Capítulo 10

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Tierra - 928

Miguel sabía, lo inteligente que era Elina, por eso no le sorprendió que un Spider le estuviera enseñando a escribir. No le molestaba, pero en el fondo se decía "Debería ser yo quien le este enseñando", pero el trabajo no le daba el tiempo suficiente.

Ahora su trabajo, consistía en vigilar a Gwen Stacy, que estaba bajo la tutela de Jessica, la acepto por mera pena, porque la situación que se presento con su familia, no fue la mejor.

Elina por su parte, aprendió rápido como se garabatea las las letras y como se escriben, comía manzanas qué le regalaba el Spider-chef. Y jugaba con Spider-cat, todo estaba tranquilo.

Eso era lo que creían

Miguel se encontraba tan concentrado en su trabajo, vigilando el canon de los multiversos, que no noto una presencia que se acercaba cada vez más a donde estaba

—¡Oye, Miguel! — grito un Peter un poco mayor.

—¿Qué quieres Peter? — se apretó la cien, es el único Peter que no aguanta

—Cálmate solo pasaba a saludar, y a ver que sucede en este nido gigante — se recargo del hombro de Miguel

—Estoy ocupado, si necesitará tu ayuda te habría avisado— movió su hombro para que dejará de recargarse

—Aja si, oye ¿Qué es esto...? ¿Quién es la niña que esta aquí? —  señaló a las cámaras de seguridad

—Eso no te incumbe —cerro las pantallas al alcance de Peter

—Vamos, somos amigos, por lo que vi no parece mayor a los 8 años, y tiene el cabello negro, muy lindo por cierto, y se encuentra aquí en el Cuartel, rodeado de varios Spiders, garabateando quien sabe que y la tenias en una de las pantallas, claro que me incumbe— no hubo más que decir

Miguel dio un suspiro enorme, este hombre no se iba a callar ni mucho menos a ir si no le decía, pero también iba a pasar si le decía, lo que implica que Peter lo siga a todos lados para sacarle información.

—Se llama Elina, la rescatamos de un laboratorio de Alchemax, y la estamos cuidando aquí —no quería entrar en detalles

—Waoh, creí que no permitías niños aquí jajaja, la próxima vez vendré con mi bebé, tal vez jueguen juntas— mostró su lado positivo de la situación

—No hace falta — ignoro a Peter.

—Vamos, sería bueno que la pequeña Elina tuviera un amiguito de su edad con quien jugar, ¿no te parece? — se acercó a Miguel

—No

—Si dices que esta aquí en el cuartel, entonces iré a saludarla — con ayuda de su telaraña descendio de la plataforma

—¡Oye, Peter! — trato de detenerlo pero ya era muy tarde, suspiro de nuevo y agarro su cien —No puedo más...

Calmo su temperamento y proyecto la imagen donde esta Elina antes, aun seguía ahí, pero le preocupaba lo que haría Peter en presencia de ella.

Por su parte Elina, comía gustosa la manzana cortada en forma de conejo, cortesía del chef. Garabateando en una hoja blanca varias palabras

Una Linda Anomalía || Miguel O'hara ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora