Apacible

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—Listo señor Tucker, aquí está el tratamiento prescrito en la receta, estas tabletas por suerte son masticables sabor uva, no creo que su hija tenga problema en tomarlas; esta caja de aquí contiene el medicamento para nebulizar, tendrá que ir a una farmacia a comprar uno, no se preocupe, tiene instrucciones; y por último este de aquí es el broncodilatador, junto su inhalador, tendrán que enseñarle a su hija como usarlo, en la receta dice que los tres días de reposo serán con el nebulizador en casa, el inhalador es para uso diario después de ello, pasado mañana tendrá que venir al hospital para que la doctora le explique. ¿Alguna duda?

—No, gracias todo bien.

—Lamento que el tratamiento sea costoso, las tabletas de aquí serán para el resto del mes y el broncodilatador es de uso prolongado. Si le soy sincera, esto podría cubrirlo su seguro médico, le daré una orden, le recuerdo que también es necesario que la vea su pediatra de cabecera y respalde el tratamiento, de esta forma será más sencillo el trámite con el seguro, ya sabe, este hospital privado no es tan accesible.

Era verdad que era un hospital de lujo, Craig nunca imaginó hacer uso de este servicio médico por parte de la escuela, lástima que el colegio no cubrirá ningún centavo de la hospitalización debido a que la situación salió del presupuesto de los servicios brindados, de igual forma eso era lo que menos importaba, él solo quería que su hija estuviera bien.

—Gracias, llamaré a su pediatra en la mañana— dijo Craig sonriendo a la farmaceútica.

La realidad era que el azabache sentía que caminaba en automático, ya ni siquiera quería pensar o rememorar lo qué pasó en todo el día, el siempre pensó que Amelia estaría bien y que nunca tendría que volver que tener que pisar un hospital como cuando era pequeña, al menos hasta que tuvieras más edad, se sentía culpable por no haber visto las señales de esa enfermedad, sintió que de nueva cuenta le falló, está vez no atendiendo bien su salud.

A pesar que la situación de Amelia era primordial, debajo de todo ese asunto no pasaba desapercibido el hecho de haber estado con Tweek hace no mucho tiempo en una cafetería, eso era aún más surreal y poco probable que sucediera, si tuviese que realizar un análisis estadístico de probabilidad, ese evento era prácticamente imposible de que sucediera.

Aún se sentía extrañado por lo que sucedió, no entendía cómo procesar lo ocurrido, ¿acaso quedaron en buenos términos? ¿a qué se refería exactamente con ser desconocidos?

Por supuesto que lo entendía, pero no sabía si eso era correcto, de igual forma, si aquella decisión le daba paz al rubio lo dejaría ser, probablemente es la decisión correcta después de toda la historia turbulenta que tuvieron juntos.

Cuando menos esperó, ya se encontraba acercándose al ascensor, tenía que llegar hasta el octavo piso, menos mal que no tendría que usar las escaleras. Mientras entraba para llegar su destino, recordó que tal vez debería avisarles de la situación a Clyde y Bebe, además no estaría mal mandarle un mensaje por primera vez a Wendy, conectó los puntos y pensó que seguramente su hija había presenciado todo lo que pasó con Amelia en la clase de música, es su mejor amiga, deberían estar en contacto.

Sacó su celular y recordó haber guardado el contacto de la pelinegra en su cartera, registró el número y saliendo del ascensor decidió escribir:

"Hola, soy Craig, disculpa no haber contactado antes contigo, el trabajo me vuelve loco. También me hubiese gustado que este mensaje fuese más ameno, pero supongo que estarás un poco enterada de lo sucedido en clase de música con mi hija, puedes decirle a Anna que Amelia se encuentra bien".

No tardó en recibir el mensaje de vuelta:

"Hola, Craig. Cielos, me alegra que me contactaras, debí pedirte tu número también. Sí me enteré, Anna llegó asustada a casa, intenté conseguir tu número por medio del colegio, pero por sus cosas confidencialidad no sucedió, me alegra tanto que la pequeña Amelia se encuentre bien, mandale nuestros saludos. Si es posible, ¿podríamos ir a visitarla?

Melódico Drama!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora