<21>

573 35 4
                                    

Bang-Chan:

Hace 3 Años...

KIM WOOJIN:

La noche era fría, oscura y muy ruidosa... Por algo dicen que el viernes se desata el infierno, y también era el día en donde el bar se llenaba en cada rincón. Lleno de Alphas y Betas... unos que otros Omegas que eran acompañantes pero, la mayoría de estos eran empleados del bar, prostitutos, u Omegas de compañía.

Había tres tipos de trabajos para Omegas:

-Prostitutos. -Prostty-

-Acompañantes. -Hotmates-

-OMEGA VIP. -OMEGAVIP-

El último era para los Omegas que son reservados para un Alpha o Beta, normalmente es muy caro ya que ese Omega debe acostarse y estar con su amo - Así se les llama al quien los compró -. Yo era un Prostty, no tenía tantas restricciones como los anteriores, pero cada uno tenía reglas que seguir.

Mis reglas eran:

Obedecer todo lo que te ordenaran mis alquiladores -Ósea, los Alphas o Betas que pagan por mi servicio-.

No hablar a menos que ellos te den permiso.

No doblegarse a cualquier petición de su alquiler.

Y por último:

No responder a los insultos.

La última regla se creó porque a veces los Alphas no solo buscan a los Prostty para cumplir sus deseos sexuales o su malestar, sino también porque tienen la necesidad de desahogarse con alguien, sea utilizándolo o gritándole mil insultos.

En algunas ocasiones tuve que resistir ante ellos, ¿Había tenido miedo? Admito que una parte de mí sí lo estaba, sin embrago, hay reglas para los Alquileres, y una de ellas era:

No golpear, ni maltratar a los clientes.

Estaba protegido, a parte que trabajo como un prostituto, aún tengo derechos, y si acaso alguien se atreve a golpearme podría denunciarlo. Yo estoy haciendo mi trabajo, y es brindarles mi cuerpo a las personas para saciar sus ganas de sexo. No para saciar sus ganas de matar a alguien.

Pasaba por los caminos llenos de gente, bailando, charlando y riendo, algunas miradas de coquetería hacía mí, aunque las ignoré, sabía que me veía sexy... no hacía falta decírmelo. Con la cara en alto sin dirigirle la mirada a nadie sino al frente y servir en las mesas del club, donde se encontraban dos Alphas de al parecer unos cuarenta años... No me extrañaba ver gente de avanzada edad aquí, ya que el treinta por ciento eran viejos depravados, quizás los Alphas les sucede que; Entre más viejo más pervertido y morboso se hace. Oh eso digo yo.

Para mi gusto, no me atraían mucho los Alphas... A pesar que sean unos dioses en el sexo... Me llevaba mejor con los Betas, es que algunos eran muy tractivos y aunque su olor no emanara mucho me fascinaban más que los mismos Alphas.

Al dejar la bandeja vacía, dejando las bebidas en la mesa de ambos hombres y dispuesto a retirarme, siento un ardor en mi nalga una vez que me volteo, que me obligo a tensar mi mandíbula para no gritar, ya era de costumbre que me toquen sin permiso, el único problema era que mi piel era algo sensible y cualquier golpe provocaba un ardor intenso. Más en las nalgas.

Lo miro de reojo quien me sonreía descaradamente y una mirada lujuriosa, yo levanto mi comisura y me retiro aguantando mi dolor... ¡Oh vaya que obviaba que me nalgueen!

Me acerqué a la barra para recibir otro pedido y llevarlo, pero en ello, vuelvo sentir un apretón en el mismo lugar, muerdo mi lengua al sentir el aliento caliente y apestoso a licor mezclado con sin haberse lavado los dientes desde un mes.

Matrimonio Por Contrato (Namjin) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora