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Kate.

Nadie tiene armas encima, es una pelea justa y limpia, bueno hasta cierto punto; puedo notar que los cuatro enemigos tienen una navaja enfundada y en cualquier momento va a salir al ataque.

Golpeo a uno de ellos y subo a sus hombros y le doy un par de golpes en la cara y cae, ya tengo identificada la ubicación de su navaja así que rápidamente la tomo e intento matarlo pero soy detenida por otro enemigo que logró noquear a mi mejor amiga.

Mala idea para el tipo pues golpeo mi propia mano para que la navaja se entierre en su cráneo y lo voy logrando golpe por golpe hasta que queda clavada por completo, ¿Me siento bien? Sí, de maravilla, ¿Siento remordimiento? Para nada, es más, tengo a mi próxima víctima.

Saco la navaja del cráneo del tipo y tras el que dejé en el suelo pero soy casi arrastrada por Yelena y t/n, ésta última lleva a su esposa casi cargando y salimos de ésa habitación sólo para encontrarnos con más hombres que en cuanto nos ven intentan dispararnos pero Yelena es más rápida y asesina a uno para entregarme el arma y yo asesino al más cercano.

T/n baja a Aiko y ella se recarga en la pared y se deja caer, puedo notar que tiene una herida de bala con entrada y salida de proyectil.

- Cuida a t/n por favor.- me pide.

- Tranquila, vas a estar bien Aiko.- le disparo a un enemigo que venía a nuestra ubicación.

Me quedo sin balas y busco entre los cuerpos hasta encontrar más cargadores para mi pistola.

Protejo a t/n y Aiko al mismo tiempo mientras Yelena va deshaciéndose de los mercenarios que nos bloquean el paso.

De la sala donde estábamos salen los demás bastardos y con ayuda de t/n llevamos arrastrando a Aiko hasta llegar a dónde Yelena pelea y acaba con el último enemigo.

- ¡Debemos darnos prisa!, ¡Mi esposa se muere!.- nos dice desesperada mi amiga y caminamos hasta llegar al ascensor.

Y bajamos al estacionamiento y subimos a Aiko al primer auto que vemos. Yelena enciende el auto arranca.

- El hospital más cercano Kate.- al salir al exterior me doy cuenta de que estamos en Queens.

Le indico la dirección del hospital central de Queens y se dirige a toda velocidad hasta el lugar.

- Tranquila mi amor vas a estar bien.- t/n trata de tranquilizar a su esposa quién no para de quejarse y balbucear cosas que no podemos entender.

- Estamos por llegar, resiste Suzuki.- le dice mi novia y sigue concentrando su vista al frente del camino.

T/n

- Amor, amo...- pongo mi dedo en sus labios y evito que siga hablando.

- No te esfuerces mi amor, necesitas descansar, vas a estar bien Aiko, vamos a cumplir lo que prometimos, vamos a viajar, conoceré Japón y tú conocerás, Jalisco, Puebla, Veracruz y te llevaré a Tulum.- una lágrima cae por mi rostro Pues mi mente me hizo una mala jugada.

Y es que es inevitable imaginar un escenario en dónde puedo perder a mi esposa y sin duda lo odio, odio sentirme así, odio pensar en el peor escenario cuando sé qué más que nunca debo pensar positivo.

Pero por desgracia no puedo, y me odio por éso.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me dí cuenta de que posa su mano en mis mejillas y seca mis lágrimas.

- Te amo...- se acurruca en mi pecho y la beso por toda la cara.

- ¡Llegamos!.- rápidamente tanto Kate como Yelena bajan del auto y llaman a los paramédicos quienes llegan en segundos y me ayudan a bajar a mi esposa y la suben a una camilla mientras yo doy los datos de ella y es llevada rápidamente a urgencias para comenzar con el procedimiento que se le tenga que hacer.

Eres mi misión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora