Cicatrices del Pasado

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━━━━━Pasado━━━━━

El segundo año de preparatoria en Jujutsu Highschool había sido un tiempo de risas, momentos compartidos y la creciente convicción de que Ayame Zenin y Satoru Gojo eran una pareja destinada a permanecer unida. Dos años de cariño y complicidad habían tejido una conexión profunda entre ellos, algo que parecía inquebrantable. Pero, como a menudo sucede, incluso los lazos más fuertes pueden fracturarse en el momento más inesperado.

El sol de la tarde se filtraba a través de las hojas del parque, tejiendo patrones de sombra en la piel de Ayame. Sentada en un banco, esperaba a Gojo para caminar juntos a casa, como todos los días. Pero cuando finalmente apareció, el brillo en los ojos azules del muchacho parecía haberse desvanecido.

— Ayame... — comenzó Gojo, su tono de voz inusualmente serio. — Necesitamos hablar.

El corazón de Ayame se contrajo ante esas palabras. Sin embargo, la sonrisa tímida que había sostenido en su rostro pronto se desvaneció cuando notó el gesto sombrío en el rostro de Gojo, ella lo conocía lo suficiente como para saber que algo no estaba bien.

— ¿Qué pasa? — preguntó, luchando por mantener la calma en su voz.

 — Ayame, esto es difícil para mí. Pero... creo que es mejor si terminamos nuestra relación.  — Gojo suspiró, desviando la mirada por un momento antes de volver a encontrarse con los ojos de ella.

Las palabras resonaron en el aire, como un eco doloroso en el corazón de Ayame. 

— ¿Terminar?  — repitió en un susurro, como si necesitara asegurarse de que había oído correctamente.

Gojo asintió, la expresión en su rostro una mezcla de tristeza y vacilación, era inusualmente serio, como si se tratara de otra persona y no del chico que ella había amado durante estos últimos dos años. 

— Sí. Ayame, quiero que entiendas que esto no es culpa tuya. Simplemente, ya no siento lo mismo por ti.

Los ojos de Ayame se llenaron de lágrimas, su mente luchando por procesar lo que estaba escuchando. — ¿Qué estás diciendo? ¿Qué cambió?"

— Solo sé que simplemente ya no estoy enamorado de ti — Gojo exhaló profundamente, como si cada palabra que pronunciaba le pesara.

El silencio entre ellos era abrumador. Ayame miraba a Gojo, buscando respuestas en sus hermosos ojos azules que antes eran tan familiares. Pero ahora, encontraba un abismo de desconcierto y dolor.

— Satoru... — Se limitó a decir, ella lo conocía lo suficiente como para saber que el ya había tomado una decision y era definitiva. 

A pesar de tener mil dudas en su cabeza, solo aceptó la situación, asintiendo y tratando de ocultar su dolor. El corazón de Ayame se retorcía en su pecho mientras las luchaba por que las lágrimas no comiencen a deslizarse por sus mejillas. Las palabras de Gojo quedaron suspendidas en el aire como un puente roto, dejando a Ayame con un abismo de confusión y dolor. El corazón que una vez había latido en sincronía con el de Gojo se rompía en fragmentos, mientras intentaba entender el adiós abrupto y sin explicación que acababa de recibir. 

El chico de ojos azules simplemente se fue sin mirar atrás. Era el final.

La devastación que seguía al rompimiento con Satoru Gojo era una herida abierta en el corazón de Ayame Zenin. Todas las risas, secretos y amor que compartieron en su momento parecían haber quedado en el pasado.

Esa misma noche, mientras la luna se alzaba en el cielo estrellado, Ayame estaba en su habitación, y con lágrimas en los ojos, tomó una decisión que marcaría un nuevo rumbo en su vida. Se presentó ante su clan, los Zenin, con una solicitud en mente. Con voz temblorosa, les habló de su deseo de ir al extranjero para terminar sus estudios y dejar Jujutsu High para siempre.

— Por favor — suplicó Ayame, su voz resonando con una urgencia desesperada. — También será beneficioso para el clan si aprendo de otros hechiceros y paso un tiempo valiéndome por mi misma.

Los líderes del clan Zenin intercambiaron miradas, no entendían el repentino deseo que tenía futura cabeza del clan Zenin de dejar su vida en pausa e ir a vivir fuera. Sin embargo, si consideraban beneficioso que Ayame aprenda de los hechiceros más fuertes del mundo para luego asumir su responsabilidad con el clan de manera más efectiva. Después de un largo momento de deliberación, finalmente asintieron en acuerdo.

— Está bien — dijo el líder con solemnidad. — Te permitiremos ir al extranjero para completar tus estudios y te asignaremos misiones fuera de Japón. Pero recuerda, tu deber con el clan persiste.

Ayame asintió con gratitud, sabiendo que tuvo bastante suerte al lograr que su clan acepte su disparatada idea.

El día de su partida llegó, y mientras el avión despegaba y el mundo que conocía se convertía en un pequeño punto en el horizonte, Ayame cerró los ojos y se aferró a la esperanza de que, en algún lugar en el vasto mundo, encontraría la paz que tanto anhelaba. El camino hacia adelante era incierto, pero en sus ojos ardía una determinación feroz de sanar y crecer más allá de las sombras del pasado.


━━━━━Presente━━━━━



El tiempo que planeaba pasar fuera se extendió inesperadamente hasta abarcar una década completa. Durante esos largos diez años, no solo logró completar sus estudios, sino que también se entregó apasionadamente a la exploración de diversas partes del mundo. Si bien su elección generó bastante insatisfacción en su clan, Ayame descubrió ingeniosas formas de evadir las persistentes críticas y las exigencias de regresar a casa.

Ayame no era estúpida y entendía que, tarde o temprano, debería regresar a su hogar y abrazar las responsabilidades que le esperaban como la futura líder del clan Zenin.

Un amanecer tranquilo y sereno trajo consigo el momento que había estado evitando por tantos años. En esa mañana en particular, el tono del teléfono la sacó de su ensimismamiento:

— Señorita Ayame, hemos sostenido deliberaciones y llegado a una decisión que demanda su pronta atención — resonó la voz de uno de los líderes con urgencia y seriedad.

— ¿Alguien murió o algo así? — preguntó con sarcasmo, aunque sospechaba lo que vendría a continuación.

— Hemos llegado a la conclusión de que es imperativo que regrese a casa. Su presencia es necesaria en un asunto de suma importancia. Con todo lo que ha aprendido y la cantidad de dinero que se ha invertido en su educación durante estos años, es natural que sea de nuestras armas más fuertes. Ya que se convirtió en una hechicera de grado especial, necesitamos asignarle una misión que solo usted puede llevar a cabo..... — la voz del líder resonó con una gravedad que dejó en claro que la llamada no se trataba de una simple formalidad.

El corazón de Ayame latió con una mezcla de emociones conflictivas al escuchar su nueva misión. Itadori Yuji, un nombre que jamás había escuchado en su vida, estaba siendo juzgado en secreto por el clan Zenin como un enemigo que debía ser eliminado, por ser el recipiente de una maldición poderosa llamada Sukuna. Y por supuesto que la persona elegida para llevar a cabo la ejecución del muchacho sería ella. Aquella perspectiva le planteó preguntas morales y éticas que no la dejaron dormir en toda la noche...

¿En verdad debo regresar para matar a un chico que no conozco?


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Holaaaa, me presento. Soy una escritora aficionada y este es el primer fanfic que hago. Se que probablemente no tenga muchos (o ningún) read pero lo hago más que nada para practicar y entretenerme. Estaré publicando por lo menos una vez por semana (o al menos eso intentaré). Siéntanse libres de disfrutar este fanfic conmigo.... o no... 

Nos vemos!!!

Entre ayer y hoy (Satoru Gojo x Lectora / Kento Nanami x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora