BECKY
El día ha sido horroroso y quiero desaparecer. Cuando llego a mi departamento tiro el maletín sobre el sofá. Enciendo alexa. Me suelto el pelo, me quito la chaqueta del traje y me saco la camisa de la falda. Necesito una ducha.
Entonces suenan unos golpes en la puerta. Mi mente intuye que es Freen. Decido ignorar los golpes, pero insiste.Cansada, abro finalmente la puerta y mi cara de sorpresa es mayúscula cuando veo que es Nam quien está ante mi puerta. Me mira de arriba abajo.
- ¿Puedo pasar?. Me pregunta.
- Por supuesto, señorita Nam. respondo. La mujer entra. Cierro la puerta y me doy la vuelta.- Si tu intención es estar con ella, olvídalo, ella esta conmigo.
Arrugo el entrecejo.- ¿De qué está hablando, señorita Nam?
- Tu y yo sabemos muy bien de lo que hablo. No te hagas la tonta. Me suelta. Y ahora está. ¿Que? Me quedo boquiabierta con lo que acaba de decirme y sacando mi anabele qué llevo dentro le suelto con toda la furia.- Mira, guapa, te estás confundiendo conmigo. Y si sigues por ese camino vas a tener un problema, porque yo no soy de las que se callan. Por lo tanto, cuidadito con lo que dices.
Nam se aleja un paso de mí. Mi advertencia ha funcionado.
- Creo que lo más inteligente por tu parte es que te alejes de ella. Yo me encargaré de todo lo que Freen necesite. La conozco muy bien y sé cómo satisfacer sus deseos.
Aprieto los puños. Tanto, que me clavo las uñas en ellos. Pero soy consciente de que no puedo actuar como deseo. Así que me dirijo hacia la puerta y la abro.
- Nam. Le digo, con toda la amabilidad de la que soy capaz.
- Sal de mi casa porque, como sigas aquí, algo muy feo va a pasar.
Cuando se va, doy un portazo mientras por mi boca sale de todo, menos que es bonita.
¡MALDITA SEA! ¡Maldita Freen!
Me ha estado utilizando para sacarle celos a la muñequita esta. Estoy en colera, llena de ira cuando derrepente suena mi teléfono, un mensaje:- Ven, te espero en mi casa. Atte F.
Eso me llena más de ira y sin pesarlo mis dedos solo teclean para entregar una respuesta.
- ¡Vete a la mierda! Lo envío y veinte minutos después tengo a Freen en mi puerta. Abro y sin poder decir nada ella me empuja y me acorrala, me abre las piernas, mientras con una de sus manos aprisiona mis riñones sobre el respaldo del sofá para que no me mueva. Con la otra mano coge su duro pene y lo pasa por mi caliente vagina. Juguetea en mi hendidura.
- Te haz portado mal Rebecca. Hoy me has vuelto loca y te voy a follar tal y como llevo todo el día pensando ñ hacerlo. La dureza de sus
palabras y su ímpetu por follarme me enloquecen. Mi vagina se contrae a cada embestida y noto cómo lo succiona. Oigo su respiración agitada en mi oreja y los calientes sonidos de nuestros cuerpos al chocar, una y otra vez… una y otra vez…
Mi cuerpo, roto de placer, se arquea y, tras una potente embestida qué me presiona más en el respaldo del sillón, Freen sale de mi interior, siento que apoya su cabeza sobre mi espalda y después de un gruñido fuerte noto que algo riega mi trasero. Ella sonríe satisfecha, eso es lo que le gusta.Pero yo... Yo estoy indignada. Sin poder controlarlo, la mano se me
escapa y le doy una sonora cachetada.- ¡Sal de aquí!. Le exijo.
- ¡Es mi casa!. No habla. Sólo me mira. Sus ojos, que momentos antes sonreían, ahora están fríos. Frozen ha vuelto y en su peor versión. Incapaz de permanecer callada ante ella por lo que acaba de hacer, vuelvo a gritar:
- ¡¿Quién te has creído que eres para entrar en mi casa?! . No contesta y yo vuelvo a gritar:
- ¡¿Quién te crees que eres para tratarme así?! Creo… creo que te has equivocado conmigo Sarocha. ¡Yo no soy tu puta!
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LA CEO
De TodoFreen llega a la ciudad para hacerse cargo de CHANKIMHA COMPANY S. A la empresa familiar