LA CEO

CAPITULO 5

BECKY

A la mañana siguiente, cuando llego a la oficina, la primera persona que me
encuentro al entrar es a ella, la gran Boss. Noto que levanta la
vista y me mira, pero yo me hago la desentendida. No quiero saludarla.
Ahora ya sé quién es. Y a los jefes mientras más lejos mejor, ademas esta mujer me pone nerviosa. Desde su posición intuyo que me está observando, que me está estudiando. Levanto los ojos y ¡zas! Tengo razón.

Durante el día vuelvo a coincidir con ella en varios sitios. Pero cuando toma posesión del antiguo despacho de su padre, que está frente al mío, me baja la presión, me sudan las manos ¡me quiero morir! En ningún momento se dirige a mí, pero puedo sentir su
mirada vaya por donde vaya. Intento esconderme tras la pantalla
del ordenador, pero es imposible. Ella siempre encuentra la manera de cruzar su mirada con la mía. Tras salir de la oficina me voy derecho al gimnasio y luego de unos cuantos golpes en la bolsa de boxeo y un buen baño de jacuzzi me quito todo el estrés del día.
Los siguientes días más de lo mismo. La boss, esa mujer con la que he empezado a soñar y la que toda oficina ama, aparece por todos los lados que voy y eso hace que me ponga nerviosa. Seria, recta, apenas sonríe. Y eso hace que me de curiosidad por conocer.
Hoy estoy con mucho trabajo pilas y pilas de papeles que la Anabelle de mi jefa a dejado en mi escritorio, al parecer no recuerda que seng cabeza de hongo debe ayudarme con el 50% de todo esto.
A la hora de comer aparece ella, la mujer de mis sueños húmedos en su oficina y tras clavar su mirada en mi entra a la oficina de mi jefa para dos minutos después salir juntas a comer.