Una Linda Anomalía || Miguel O'hara ||

Capítulo 11

Tierra-928

Los días siguientes fueron un poco más ajetreados que otros días, ya que Miguel y Jessica iban a misiones, como ese día.

—No sé cuanto tiempo tardaré, mientas tanto te quedarás en el cuartel, habrá otros Spiders cuidándote, ¿de acuerdo? — le comento a la pequeña sentada en uno de los escritorios del cuartel

—Sipi...

—Es en serio Elina, sé que te llevas bien con  ellos, no quiero que te separes de ellos, y mucho menos que vayas a zona de prisiones, ¿entendido? — advirtió

—No lo haré... — parecía más regañada que advertencia

—¿Me lo prometes? — se acerco a la pequeña

—Si señor, lo prometo... —Y le dio una sonrisa, muestra que podía confiar en ella

—Buena chica — acaricio su cabello, alborotandolo

Un portal a lo lejos se abrió, Jess y Ben ya se encontraban esperándolo

—Me voy...

—Tenga cuidado, señor Miguel, señorita Jess y señor Ben —grito la pequeña, que enterneció a la mujer, y el otro hombre empezó a llorar

Miguel solo la volteo a ver una última vez, antes de ingresar al portal

—Estará bien, esta en buenas manos — dijo Jess

—Ya lo sé

Y Elina se quedo sólita, no le gustaba pero tenía que soportar hasta que los tres adultos regresaran, esperando que las cosas salieran bien. Como dijo Miguel, otros Spiders que se estaban ahí, se dispusieron a cuidarla, al ser una niña un poco grande, no había tanto problema, ella era tranquila, claro, cuando no le daban un poco de azúcar.

El cuartel estuvo tranquilo la mayor parte del tiempo, no sabía cuanto tiempo había pasado, el tiempo transcurría diferente en cada universo, y en el cuartel ya no estaba segura.

Elina se encontraba recostada en el piso de la plataforma, qué se encontraba en la parte de abajo, solo ahí, perdida en sus pensamientos

—Parece que ya te aburriste — le llamo la atención Lyla.

—Ya me terminé mi libro de dibujos qué me regalo la señora Jess, y no hay nada que pueda hacer — dijo perdida en el infinito

—Ya veo...

—¿El señor Miguel y los demás están bien? — pregunto la pequeña con preocupación

—Ahora mismo están en medio de su misión, atrapando al villano, no te preocupes pronto llegarán — trato de darle animos

—Okey.... —y así se la paso un buen rato, explorando

Hablaba y saludaba a los Spiders alrededor, caminaba entre las instalaciones, por lugares que ya conocía, y que tenia permitido ir, excepto al área de celdas, no iba a desobecer al hombre que le dijo que no fuera, moría de la curiosidad pero tenía que resistir.

Cuando un Spider se quedo con ella, jugando, inconscientes de lo que pasaría varios minutos después. Cuando una explosión desconcertó a todos, haciendo sonar las alarmas, y todos los Spiders se pusieron a la defensiva.

—Atención, cápsula de retención dañada, diríjanse a la zona de celdas, 3 Anomalías lograron escapar, tratan de liberar las otras cápsulas.— hablo una voz más robotizada, muy diferente a la de Lyla

Todos los Spiders se dirigieron a la zona, incluyendo al Spider qué estaba con Elina.

—Elina, escúchame, quédate aquí, no te muevas, cuando todo termine, vendré por ti, ¿bien? — hablo el Spider qué solo recibio un "Si" por la pequeña asustada por el sonido de la explosión— Buena niña, escóndete, y no te muevas de ahí — se fue corriendo al área de celdas

La pequeña se oculto detrás de un escritorio, abrazando fuerte a su peluche, apretando sus ojos, tratando de retener sus lágrimas, sin hacer ruido.

El sonido de disparos, disturbio y cosas rompiéndose a lo lejos, se oían cada vez más cerca de donde estaba la pequeña. Y no era buena señal.

De repente un gran estruendo se hizo presente en el lugar, haciendo que la pequeña tras el escritorio, gritara, al parecer uno de los villanos de gran tamaño había logrado salir de la celda, y los spider estaba tratando de retenerlo, lo que provocó qué fuera lanzado por los aires hasta chocar con esa zona.

Elina no se movió, tenía miedo, el ruido, los gritos, el estrendo en el lugar, le hizo traer sus recuerdos en ese laboratorio, el ruido en el lugar, no eran diferentes a los que oía en el laboratorio. Lo que la hizo entrar en pánico, es que el escritorio qué la mantenía oculta, fuera alzado y lanzado con la intención de aplastar a los héroes, revelando qué ella se encontraba ahí. Y el villano lo noto

—Pero que tenemos aquí — la volteo a ver con sonrisa perturbadora— Parece que tienen una plaga de ratas en un nido de arañas — la pequeña, presa del pánico no pudo moverse, sus sentidos se bloquearon

Su voz para pedir ayuda no salía, sus oídos no escuchaban los gritos de los héroes tratando de detener al villano, y que se alejara de ella, su vista se volvía borrosa las lágrimas en sus ojos no le permitian ver su entorno, y su cuerpo, dejo de sentir el tacto, no sentía sus manos ensangrentadas por los vidrios qué había caído cerca de ella, y menos, cuando el villano la levanto, tomándola así como rehén. Básicamente se convirtió en una muñeca sin alma.

—Acérquense, malditos Spiders, y le aplastare la cabeza —grito el villano.

No sabían que hacer, la pequeña parecía desmayada por la conmoción, si se acercaban quien sabe que le haría ese bastardo. Estaban contra la espalda y la pared, sobre todo porque había una pequeña vida en juego.

•

Durante ese lapso, el equipo de Miguel, había terminado su misión, solo estaba acomodando el desorden que causaron, y sus gizmos emitieron una alarma, proviniente del cuartel

—Miguel, hay una situación, deben regresar al cuartel de inmediato —hablo Lyla con algo de panico

—¿Qué está ocurriendo? — hablo Jess

—Un villano logro salir de sus celda, junto con otros 2, están armando un desastre en el cuartel, ¡pero deben darse prisa! — grito un poco más desesperada

—Ya vamos para allá —dijo Miguel.

—Oh no... — dijo Lyla

—¿Ahora que sucede? — abrió Miguel un portal, su tono era algo molesto

—¡Tiene a Elina, la esta usando como rehén! — grito Lyla

Eso alarmó a los tres ahí, sobretodo al hombre que cuidaba de ella. Cargo a la Anomalía qué habían capturado, y corrió hasta el portal, y los demás lo siguieron.

Cuando llegaron ahí, las instalaciones eran un completo caos, pero eso no le importo, le Importaba la seguridad de la niña que siempre le recibía con un "Señor ya regreso" seguido de un abrazo y una sonrisa. No podía permitirse perder eso de nuevo.