Matrimonio Por Contrato (Namjin) ©

<35 Penúltimo capítulo>

“Siempre estaré contigo”:

Hace cinco años…

Como cualquier día, Jimin se había levantado a las seis en punto, con una bella sonrisa dibujada en su rostro, estirando sus brazos —Los cuales tronaron por tantas horas en la misma posición—, se dispone a levantarse a dirigirse al baño para asearse. Al salir, nota el gran bulto al lado contrario de la cama, cubierto con las sábanas mientras respiraba lentamente.

Con una sonrisa, se acerca, retirando la cobija de su rostro para plantarle un casto y tierno beso a su esposo.

—Buenos días, Taetae… —Murmura con cariño en el oído contrario. Este se removió un poco, quedando boca arriba, a los minutos comienza a abrir los ojos por las cosquillas que le provocaba el Omega rubio mientras repartía besos en su rostro—, Comenzaré hacer el desayuno, ¿Qué quisieras comer?

—Buenos días, Mimi… —Dijo adormilado, llevó su mano a la cabellera rubia, empezando a acariciarla, al mismo tiempo que levantaba sus comisuras, formando una sonrisa—, Todo lo que me hagas está bien, todo te queda delicioso, cariño —Elogió—, Pero hoy se me antoja Waffles con miel.

Jimin asintió sonriente.

—Está bien —Besó la frente del castaño—, Iré a prepararlos, tú ve levantándote, cielo.

Dándole un beso en los labios a su esposo, se retiró del cuarto para desplazarse por el pasillo con sus pantuflas grises a la cocina, prendiendo la luz de esta y encaminarse hacia el refrigerador.

Él y Taehyung no estaban casados, pero vivían como tal. Era un pequeño apartamento —Muy pequeño—, pero Jimin no se quejaba, agradecía que al menos pudiese vivir cómodo, luego de lo que había vivido. Estaba acostumbrado a los espacios grandes y lujosos, sin embargo desde el principio sabía que Taehyung no llegaba a ese estándar, y lo aceptó de todas formas. Prefería mil veces esa vida que haberse casado forzadamente y ser un simple esclavo para un Alpha viejo y gruñón.

Sus padres quisieron casarlo con el hijo de los Min, no obstante él no quiso separarse de Taehyung —Una relación la cual sus padres no aceptaban por una obvia razón. Que Tae era pobre—, entonces se escapó con él a Daegu, la ciudad natal del Alpha, donde su familia los recibió con los brazos abiertos. Al principio, vivieron en la casa de los señores Kim —Estos trataban muy bien a Jimin—, y Tae comenzó a trabajar.

Luego de varios meses, el castaño pudo alquilar un pequeño apartamento cerca de la casa de sus padres y han estado viviendo allí desde cuatro años. Jimin no trabajaba, porque en realidad no estaba especializado de nada, apenas podía dominar los quehaceres de la casa —Y es porque había aprendido al pasar del tiempo—, su suegra le había enseñado lo básico, pero lo demás como lavar, planchar y cocinar el almuerzo era un total desastre. Por suerte, la señora Kim venía ayudarlo todos los días, ambos se llevaban muy bien, la mujer amaba a Jimin y le daba consejos de cómo llevar adelante a su familia.

Unos pasos comenzaron a aproximarse, Jimin volteaba los Waffles al tiempo exacto —Como le había indicado su suegra—, para bajar el fuego y voltearse, encontrándose con Taehyung y un infante de casi cinco años, recién despierto en sus brazos.

Jimin sonrió tiernamente y se acercó hacia su hijo.

—¡Taeyang, buenos días, tesoro! —Besó las mejillas del nombrado con cariño—, ¿Cómo ha despertado el príncipe de Omma?