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Huida:

Años atrás…

El cielo de la tarde estaba coloreado por un hermoso contraste de naranja, marrón y blanco, pocas veces el cielo se tornaba así en las calles de Seúl, y como era algo inusual y a la vez especial, era una tarde perfecta para salir a pasear, tomando de la mano con la persona que más amas.

Y sentía que fue la mejor idea de haber salido a caminar con él, sin duda una buena tarde para ser la última. Aprovechó su cercanía para apoyar su cabeza en su hombro, aspirando el aroma del cuerpo contrario mezclado con el perfume impregnado en su ropa.

Admitía en silencio que su olor era mejor acompañado con el olor del perfume, pero no lo diría o lo llegara a aceptar, no importaba ahora eso, sabía que amaba con todo su ser aquel Alpha.

—Está muy bonito el cielo… ¿Verdad, Amor?— Preguntó de manera dulce el Omega adolecente de cabellos castaños.

El contrario llevó su mirada al cielo, sin mucho interés, ¿Qué importaba si el cielo estaba de color morado o verde?

Levantó una comisura.

—Sí.— Lo miró —Pero más hermoso eres tú, Jin— Añadió sonriendo pícaro.

El nombrado soltó una cálida risa, y se dedicó a observar sus manos entrelazadas.

—No quiero que te vayas…— Admitió el Omega, haciendo un puchero.

El Alpha de cabellos castaños oscuros soltó un suspiro cansado, acto seguido se puso delante del Omega, quien aún conservaba su puchero.

—Ya hablamos de esto, SeokJin. Esto es un gran paso para mi vida, la verdad que no tenía pensado tener una relación, pero me he esforzado mucho para estudiar en el extranjero y poseer un buen currículo y diplomado— Explicó. Jin tenía la mirada hacia abajo mientras asentía como perrito regañado. YoungSoo apretó los labios y tomó la mandíbula del contrario, haciendo que lo mire a los ojos —Hey, no te pongas así. Prometo escribirte todos los días e intentar llevarte regalos desde New York, hay muchas sudaderas rosadas allá, como las que te gustan— Intentó animar.

Jin limpió rápidamente las lágrimas que estaban a nada de escapar de sus ojos.

—Sí, pero… Eso no llenará el dolor que sentiré una vez que te vayas y no te tenga cerca…— Llevó sus manos a su rostro, restregando sus parpados.

YoungSoo volteó los ojos por la dramatización ridícula que hacía el Omega.

—Intentaré regresar en Navidad, te traeré un bonito regalo, mientras que tú…— Miró de arriba abajo el cuerpo de Jin, mordió su labio inferior —Me darás un rico regalo ¿No, amor?— Abrazó la cintura del mencionado mientras sonreía con picardía.

Las mejillas del Omega se tornaron en un intenso carmesí.

—C-Creo que aún somos muy chicos para comenzar hacer cosas, YoungSoo…— Dijo tímidamente.

El Alpha bufó:

—Tengo 17— Señaló.

—Pero yo tengo 15, Ken— Recordó Jin.

—¿Y qué tiene? No eres un niño ya.

SeokJin dejó de hablar, no quería discutir con su novio, menos si era su último día con él, se suponía que esa tarde sería especial, así que para no estropearla cerró la boca.

Matrimonio Por Contrato (Namjin) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora