Entre ayer y hoy (Satoru Gojo x Lectora / Kento Nanami x Lectora)

Diálogos y Dudas

Después de la breve presentación por parte de Gojo, Ayame saludó a los tres chicos con una sonrisa, sin embargo, fijó su atención en Yuji, quien se había convertido en su objetivo momentáneo. 

Ayame no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad de obtener más información. Itadori, por su parte, se mostraba despreocupado, conversando animadamente con ella.

— Entonces, Yuji, ¿qué te trajo a Jujutsu High? — preguntó Ayame con una sonrisa que ocultaba su intención de interrogar al joven. 

— Bueno, en realidad fue una serie de eventos... digamos, inusuales. Pero aquí estoy, tratando de aprender cómo lidiar con maldiciones... — Itadori encogió los hombros con una sonrisa amigable.

Gojo, que había estado observando la conversación, no pudo evitar sentir un pequeño pinchazo en su ego. Después de todo, había pasado años sin ver a Ayame, y ahora que finalmente se reencontraban, parecía estar más interesada en Itadori que en él. 

— Vaya, suena interesante — comentó ella, su tono casual ocultando su verdadera curiosidad. —¿Y qué opinas de Gojo-sensei? — Ayame quería tantear que tan cercana era la relación de Itadori con Gojo, sería un problema enorme si tuviera que lidiar con el peliblanco también. 

— Es un tipo genial, muy fuerte. Un poco... extravagante, pero definitivamente sabe lo que hace. — Itadori miró hacia donde Gojo estaba parado, apoyado en una columna, mirándolos.

Gojo se aclaró la garganta y se unió a la conversación. — ¡Oh, vamos, Yuji! ¿Extravagante? Yo diría que soy inolvidablemente carismático.

— ¡Sí, eso es una forma de decirlo! —Itadori rió.

— Que fastidio, parece que esos dos son cercanos — pensó Ayame.

Ayame comenzó a obtener más detalles sobre Itadori, mientras Gojo, por su parte, se esforzaba por mantener su actitud relajada. 

Megumi, que había estado observando en silencio, finalmente decidió sumarse a la conversación. — Parece que tienes a Ayame interesada en tus asuntos, Itadori.

— Mierda, ¿fui muy obvia? — pensó Ayame

— Bueno, no es como si tuviera muchos asuntos.— Itadori sonrió, rascándose la nuca.

Ante el comentario de Megumi, Ayame dejó el interrogatorio y volvió a enfocarse en responder las preguntas que los estudiantes tenían sobre su técnica. 

Después de un rato, la mañana llegó a su fin, y Ayame vio su reloj, aun sintiendo la sospechosa mirada de Megumi sobre ella. — Fue un placer conocerlos a todos. Tengo que irme ahora, pero tal vez nos veamos de nuevo antes de que vuelva a viajar.

— Espero que no trates a Itadori si fuera un archivo de investigación la próxima vez.— Nobara cruzó los brazos.

— Haré lo posible por recordarlo. — Ayame rió.

Con una sonrisa que intentaba ocultar su compleja mezcla de emociones, Ayame se despidió de todos y comenzó a caminar en dirección a la salida de la secundaria. A medida que dejaba atrás los murmullos y risas de los estudiantes, sus pensamientos se centraron de nuevo en Yuji Itadori, el motivo subyacente de su inesperada visita a Japón. 

— ¿Cómo es posible que este chico sea tan peligroso? — se preguntó Ayame en silencio. — Se ve tan... normal.

— No parece el tipo de persona que podría representar una amenaza para nadie — pensó con una mezcla de confusión y escepticismo. Sus pasos se volvieron más lentos mientras su mente continuaba dando vueltas a la situación. — ¿Había algo que no estaba viendo? ¿Algún detalle que le había escapado?