Un desafortunado cambio de género - Autor OG Abralhugres

Parte 3

La filosofía personal de Kim Rok Soo era evitar las cosas que eran problemáticas, engorrosas o complicadas.

Para cualquiera que lo conociera muy bien, eso también sería consciente de lo verdaderamente terrible que era al adherirse a esa filosofía.

Aunque él lo negaría ardientemente. Evitaba cosas complicadas, era solo que la forma más sencilla de evitar algo era marchar directamente a través de él y cosechar cualquier beneficio que se pueda obtener en el camino.

Todo le parecía perfectamente simple.

El tipo de hombre que nunca tendría un objetivo tan amplio, poco realista y sin sentido como la paz mundial, sino que colocaría irreflexivamente la paz mundial como un trampolín hacia sus verdaderos objetivos, como si fuera un asunto trivial.

Para decirlo sin rodeos, Kim Rok Soo era un hijo de puta loco que carecía de autoconciencia.

Pero era bastante bueno en lo que hacía.

Por eso, durante la semana siguiente a su plena comprensión de que se había reencarnado en una novela romántica potencialmente trágica como el personaje de fondo Roksu Henituse, estaba logrando pacíficamente sus objetivos con una eficiencia sin esfuerzo.

Y, por supuesto, complicando cada vez más las cosas a medida que recogía nuevos subobjetivos en el camino. Cosas pequeñas como resolver disputas políticas con naciones vecinas o infiltrarse en organizaciones secretas fuertemente custodiadas para saquearlas de sus posesiones invaluables.

Los objetivos que cualquier persona razonable debe organizar para lograr el glorioso final de un estilo de vida flojo.

Algunas personas simplemente no saben cómo ser perezosas correctamente.

Actualmente estaba sentado con su hermano mayor en el jardín mientras contemplaba si sería o no una empresa beneficiosa agregar otro robo a sus planes en constante evolución.

Cale observó a Roksu con una expresión peculiar.

Por su parte, la semana pasada no había ido según lo planeado en absoluto. Mientras que quería obtener una ventaja en la batalla contra la Estrella Blanca y obtener un medio para proteger a su familia, estaba limitado como un niño de ocho años.

Y su hermano menor, repentinamente necesitado, se estaba convirtiendo en un verdadero sumidero en el tiempo.

"Come bien, juega bien y vive bien". Era el lema que Roksu había estado empujando por la garganta de Cale durante la semana.

No fue tan malo en realidad.

Después de los horrores de la guerra, los breves días de paz encontrados con este niño queer fueron un cambio de ritmo bienvenido. Cale estaba bastante seguro de que no había jugado esto libremente, incluso en su infancia real.

Roksu era bastante estricto sobre sus expectativas de una infancia saludable. Cale pensó que era divertido y extraño la cantidad de autoconciencia que le faltaba.

Al mismo tiempo que animaba a Cale a ir a jugar, se quedaba quieto con una expresión que hacía parecer que el peso del mundo estaba sobre sus hombros.

Cale se había permitido la hipócrita regaño de Roksu, pero solo si podía arrastrar al niño hosco.

Aunque no había muchos juegos infantiles que ambos hombres adultos disfrutaran, pudieron encontrar un terreno común en juegos como el ajedrez y el escondite. Cualquier cosa que involucrara pensamiento táctico era mucho más interesante para la pareja que, por ejemplo, bloques.

La sala de juegos llena de juguetes infantiles comprados para el uso explícito de los niños nobles quedaría trágicamente sin usar hasta que algunos niños reales fueran introducidos en la finca.