-𝐓𝐞 𝐍𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐨- (Quackity X Tú)

15. No es real

Advertencia: Capítulo largo.

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________(tú):

Dos semanas después

— Café, leche, huevos... — tache lo que ya tenía en mi carrito del super mercado —. Me falta el cereal.

Caminé al pasillo de los cereales, justo los que quería estan hasta arriba, si hubiera venido más temprano alcanzaría mi cereal favorito. Hice todo lo que puede, me estiré bastante para poder alcanzarlos y nada.

Suspiré cansada, ¿quién hace las compras en la tarde noche? Yo, solamente yo. Mi día de descanso y no puedo conseguir lo que más amo en la vida. De nuevo lo intente y falle, justo alguien tomo el cereal que tanto quería.

— ¿Froot Loops? — esa voz —. Te veo a cada lugar que voy, al parecer el destino nos quiere juntos.

Me volteé, estaba frente mío, de nuevo invadiendo mi espacio personal, hace tanto que no lo tenía así de cerca. Terminé rodando los ojos y negué.

— O más bien, tú me estás siguiendo. — lo señale.

— Estás en lo cierto, por más que intento alejarme de ti — me señaló ahora él —, no puedo y regreso a ti.

Empezaba a sentir mis mejillas calientes, ¿por qué causa esto en mí?

— Permiso. — susurré cabizbaja.

Necesito que se haga a un lado ya, no puedo tenerlo así.

— ¿Disculpa? No te escuché. — colocó sus brazos a los costados de mi cabeza sin dejarme salida alguna.

Se acercó lo suficiente a mí, sentía su respiración golpear mi rostro.

— Alex, hazte a un lado. — empezaban a sudar mis manos.

— ¿Por? — su acercamiento ya era demasiado.

— Porque sí, estás invadiendo mi espacio personal. — trate de empujarlo.

— Tú invades a diario mis pensamientos y no me quejo. — se encogió de hombros.

Tome el valor y lo mire a los ojos, tiene unos ojos muy... espantosos.

— Dame permiso, por favor — dije lo que tanto quería él, se alejo y termino esbozando una sonrisa de lado —. Idiota.

Tome mi carro y me aleje.

— Espera — lo escuché y me detuve —. Tu cereal, princesa.

Lo dejo en mi carrito y se fue guiñando me un ojo. Me quede en mi lugar atónita, ese sin duda no era Alexis Maldonado. ¿Cómo puede hacer la voz tan grave y ser tan coqueto? Juro que mis piernas empezaron a flaquear.

Regresé a mi realidad y me fui de ahí; llegué con la cajera, pague y salí de ahí con mis bolsas. Las metí a mi carro, ya estaba bien mi amado carrito.

— ¿Que le pasa? — me volví a cuestionar.

Negué con la cabeza y mejor puse mi playlist de Taylor Swift.
¿Será que le cuento a Joshua? No, para nada. No sé ni cómo lo miraré a la cara mañana, haré como que no paso nada y todo está normal.

[...]

Alexis/Quackity:

— ¿Qué hiciste qué? — abrió los ojos con asombro.