Un cambio inesperado

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El primer día de Félix en la preparatoria había llegado, y aunque sentía nervios, también estaba emocionado por esta nueva etapa en su vida. Desde que dejó la secundaria el año pasado, había estado esperando con ansias el cambio y la oportunidad de conocer nuevas personas. Pero lo que no esperaba era encontrarse con Samantha de nuevo.

Mientras caminaba por los pasillos de la preparatoria, Félix notó que todas las miradas estaban centradas en una chica que estaba hablando con un grupo de estudiantes. Era Samantha, sin duda alguna. Su cabello largo y su sonrisa radiante destacaban entre la multitud. Félix no pudo evitar sentir un nudo en el estómago al darse cuenta de que su presencia seguía siendo tan dominante como antes.

Recordó los días en la secundaria, cuando Samantha era el centro de atención. Siempre había sido la mejor promedio de la clase, engreída y popular, y nunca perdía la oportunidad de recordárselo a todos. Félix suspiró, pensando que finalmente se había librado de esa tortura cuando terminó la secundaria.

Pero aquí estaba, en la preparatoria, enfrentándose de nuevo a la realidad de que Samantha aún tenía un efecto magnético en todos. Observó cómo los chicos y chicas se acercaban a ella, deseando hablar y estar cerca. Era como si nada hubiera cambiado.

A medida que avanzaban los días en la preparatoria, Félix notó que sus horarios coincidían con los de Samantha en varias clases.

En una soleada mañana, durante una clase de literatura, la profesora estaba intentando impartir la lección mientras Samantha no parecía poder mantener la boca cerrada. La profesora finalmente explotó—¡Samantha, por favor! ¡Esto es una clase, no un lugar para platicar!

Samantha pareció no estar afectada por la reprimenda y siguió hablando con su amiga como si nada hubiera pasado. La profesora suspiró, claramente frustrada.—Samantha, has cruzado la línea. Te sientas al lado de Félix para el resto de la clase. Tal vez eso te ayude a concentrarte.

Félix, que estaba sentado solo en su asiento, levantó la mirada sorprendido cuando Samantha se acercó y se sentó junto a él. La profesora continuó la lección, y Félix pudo sentir la tensión en el aire mientras intentaba concentrarse en sus apuntes.

Después de unos minutos, Samantha lo miró de reojo, parecía que estaba tratando de recordar algo. Finalmente, sus ojos se iluminaron un poco y ella murmuró—Félix, ¿no?

Félix asintió, sorprendido de que ella lo hubiera recordado.—Sí, soy Félix.

Samantha pareció reflexiva por un momento. —Éramos de la misma secundaria, ¿verdad? El año pasado.

Félix asintió nuevamente, sorprendido de que ella lo hubiera reconocido.—Sí, es cierto.

Samantha suspiró, mirando al frente.—No puedo creer que me hayan hecho esto. No me importa en lo absoluto. Estoy segura de que solo están celosos de mi capacidad para socializar, además esta pinche materia ya me la sé al revés y al derecho.

Félix no pudo evitar soltar una pequeña risa ante su actitud engreída.—Tal vez solo quieren que todos podamos escuchar la clase.

Samantha le dirigió una mirada sorprendida, como si no estuviera acostumbrada a que alguien le respondiera de esa manera. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, la profesora retomó su lección y la clase continuó.

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Félix observó de reojo cómo Samantha estaba absorta en su teléfono durante la clase, intercambiando mensajes con varios chicos en Instagram.

↳ one shots ༉‧₊ ❝[Riverduccion] ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora