a algo o alguien por miedo a que no llegue otra persona que los comprenda igual, solo pensamos en nosotros mismos, si quieres a alguien que este contigo y te comprenda, has cita con el psicólogo y págale a una prostituta para que este contigo, además, apegarse a las personas no trae nada más que tristezas , pues a la hora de la despedida el llanto te acogerá en su regazo y el lamento por perder a esa persona te torturara cada día, así que si te vas apegar a alguien que sea a Dios, no hay otro ser que necesite mas tu amor que El.
29/5/15
"ojos grandes, sonrisa pequeña, labios suaves, cuerpo delgado y un silencio tierno y romántico, eso es lo que conforma lo que algún día anhele ver, quería sentirla en mis brazos, apretarla con suavidad y besarla con miradas, no hablaba demasiado y no era necesario que lo hiciera, sus ojos deslumbrantes me hacían escuchar lo que en su corazón ocultaba, ese marrón canela que cubría su mirada, los hoyuelos que tenía cuando sonreía, dejaban ver en su rostro la inocencia que guarda en su alma indómita"

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