LA CEO

CAPITULO 9

FREEN

- Señorita Armstrong la estoy esperando.

Me apoyo en mi MGzs negro mientras baja, miro mi reloj, y siento su perfume en el aire miro y... ¡DIABLOS! Ese vestido rojo, esas curvas. Me acerco a ella, dejo un beso en su mejilla y sin más le digo:

- He apostado con mis amigos a que no sería capaz de iniciar una conversación con la  persona más guapa de este mundo ¿Cómo crees que deberíamos gastarnos su dinero?
Ella solo sonríe. Abro la puerta del copiloto y la ayudo a subir. Tomo el lugar del piloto y conduzco hasta el restaurante donde he reservado para la cena. De pronto ella me dice:

- Por favor llámeme Rebecca, usted es mi jefa y yo le debo respeto pero por favor no me llame por mi apellido me incomoda.
Eso hace que mi labio se curve en una pequeña sonrisa.

- Me parece perfecto, pero siempre que usted me llame solo Freen. le digo sin mirarla.
Dicho eso me alza la mano y dice:

- Un gusto Freen. Sigo su juego y tomando su mano digo:

- El gusto es mio patricia, el gusto es mio. Sonreímos.

- Hemos llegado. Le digo, me bajo y doy la vuelta para abrir su puerta y ayudarla abajar, la llevo a la entrada y leo "ร้านอาหาร" entramos y el mesero me lleva a la mesa apartada qué he reservado, cierra la cortina, muevo la silla para ayudarla a que se siente.
Ella observa el lujoso lugar y me confieza

- He pasado mil veces por fuera, pero nunca había entrado, solo con mirar me doy cuenta que los precios no están a la alcance de mi bolsillo.

Extiendo mi mano y llamo al mesero qué está junto a nosotros y pido el mejor vino. Una vez servida las copas se marcha.

- Prueba el vino Rebecca, esta esquisito. Ella levanta su copa, la observa pero no bebe.

- ¿Que ocurre? Pregunto.
- No me gusta el vino y muero por una cerveza bien fría.

La miro boquiabierta ¿Es enserio? ¿Prefiere una cerveza a un excelente vino? Espantada y riendo por lo que acaba de decir vuelvo a insistir.

- Hazlo por mi y pruébalo. Toma su copa y sin apartar su vista de la mía prueba su contenido.

- Esta rico, mejor de lo que pensaba.
- ¿Te pido una cerveza?
Pregunto. Sonríe y niega con la cabeza.

Durante un rato hablamos y disfrutamos de los platillos de la cena, sin lugar a dudas es una mujer encantadora.