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Al llegar guardamos todo en su lugar, charlábamos y hasta reíamos sin necesidad del alcohol, pedimos pizza, algo típico, pero Will no resistió y se durmió.

Así que ni bien quedó dormido, comimos y miramos una película, la cual ni bien terminamos, sacamos las botellas de vodka y vino blanco.

Tomamos, no se cuanto, pero las botellas estaban vacías por completo, todo a mi alrededor estaba borroso, se escuchaba la música, Oli movia sus caderas al ritmo, parecido a como Bill lo hacía.

Tom estaba detrás de mi, apoyando su torso con mi espalda y sus manos en mi cintura, moviéndonos al ritmo de la música.

No se como llegamos, pero estábamos en un club, de ahí provenía la música y nuestros bailes, estaba lleno de adolescentes sudorosos y hormonales, la única diferencia con nosotros, es que ellos eran adolescentes.

Fui a la barra por otro vaso de cerveza, un hombre se sentó cerca de mi, mirándome mientras se acariciaba la barbilla, asqueada decidi irme.

—¡Espera muñeca!— Me dijo y yo, claramente borracha me di vuelta y me senté a su lado, era pelinegro, me miraba con al parecer, deseo.

—VEte aSqueroso vIejo verdE— Me tomó me del brazo y me acerco a él, las voces ajenas empezaron a ponerse borrosas tanto como la música, eso me pareció extraño, ya que estaba lo suficientemente consciente como para que supiera que algo no andaba bien.

Ahora todo estaba en silencio, todos parecían bailar en cámara lenta, la música ya ni se escuchaba, solo podía sentir la pesada respiración del extraño hombre.

Se acerco a mi oído, y mis ojos se abrieron, me sentía en una auténtica película de terror.

—Ella está cerca, en esa misma calle, ese mismo barrio, más cerca de lo que crees, pero hay algo, el la tiene, y no la soltara hasta saber que tu ya no respiras..— Ni bien termino de decir eso, todo se volvió negro, el club se esfumó tanto como las personas, miré para todos lados desesperada.

Y ahí empezó, ese mismo silbido, demasiado macabro y saturado, pero no veía a nadie, solamente una persona dada vuelta, empecé a caminar, sin rumbo alguno, miraba con atención para todos lados totalmente perdida.

El hombre comenzó a darse vuelta con una lentitud desesperante, ahi estaba, era el, James, no sabia como, pero se empezó a acercar a mi, asustada como nunca, comencé a correr. Dijo algo que por suerte llegué a escuchar.

—Tu hijo esta solo en casa..— Hablo James, había olvidado por completo su voz, y había olvidado por completo el hecho de que Will estaba solo en casa.

—Caza fácil.. — Dijo por última vez, se alejo silbando, mis ojos se abrieron, la voz de Tom sonaba como un eco, estaba tirada en el piso del club, la música había frenado y la gente me miraba asombrada.

—¡Lea!— Me sacudía Tom, yo me levanto de un salto y mire donde el hombre que me había hablado estaba sentado.

Ya no estaba..

—Tom..— Este me sostuvo.

—¿¡En que mierda estabas pensando!?— Me grito rabioso.

—El hombre Tom, el hombre que estaba aquí, sentado, con barba pelinegro— Me miro con confusión.

—No había ningún hombre aquí Lea..— Mis ojos se abrieron en grande, me había desmayado, en ese momento mi instinto hizo que saliera corriendo del club, camino a casa, me había olvidado de Will, el alcohol me había hecho olvidarlo, las lágrimas cayeron inoportunamente, no estaba triste, estaba desesperada.

La puerta estaba abierta, mi corazon se detuvo por un segundo, subí como pude las escaleras y entre corriendo.

—¡WILL!— La garganta me ardió al gritar, no podía estar tranquila ni una hora, subí la habitación, abrí la puerta y..

Noah estaba ahí.

Estaba jugando con unos autitos junto a Will, que reía divertido por las estupideces que Noah le decía, me acerque con rapidez.

—¡Aléjate!— Aparte a Noah y aliviada abrace a Will con todas mis fuerzas.

—¡Mami!— Grito feliz y me abrazo, sonreí y me di vuelta mirando a Noah, lanzándose una mirada asesina.

—¡Ya mismo me explicaras todo!— Lo levante del brazo y lo guíe a la sala, abajo estaban Oli, Bill y Tom, este último puso una expresión seria al ver a Noah, pareció reconocerlo.

—¿Que hace el aquí?— Pregunto con enfado.

—Cuando llegue estaba la puerta abierta y.. El con Will— El ceño de Tom se frunció y se acerco a Noah más rápido que la luz.

—¡¿Que mierda hacias con mi hijo?!— Yo agarro del cuello y pude jurar que Noah estaba en el aire, intentaba sacarse las manos de Tom, cosa que fue inútil.

—¡Espera Tom!— El nombrado me miro —Déjame hablar con el— Noah puso una expresión peor que la que tenia cuando Tom lo alzó, por un momento dude si me tenía más miedo a mi que a Tom. Cuando lo bajo Noah tosió en busca de aire y Tom se dio vuelta rabioso, Bill le dijo algunas cosas inaudibles para mi, Oli estaba literalmente impactada.

Me lo llevé a la cocina, me apoye en la pared y me cruce de brazos, esperando una respuesta.

—Habla, ahora mismo— Se quedó en silencio —Ahora, Noah..

—Bien, yo em.. planeaba hacerte una pequeña visita — Alce una ceja con enfado — Y la alarma del barrio empezó a sonar, ahí vi la puerta de tu casa abierta, así que decidí meterme, no había nadie dentro, creo que de alguna manera pudiste haberte olvidado la puerta abierta— Me quede boquiabierta, había puesto la vida de mi hijo en riesgo, dejándole paso a mi casa en bandeja de plata.

—Escuche el llanto de un niño— Continuo —Subí las escaleras y me encontré con un niño rubio, ni bien lo mire a los ojos, supe que era tuyo— Baje la cabeza, arrepentida por haberlo maltratado minutos atrás.

—Gracias..— Solte —Creo que mereces un contexto bastante grande..

—No te veo hace años, traje un pedido y lo unico que hiciste fue cerrarme la puerta en la puta cara, me conformaba con un hola..— No hable, me miro de arriba a abajo —Cambiaste, estas muy bonita— No pude evitar ruborizarme.

—Ven, debo explicarte todo..— Lo tomé del brazo y lo llevé a la sala otra vez.

Es hora, de buscar otro aliado..

Not Just Sex Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora