5. Carpeta Roja

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Summer

Yulia había ocupado mi mente durante toda la noche, primero con su mensaje de las represalias, que ya me imaginan que podrían ser parecidas a las que hubo cuando intenté asesinarla, las dos sabíamos que no lo iba hacer, y aún llevo la cicatriz en el pecho.

Pero ese recuerdo, que joder me excitó mucho, y apenas podía sentarme en la semana siguiente por las magulladuras, pensé en como fallábamos, y es que juntas éramos como arte.

Me acuerdo de que cuando estuve viviendo en su casa, todo era color rojo, rojo pasión, no parábamos de tocarnos por cada esquina, es como si no pudiese aguantar sin tocarla más de veinte minutos, a lo mejor es eso lo que hace las hormonas.

Claro, entre el rencuentro de ayer, los mensajes, los recuerdos, empecé a palpitar más fuerte de lo normal, y tuve que aliviarme, sabiendo que Frida estaba en la habitación de al lado.

¿Ahora cómo podré mirarla? Si con tan solo un mensaje mal interpretado ya estaba medio derretida.

Encima ella ama tirarme de la lengua con estas cosas, y yo ni siquiera sé mentirla.

-Buenos días Srta. Ford-me dijo Frida con una mueca graciosa.

Me encanta que me recuerden mis cagadas, un miércoles a las seis y media de la mañana.

-Hoy nos hemos levantado chistosas-sonreí con mala cara.

Hoy me había levantado mojada, y deprimida. Era el momento perfecto de que me vacilasen.

-No quería decirte nada ayer, pero la miradas que le echabas, parecía que pudieses ver através de la ropa.

-Sí, es que los rayos X a veces van, pocas, pero son eficaces-mi seriedad fue abrumadora.

-Si quieres te doy mi opnión-sonrío con un poco de maldad.

-No la necesito, ahora solo me importa la de tu hermano-terminé de un trago el café.

-Suerte-cruzó los dedos.

Yo sabía que Mark no me iba a despedir, pero mi falta de respeto debía ser castigada, encima lo hice delante de todos los jefes.

El camino hasta la empresa se me hizo eterno, mientras escuchaba a Lana del Rey en el coche, me encantaba, a parte de calmarme.

Llegó un mensaje mientras aparcaba, pero no le pude hacer caso hasta que llegué a al ascensor.

Desconocido: ¿Escuchando Dark Paradise?

Esta vez se había equivocado, estaba escuchando Ultraviolence mientras volvía.

No contesté al mensaje lo volví a dejar en leído, este chat se estaba convirtiendo en un monologo suyo.

El ascensor se abrió, se metieron varias personas, pero vi a Yulia a punto de entrar, pero no lo consiguió, las puertas casi se cerraron en sus narices, pero alguien le dio a que no se cerraran las puertas, y pudo entrar perfectamente.

A partir de ahora odio al señor que lo hizo, aunque lo hiciera por amabilidad. En mis cascos empezó a sonar Summertime Sadness, y todos los astros se alinean.

Mientras escucho los acordes me apoyo en la pared, son las siete menos cuarto de la mañana, y me he tomado un triste café. Subí más el volumen de la canción cuando llegué al estribillo.

Yulia cogió el movil, y escribió un mensaje, que me imagino que era para mi, porque al segundo me llegó un mensaje.

Desconocido: estamos escuchando Summertime Sadness

Atada a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora