Una Linda Anomalía || Miguel O'hara ||

Capítulo 37

Tierra-928

Después de hablar con Tom, Miguel recordó los eventos de cuando rescataron a su hija. No estaba seguro aun tenia esa conversación pendiente con ella, pero no estaba seguro de como reaccionaría al saber la verdad, Elina apenas estaba superando sus heridas, no quería que todo el progreso se fuera a la basura. Quería esperar un poco más, a que ella pudiera afrontar todo sin sentir miedo o rencor.

Ya habían pasado tres años desde que Elina llego ahí, tal vez era hora de decirle la verdad, pero a decir verdad, él era quien más miedo tenía. No sabía como Elina podía reaccionar, como vería a aquellos que ella quería, de solo saber que la rescataron porque la detectaron como una Anomalía.

Esa noche Miguel y Elina estaban en la sala del apartamento, él la miraba recostada en la alfombra coloreando su nuevo libro, comiendo el snack que él le preparo, se veía tan feliz, no había ningún rastro de la niña de hace tres años, mirarla ahora era un sueño estremecedor, y ahora era su hija. No quería perder eso por un pasado terrible.

-Cuando sea mayor... Seré una super heroína como papá - saco otro color para seguir coloreando

-¿Vas a ser una super heroína? - Miguel le pregunto, sonriendo ante la declaración de la pequeña, llamando su atención

-Sí, porque así podre ayudar a papá - sonrió, muy segura de su respuesta.

La sonrisa de su hija era algo que no estaba dispuesto a perder, realmente quería protegerla de todo, si por él fuera la tendría en una vitrina, donde nada ni nadie podría lastimarla, pero era muy extremista. Y decidió esperar un poco más, hasta que Elina pudiera soportar su propia historia.

-Elina, es hora de dormir - se levantó de su sillón, para acercarse a su hija

-Pero todavía no tengo sueño- miro a su papá fingiendo tristeza

-Pero debes descansar, si no cancelaré tus lecciones con Tom- amenazó a su pequeña rebelde

-¡No! - se levantó corriendo por la sala

-¡Ven acá chamaca! -Miguel fue detrás de ella, y fue inútil para ella, porque la atrapó enseguida.

Cargándola en su hombro como "costal de papa" haciéndole cosquillas, y ella carcajeando, caminado en dirección al baño, para lavar sus dientes.

Una vez lista para dormir, Miguel la recostó en su cama, abrigandola hasta el mentón

-¿Y señor Botas? - pregunto, mirando a sus costados

-Aquí esta... - le puso su gatito a lado de ella bajo las sábanas - ¿También quieres a señor colmillo? - refiriéndose a su peluche de tiburón, dijo que si, haciendo lo mismo que con su gatito - Descansa Mija -le dio un beso en su frente.

-Ten lindos sueños papá - y Elina le regreso el beso en la mejilla- Tienes que soñar conmigo- su voz comenzó a sonar bajito, a punto de dormirse.

-¿No puedo dormir tranquilo ni en mis sueños? - río ante las palabras de su hija, mirando como las comisuras de sus labios, formaban una linda sonrisa.

Salio en silencio de la habitación, sonriendo por la dulce niña que estaba en aquella habitación.

-Parece que te convertiste en papá soltero~ - Lyla apareció sobre su hombro.