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Summer

Hasta que no llegué a un ascensor no pude ver que mi vestido estaba arrugado, y ligeramente levantado.

-Srta. Riley, la Srta. Belov me ha dejado un recado para ti: Te iré a buscar a las seis a tu casa para ir a cenar.

-Vale-no entendía nada.

El camino en coche desde las centrales de Belov, hasta Sky fue agradable mientras cantaba canciones aleatorias de mi Spotify.

Estaba tranquila.

En el despacho estaba Mark esperándome, junto a mi hermana.

-¿Qué pasa?

Siento como si hubiera hecho algo malo, pero sé que no, una hora para comer, y la he decidido gastar en ir a ver a Yulia.

-¿Estás saliendo con Yulia Belov?-preguntó asombrada.

Mierda

-¡Suzanne!-le dio un pequeño golpe en la pierna.

-¿No lo sé?

Tampoco quería mentirles.

-¿No nos preguntas como lo sabemos?

Mark estaba muy serio, y mi hermana avergonzada con la mano en la boca.

Los miré a los dos para que alguno hablase.

-No hay palabras, mejor dicho, un video.

Se me heló la sangre, y empecé a pensar en anoche.

-¿Qué?

-Uno de los videos más caros, ocho millones he pagado para que no se publiquen y se destruyan.

-¿Cómo?

El resto de la conversación no la escuché, solo pensé en que necesito que Yulia sepa esta información. También me aseguraron que no vieron el video entero. Varias revistas del corazón iban a sacar titulares a partir de este video. Pero sabe que ahora no hay ni una copia del video. Menos la que tengo yo encima de la mesa.

Me dijo que debía tener más cuidado, y que corriese las cortinas cuando venga alguien a verme, más en concreto Yulia.

-Podríamos cenar hoy todos, y que tú te traigas a Yulia ¿Qué te parece?

La propuesta de Suz también me heló la sangre.

-Así Frida también la conoce-me intentó convencer.

-Frida ya la conoce.

Dramatizó como si confiase más en ella.

-vaya.

-Hablo con ella ¿contenta?

-No te imaginas cuanto.

Se despidieron de mí ambos, y supe que esta noche me tocaba de nuevo bronca.

Marqué el telefóno de Yulia. Me sorprendió que me supiera el número.

-¿Cielo?

Era un tono suave.

-Has recuperado la voz.

Después de que me follase con sus dedos, decidió irse sin mediar palabra.

-Te invitaba a cenar para compensar lo ocurrido, celosa.

Ahora estaba más tensa.

-Mi hermana y su marido quieren que cenemos en mi casa con ellos, y Frida.

No quería mencionar el pequeño detalle que es Mark el marido de mi hermana.

-Vale, cenaré con el Sr. y la Sra. Sky.

-Y con Frida-quería que la tuviese en cuenta.

-Estaré allí a las seis-avisó.

Ese aviso era parecido a una amenaza.

-Te va a sonar raro, pero...¿puedes venir un poco antes?

Me sentí un poco estúpida, parecía que estaba alargando la conversación porque quería.

-Follar se suele hacer después de la cena monstruito.

Ví la sonrisa de egocéntrica que puso, aunque no esté aquí.

-Ven cuando quieras-colgué. 

Atada a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora