El azabache paró su jornada habiendo terminado de revisar dos documentos importantes para su nueva investigación. Se sentía satisfecho a pesar del cansancio mental y físico que suponía. Después de todo, leer, procesar información, escribir y estar en una postura continua por horas no era lo más adecuado. Decidió que era momento de parar, ya había tenido una mañana bastante productiva a pesar de todo lo que pasaba por su mente. Se levantó de su silla y comenzó a realizar estiramientos, se sentía entumecido.
Tomó su celular y bajó a la cocina. Era el momento de prepararse algo para almorzar y pensar en lo que podría cocinar para la comida, de manera que cuando llegara su hija, todo estuviera listo. Tranquilamente, tomó un vaso de jugo de naranja que estaba en la nevera y comenzó a leer las noticias de la mañana en su tableta electrónica. Finalmente, estaba encontrando un poco de paz.
Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida por el timbre que comenzó a sonar frenéticamente. Craig se sintió molesto, incapaz de entender por qué la gente era tan impaciente en ese aspecto. A regañadientes, se dirigió a la entrada para abrir la puerta sin mirar a través de la mirilla. Al abrirla, se llevó una gran sorpresa al ver que se trataba de su hermana Tricia, visiblemente enojada, y estaba acompañada por Amelia, quien se escondía tímidamente detrás de su tía.
—Al menos abre más rápido, ¿no? —dijo Tricia disgustada mientras entraba con su sobrina.
—Hey, qué... —Craig se vio interrumpido por Amelia, quien salió corriendo rápidamente y subió a su habitación. Ambos hermanos observaron la escena sin reaccionar.
—Dios mío, Craig, estoy muy molesta.
—Yo también te extrañé, hermanita. Buenos días.
—¿Podrías dejar el sarcasmo para otro día? Esto es serio, no estoy jugando contigo.
—Mejor explícame por qué pasaste por Amelia sin consultarme antes. Si querías salir con ella, simplemente me hubieses avisado ant-
—Eres un grandísimo idiota, Craig...
—¿Huh?
—Solo dime, ¿a caso has revisado tu teléfono? Es una pregunta seria.
—Eh, no. Estoy trabajando.
Craig rápidamente sacó el celular de su bolsillo y se sorprendió al ver que en su pantalla de bloqueo se mostraban 20 llamadas perdidas.
—¿Qué? ¿Qué pasó, Tricia? —preguntó Craig con creciente preocupación.
—Ahora sí estás interesado...
—Déjate de juegos.
—Digamos que tienes suerte de haberme puesto como contacto de emergencia. Hace una hora me llamaron del colegio, qué fortuna que contesté el teléfono, no suelo usarlo en el trabajo.
—Bueno, es el mismo caso conmigo.
—Deja esa mierda, Craig, es tu hija. Sí o sí debes estar pendiente del teléfono por si hay una emergencia, pedazo de inútil.
—Tricia...
—Contesté la llamada. Su maestra estuvo tratando de contactarte sin éxito como podrás darte cuenta y... Craig, ¿a caso has revisado también los correos?
El azabache titubeó. Era cierto que no había estado al pendiente de otros correos que no estuvieran relacionados con el trabajo.
—Y-yo...
—Tu silencio lo dice todo —dijo Tricia mientras se acercaba a Craig y le arrebataba el celular. Buscó la aplicación de correo y, al abrir su bandeja de entrada, notó que estaba llena de asuntos laborales. Después de una búsqueda infructuosa, encontró una carpeta con correos archivados, donde estaban todos los mensajes del colegio.
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Melódico Drama!
FanficCraig Tucker es un padre devoto de una niña de 6 años y un investigador de profesión. En su vida las cosas ya estaban complicadas, pero desde la llegada de la pequeña Amelia, todo dio un vuelco de 180°, poniendo pruebas difíciles en su vida que han...