33. monstruos

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Summer

Cuando me desperté estaba tirada en la parte de atrás de un coche con un vestido de novia puesto, era blanco recto, y ceñido en la cintura. Era feo. Y las mangas largas de satén conjuntando el resto del vestido.

Se que no hay validez legal sobre este matrimonio, pero sabiendo en que mundos se mueve mi hermano, puede que le da igual lo legal que sea. Y eso me aterra.

<<No tengas miedo, monstruito>>

Su voz se reprodujo por mi mente tendiéndome una trampa, era mi instinto de supervivencia hablando.

- ¿Me va a casar con un hombre verdad? -miré hacia abajo.

No ha respetado ninguna de mis decisiones, no creo que empiece ahora.

Llevaba el pelo peinado en una trenza de lado con un trizo fuera.

Los dos hombres me ignoraron, me volvieron a tratar igual como si fuera un fantasma ¿Había alguna oportunidad de escapar?

Por ahora no, ellos tienen armas y yo no tengo nada. Ni siquiera sé pelear. Encima que fueran dos no me daba ventaja.

-Quedan tres minutos-me susurró uno de ellos.

Tres minutos, tengo que pensar en algo.

Y lo ví claro.

Deslice el liguero con delicadeza, sin hacer ruido. Lo coloqué fuerte en mis manos y se lo puse en el cuello al que conducía el otro saco rápidamente el arma, lo mire con mirada de no me vais a matar.

El conductor dio un volantazo haciendo que volcásemos.

Desde ahí todo fue negro. 

Atada a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora