La Clase de Música

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Amelia entró a su nueva escuela, observando con detenimiento sus alrededores. Era un lugar mucho más grande que su anterior colegio, y todo le parecía emocionante y nuevo. Los murales coloridos en las paredes y el amplio área de juegos la dejaron encantada.

—Niños de la clase 1-B, entren al salón 2 — se escuchó el anuncio a través de la bocina.

Amelia miró el gafete que le entregaron y comprobó que pertenecía a la clase 1-B. Siguió a los demás niños que se dirigían al salón.

"No te equivoques, no te equivoques", pensaba en su mente, recordando algunas veces en preescolar donde había entrado al grupo equivocado y había sido motivo de risas para otros.Con un poco de ansiedad, tomó asiento en la primera fila, encontrando los pupitres bastante cómodos. 

Observó su aula, era amplia y de colores tenues pero amigables, tenía una gran pizarra y en las paredes habían algunas imágenes didácticas que no comprendía del todo, pero le daban curiosidad. Veía como niños entraban platicando, de a poco iban ocupando los lugares llenando el aula.

La pequeña se sentía un poco desplazada, tal parecía que todos se conocían desde antes, le apenaba dirigirles la palabra, por tanto solo se quedó esperando a que la clase diera comienzo.

—Hola, ¿puedo sentarme aquí a tu lado? —una voz amigable la interrumpió de sus pensamientos. Volteó a ver y se encontró con una niña de cabello negro liso y ojos miel.

—Oh, claro, no es como si estuviera apartándolo — respondió Amelia con una sonrisa incómoda.

—Muchos niños ya tienen amigos aquí. Hace rato traté de sentarme allá atrás, pero estaban apartados. Igual, gracias por dejarme sentar aquí — dijo la niña con amabilidad.—

Me llamo Anna, Anna Marsh.

—Amelia Tucker — respondió la ojiverde, sintió un poco de alivio y satisfacción que no era la única que no conocía a nadie.

Anna le esbozó una sonrisa y juntas empezaron a charlar mientras esperaban el inicio de la clase.

Amelia estaba feliz porque había logrado hacer una amiga. Aunque en el pasado había encontrado complicado socializar, esta vez había sido sencillo de alguna forma, después de todo, la otra niña fue quien se acercó a ella.

—Hola, clase. Buen día. Mi nombre es Maggie, y seré su maestra este año escolar — anunció la mujer que se encontraba en frente de los pupitres, captando la atención de todos los niños en el salón.Junto a la profesora, los niños realizaron una dinámica de integración para conocer sus nombres, una actividad que, aunque divertida, causó un poco de ansiedad en Amelia, solía ser una persona introvertida cuando conocía gente nueva, y le causaba conflicto tener que sacar un poco sus dotes sociales.

—Amelia, ¿todo bien? —preguntó la maestra al notar la inquietud en el rostro de la niña.

—Ugh, es solo...es mucha presión, agh — se llevó las manos al rostro en un intento de ocultar su timidez.

—Tranquila, todo estará bien —se acercó Anna y tomó su brazo con cariño.—Vamos a sentarnos juntas.

Al terminar de presentarse todos, se les indicó que debían escoger una clase extra, para ello todo este día lo ocuparían para explorar las distintas actividades que ofrecía el instituto, a Amelia le daba un poco igual, pero notaba que su nueva amiga estaba entusiasmada. 

Recorrieron casi todo el lugar, habían clases de variados deportes, de informática, danza e incluso canto, pero la rubia no parecía tener mucho interés.

—¿Ya sabes qué clase te convence más? yo aún no sé, son tantas posibilidades.

—Mmm... tal vez termine eligiendo al azar.

Melódico Drama!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora