¿Amistad?

603 82 25
                                    


— ¡No puedo creer que sea tan... idiota! —  exclama la chica mientras le da un sorbo más a su bebida — Me suelta una bomba así y espera ¿que cosa? ¿que todo quede perdonado y ya? 

— Trata de relajarte Zenin... — Nanami la tranquiliza mientras le rellena el vaso con un poco más de whisky.

Ayame sostuvo su bebida entre sus manos temblorosas. El alcohol le proporcionaba una sensación de calma que necesitaba en ese momento.

Había llegado al apartamento del rubio hace aproximadamente una hora. Y sin dudarlo, decidió desahogarse con su amigo más cercano.  La tensión en su pecho encontró un alivio momentáneo al compartir con él cada detalle de lo ocurrido con Gojo.

Ayame dejó que sus pensamientos fluyeran durante unos buenos diez minutos. Había divagado sobre toda la situación con su ex novio, y la confesión que este le había hecho. El whisky, combinado con la presencia tranquila de Nanami, había tenido un efecto tranquilizador en su estado de ánimo.

El rubio observaba con atención, sin interrumpirla, escuchando cada palabra con una serenidad que contrastaba con el agotamiento emocional en la expresión de Ayame. 

— Lo siento, Nanami. Se que parezco una niña estúpida hablando de él después de todo este tiempo — admitió con una sonrisa cansada y un suspiro. 

Nanami le devolvió una mirada tranquila.

— La verdad me trae recuerdos — el rubio río suavemente — siempre solías contarme tus problemas con Gojo. 

— Perdón por eso, y... gracias por escucharme — murmura Ayame suavemente. 

Nanami responde con un "Hmm" indiferente, su expresión tan estoica como siempre, una visión bastante típica de él.

— Debes estar agotada Zenin... te mostraré tu cuarto para que puedas descansar. — pronuncia en su habitual tono plano, su expresión ilegible. 

Hay un momento de silencio mientras el rubio se pone de pie y comienza a moverse hacia el pasillo, haciendo un gesto para que Ayame lo siga. La chica observa su figura en retirada y se da cuenta de que hay algo en el chico que hace que quiera pasar más tiempo con él.

Ella no lo había notado hasta ese momento, pero cada gesto de Nanami, desde sus miradas tranquilas hasta sus toques reconfortantes, generaba una mezcla de sentimientos difícil de descifrar. La amistad sólida que habían construido actuaba como el telón de fondo de una nueva y delicada trama emocional. 

¿Estaba sintiendo algo más que amistad? 

Tal vez. 

Entonces, sin pensarlo dos veces, Ayame habló. 

— Espera... — la mirada del rubio se encuentra con la de la chica — Aún es temprano, la verdad no estoy tan cansada. ¿Qué tal si tomamos un par de vasos más? Por los viejos tiempos.

La chica analiza el rostro de su amigo intensamente, buscando cualquier reacción dentro de su expresión ilegible. La mirada de Nanami se detiene en ella por un momento, y en ese intercambio silencioso, se pueden ver los engranajes girando en su mente. Un sutil parpadeo en sus ojos insinúa contemplación.

— Ambos sabemos que eso no es una buena idea... 

— Vamos, Nanamin — dice con una sonrisa traviesa  — no seas aguafiestas. 

Después de una pausa que parece más larga de lo que es, finalmente asiente y su respuesta es tan simple y enigmática como siempre. 

— Está bien — suspira — Y... deja de llamarme así. 

Entre ayer y hoy (Satoru Gojo x Lectora / Kento Nanami x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora