𝘗𝘳𝘰𝘭𝘰𝘨𝘰

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7 de diciembre del 2018

Llegaba de comprar algunas cosas que necesitábamos yo y los chicos, ya llevaba 8 años de relacion con Tom, los mejores 7años de mi vida. Abrí la puerta y el silencio inundo mis oídos junto con la tranquilidad, suspire ya relajada pero antes de dejar todas las bolsas sobre la mesa de la sala escuche un pequeño y débil gemido, palidecí al saber que provenía de la habitación mía y de Tom. Trague saliva, en mi mente solo había dos palabras "Porfavor no..". Me acerque a paso lento a la puerta y la abrí, encontrándome con lo que menos quería encontrarme, o eso imagine.

La ropa tirada por todos lados, restos de comida, últimamente Tom estaba siendo bastante descuidado y yo me estaba volviendo más insistente con la limpieza. Ropa sucia, papas fritas, gaseosa tirada por todos lados, apreté los puños con fuerza para no estallar.

Estaba tirado en la cama mirando la televisión, una que habíamos comprado hace algunos meses, mientras comía unos snacks.

—Tom.. la ropa— Levantó la cabeza y me miro, como si nada sucediera. Simplemente me ignoro y siguió mirando la televisión, suspire con pesadez.

—En un rato la levanto linda

–Tom, porfavor, esta todo hecho un desastre– Eleve un poco la voz. Rodó los ojos, no entendía aquella actitud hasta que vi las botellas de cerveza sobre la mesa de noche, estaba borracho.

—¡Es un sabado por la tarde Lea, no insistas!

—Si no fueras tan desordenado, no insistiria

—Y si tu quieres que este limpio, limpialo tu— Me quede callada, la ira inundó mi cuerpo y me agache para tomar una de sus camisas tiradas en el suelo y se la tire bruscamente en la cabeza.

—¡¿Que carajo Lea?!— Se levanto algo amenazante y agarro fuertemente la camisa.

—¡Aprende a limpiar, todo lo tengo que hacer yo Tom!— Le grite, el frunció el ceño enfadado y se acerco a mi.

— ¡¿Porque siempre tienes que ser tan dramatica?!— Lo mire indignada y apreté aun más los puños.

—¡No es ser dramática! ¡Es estar cansada de hacer todo sola! Ni los chicos me ayudan.. Solo, Bill

—Desearía que no seas tan..— Se callo la boca, el enfado desapareció de mi y se transformó en una especie de tristeza. Pero debía demostrarle lo enojada que estaba.

—¡¿Que no sea tan que?! ¡Escupelo!– Apretó los labios y tiro la camisa hacia la pared fuertemente, casi golpeando mi cara.

—¡Molesta!— Libero porfín, mis ojos se llenaron de lagrimas, odiaba ser tan débil ante sus palabras. Me las limpie rápidamente con el antebrazo.

—¡E-Entonces deberias buscarte a a-alguna menos molesta!— La voz se me quebraba y las lagrimas aparecían de nuevo.

—¡Debería!— Un "Crack" fue lo que retumbó dentro de mi cabeza, mis ojos quedaron abiertos, estaba sorprendida, enojada, decepcionada, tenía ganas de llorar, demasiadas. El me miro, arrepentido de sus palabras y sin decir nada más, pase por su lado chocando fuertemente mi hombro con el suyo, haciéndolo tambalear.

Saque mi valija del armario y comencé a guardar todo. El se dio vuelta rápidamente y me miro, confundido.

—¿Que crees que haces..?— Hablo en un débil susurro.

—Irme, Tom. Esto termina aquí– Libero aire y se acerco a mi.

—Lea, no..— Intento agarrarme del brazo pero lo aparte bruscamente y me di vuelta, sin poder detener las lágrimas que recorrían por completo mi rostro.

—Terminamos, Tom.— Petrificado me miro, abrió sus ojos en grande, parecía intentar decirme algo, trago saliva y note como sus ojos se cristalizaron, me rompió el corazón verlo así, pero al parecer, esta relación no debía continuar.

Al terminar camine hacia afuera del hotel, empacar 8 años de mi vida no había sido fácil, le pedí a un chófer que me llevara al aeropuerto, el asintió, cuando caminábamos hacia el auto sentí un agarre en mi brazo que me hizo darme vuelta. Era Tom, me miraba fijamente con los ojos llenos de lágrimas.

—T-Tu lo dijiste— Lo mire confundida.—D-dijiste que me amabas— Una débil lágrima recorrió su mejilla, mi corazón se achicó, cerré los ojos con fuerza.

—¿Tiraras 8 años de relacion a la basura?— No sabia que decir, así que sin más, saque mi brazo lentamente.

—No dejaré que nos lastimemos..— Me di vuelta y camine, ignore sus gritos llamándome y con mi mano seque mis lágrimas, subiendo sin mirarlo una vez más, porque sabía que si lo miraba, querría correr hacia el y abrazarlo fuertemente.

No lo dude una vez más y decidí irme hacia Estados Unidos, les explique todo a mis padres en una llamada rápida, me suplicaron porque me quedara, no les hice caso. Bill también me llamó, no tuve la valentía para contestar.

Estaba decidida, empezaría de nuevo, cambiando mi imagen, consiguiendo una caza nueva, por suerte tenía el dinero para hacerlo y supe que empezaría de nuevo, cuando al momento de esperar al avión, tuve que correr desesperadamente al baño para vomitar, sin saber que me esperaría al llegar...

Not Just Sex Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora