Una Linda Anomalía || Miguel O'hara ||

Capítulo 43

Tierra-928

Elina caminaba de un lado al otro, en una de las tantas áreas del cuartel, qué ella ocupaba como su escondite, reflexionando acerca de la conversación que tuvo con Tom hace unas horas.

Tom tenía razón, a diferencia de él, ella no tenía un poder qué la distinguiera, era una simple humana, con el paso del tiempo, todo rastro de suero o sustancia que le hayan implantado en ese laboratorio, su cuerpo se encargo de eliminarlo de su sistema. Solo sabía el compate cuerpo a cuerpo, el hackeo de sistemas, etc., pero el manejo de armas se le hacía imposible.

Elina no era una asesina, muchos le habrían dicho que es "por un bien mayor" pero estaba en contra de sus propios principios. Se había prometido ayudar a la gente, sobre todo a la gente del cuartel, pero no esperaba que eso implicará esta situación

—Simplemente no puedo..... Usar un arma implica que en una pelea alguien deba morir...... No soy una asesina..... Soy una heroína...... No puedo hacerlo....... Pero si no lo hago....... Mucha gente saldrá lastimada...... Pero como lo hago........ No quiero hacerlo...... ¿Qué tengo que hacer? — en medio de su reflexión, se hincó, poniendo su rostro en sus rodillas flexionadas.

El viento que llegaba al edificio, le daba algo de paz, la tranquilidad del sitio, no había voces, no había personas, no había nada, solo ella, y el viento en su cara. Dio un suspiro enorme, poniendo sus ideas en orden

—Si me retracto, no podré hacer más que ser una recolectora de información. No se que podrá pasar después.....

Elina estaba en disputa, era "Hacerlo o no" cualquier decisión que tomara, ambas conllevan consecuencias.

Matar o morir

Era simple, matar implicaba salvar a las personas que le importan, o morir que era lo mismo que cometer suicidio, debía pensarlo mejor, su mente ya no daba para más.

Decidío mirar el paisaje qué tenía enfrente, no podía lidiar con tanto si se trataba de un asunto tan fuerte como "Usar armas", debía ser consciente, no podía usar un arma sin una verdadera... Determinación.....

Exhalo, si quería realmente hacer esto, debía empezar a probarse a si misma. Levantándose, adentrándose en las instalaciones, con una sola dirección en mente

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El campo de entrenamiento estaba sumido en el ruido de las máquinas y artefactos qué usaban, cuando tomo su descanso, Elina estaba parada en la entrada, mirando a la distancia, Tom la noto. Solo intercambiaron algunas miradas, sabían lo que querían decir “Estoy lista" “¿Estas segura?” “Por supuesto”.  Tom le hizo una señal para que se acercara, y así lo hizo.

Comenzando con una caja pequeña, Tom saco el mismo revolver qué iba a darle la última vez, pero esta vez, Elina lo tomo.

—Los revolver son, en mi opinión armas elegantes, pero sobretodo letales, ya que tienen expuesto los compartimentos de la balística, con ellos puedes incluso, jugar ruleta, pero no es algo lindo de ver— Le entrego otra arma, que también tomo— Las pistolas, son muy similares a los revolver, solo que en estas las balas van en orden, empezaremos por estas dos, ¿te parece bien? — le pregunto ahora a la chica, qué ahora tenía una mirada fascinada por el armamento

—Sí señor, estoy lista — lo miro, su rostro ya no mostraba dudas como hace unas horas.

Así empezaron sus clases, debía saber cuales eran las formas correctas de tomar un arma, ya que al ser armas de fuego, la fuerza de impacto al disparar era muy fuerte. Desde la forma de pararse hasta como sostenerla, todo era un arte, porque si no entiendes dos de esas cosas, tu arma podría lastimarte a ti. Elina lo sabía, ya no había vuelta atrás, no podía arrepentirse de su decisión.