#16: SCAPEGOAT

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Hadassah pudo jurar que sintió náuseas cuando el nombre de Alizée fue pronunciado por el Caballero Bristol. De repente, sintió ganas de vomitar y solo las resistió porque los gritos de su hermana la obligaron a mantenerse firme.

—¡Calumnias! —bramó Alizée—. ¡¿Cómo se atreve a inculparme, Viktor Bristol?! ¡Padre, exijo justicia!

—Tengo más que eso para usted —intervino Gavin, tan tranquilo como siempre—. Tengo pruebas. ¿Quiere verlas?

—¡No existe prueba alguna contra mí! ¡Retráctese inmediatamente!

—¿Me permite, su majestad?

Dasha se mordió el labio inferior cuando su padre concedió el permiso a Gavin Leroy. Alizée hizo silencio. Entonces Gavin Leroy fue por un... Hadassah arqueó una ceja cuando vio el registro de entradas y salidas que su esposo tenía en las manos.

—Este es el registro de entradas y salidas de la cocina real. Como es de conocimiento común, toda persona que no trabaje en esa área del palacio debe registrar su ingreso y la razón de este —explicó Gavin, entregándole el registro al rey—. Al ser la boda de su alteza, la princesa heredera, un evento tan importante, es lógico pensar que todos los empleados estarían demasiado atareados como para fisgonear en áreas ajenas a las suyas. No obstante, cuando investigué la cocina real, me di cuenta de que el día de la boda hubo tres personas que ingresaron a la cocina real sin ser parte de esa área. Sus nombres son Gabriel Gadot, Benjamín D'Rose y Ágata Morat.

»Ahora bien, ¿por qué investigué la cocina real?... La duquesa de Lenus tenía una carta en la mano cuando atacó a su alteza, la princesa Sienna. Dicha carta está adjunta al registro que le entregué, su majestad. Está arrugada, pero todavía es legible. Puede usted ver ahí que nuestro delincuente no tuvo intención alguna de tratar el asunto con discreción. Es como si hubiera deseado arruinar la celebración familiar en el momento preciso... Es evidente que la carta no fue recibida antes de la boda, pues la familia Van Houten hubiera preferido tratar el asunto tras bambalinas. La duquesa de Lenus debió recibir la carta durante la fiesta posterior a la boda.

»Entonces me pregunté cómo podría haber llegado esa carta a manos de la duquesa. Nadie la vio hablando con alguien que no fuera de la familia Van Houten. Siendo así, concluí que nuestro traidor debía haber usado un sistema de envíos inusual: los arreglos florales que había en las mesas o los platillos que salían de la cocina real. Habiendo descartado, previa investigación, lo primero, me enfoqué en lo segundo. Cuando revisé el registro que ahora su majestad tiene en las manos, me apresuré a interrogar a los tres sospechosos. Entre esos tres, me tomé la libertad de convocar a Ágata Morat. Solicito permiso para que ingrese, su majestad.

—Concedido —respondió el rey, tenso.

Hadassah vio a una mujer menuda ingresar y postrarse ante los reyes de Aquarctias. Se preguntó si la había visto antes. Su atuendo era el mismo que el de los siervos del palacio Dubois, pero...

—Ágata Morat, ¿es cierto que usted está siendo cortejada por el Caballero Imperial Étienne Payet? —cuestionó Gavin.

Cuando oyó el nombre del Caballero Payet, Dasha frunció el ceño. Étienne Payet había sido uno de sus Caballeros Imperiales en el pasado, antes de que ella consiguiera escapar a su protección —como siempre solía hacer— y Alizée lo aceptara como guardián.

Ágata Morat se mantuvo postrada ante sus padres, pero alzó la cabeza hacia Gavin Leroy. Lucía asustada.

Fue entonces que Dasha la recordó. La había visto un par de veces conversando con el Caballero Payet, cuando este todavía era su Caballero Imperial.

BK: Butterfly's KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora