Un desafortunado cambio de género - Autor OG Abralhugres

Parte 13

El incidente terminó con bajas mínimas, considerando todas las cosas.

Debido a la naturaleza sorpresiva del asalto, la mayoría de los miembros del Brazo dentro de la base habían sido capturados, asesinados o terminaron con sus propias vidas. Alberu había podido escabullirse en el caos cuando los hermanos Henituse fueron llevados rápidamente de vuelta al territorio de Henituse bajo el cuidado protector de los mejores caballeros del reino.

Las cosas iban demasiado bien y esa es probablemente la razón por la que Roksu anticipó que algo iba muy mal.

La forma en que los soldados se susurraban el uno al otro, mirando con asombro a los hermanos ...... murmullos sospechosos de 'escudo de plata' ...

Roksu tenía la sospecha de que los rumores apenas estaban comenzando.

Los caballeros que habían visto a los niños peleando con su vida y extremidades en la línea incluso mientras estaban cubiertos de sangre y al borde de la muerte. Los que incluso habían tratado de proteger a los caballeros que habían venido a su rescate.

No.

Este iba a ser el peor de los casos.

No era que Roksu no hubiera considerado la posibilidad de que este incidente aumentara un poco su fama. Era la segunda vez que un niño de Henituse había sido parte de un gran escándalo de secuestro después de todo y la segunda vez que su liberación había llevado a una gran revelación criminal.

Pero esperaba que el exceso de atención fuera lástima por los patéticos niños que seguían siendo arrastrados a esto. Tal vez para las personas con mentes particularmente sospechosas resultaría inverosímil.

Las miradas que Roksu estaba soportando estaban llenas de admiración.

Roksu lanzó una mirada nerviosa hacia Cale, que aún no había soltado su mano. Cale miró hacia abajo y se encogió de hombros, aparentemente sin molestarse por su nueva fama.

Roksu se juró a sí mismo ese día que nunca permitiría ser visto salvando a alguien otra vez. Toda esta atención le estaba dando urticaria.

Por supuesto, absolutamente nada en este mundo era más aterrador que la mirada benigna en el rostro de Ron cuando los niños finalmente llegaron a casa.

Aparentemente, Roksu ni siquiera tuvo que cumplir su amenaza de informar al mayordomo sobre el comportamiento imprudente de Cale. Los rumores sobre lo que había sucedido habían llegado hacía mucho tiempo a los agudos oídos del mayordomo y tenía bastantes palabras para sus jóvenes amos errantes.

Fue un final agotador para un incidente agotador.

–

"Un día voy a tirar una botella a la cara de ese estúpido príncipe".

"Traición". Roksu comentó a la ligera la queja de su hermano mayor.

"No es traición si se lo merece". Cale se quejó, dejando a un lado el orbe de comunicación mientras se sentaba frente a Roksu en la sala de recepción que los chicos habían reclamado como su propia oficina en miniatura. El conde Deruth no tenía ninguna queja al respecto, su naturaleza innata para malcriar a sus hijos se había puesto a toda marcha desde su secuestro.

Incluso ahora, cuatro años después, había una tendencia sobreprotectora y demasiado entusiasta del conde a conceder a los niños lo que quisieran, pero también a restringir absolutamente sus movimientos para mantenerlos absolutamente a salvo.

Fue un amor un poco sofocante, pero no se sintió tan mal. Especialmente para Cale, ya que pudo usarlo para mantener a salvo a su hermano absolutamente loco.