↳ one shots ༉‧₊ ❝[Riverduccion] ❞

Besos

El sol se ponía en el horizonte mientras Ama y Ari, emocionadas y llenas de entusiasmo, buscaban convencer a Samantha para ir a la fiesta de la noche. La música, las luces brillantes y la promesa de una noche inolvidable llenaban el aire de emoción.

—Samy, ¡tienes que venir con nosotros! Va a ser la fiesta del año, ¡te lo prometo!—exclamó Ama con una sonrisa traviesa.

Samantha miró a sus amigas con cierta indecisión. —No sé, chicas. No estoy segura de que sea lo mío. Prefiero quedarme en casa y leer o ver una película—respondió con timidez.

Ari se acercó y le tomó las manos con entusiasmo. —Vamos, Samy. Será divertido, y Félix también va a estar allí—dijo con un tono juguetón.

Samantha se sonrojó ante la mención de Félix, su mejor amigo y confidente, aunque en su mente ella y Félix eran mejores amigos, su corazón le decía otra cosa. Siempre se habían apoyado mutuamente, y él siempre había estado allí para ella.

Samantha se mordió el labio, considerando la idea. —Bueno, supongo que no puedo resistirme a pasar tiempo con ustedes dos y, por supuesto, con Félix. Está bien, iré a la fiesta—dijo finalmente con una sonrisa.

Las dos hermanas dieron saltitos de alegría, celebrando su decisión. Se prepararon para la noche con entusiasmo, eligiendo atuendos y compartiendo risas mientras se arreglaban.

El ambiente vibrante de la fiesta rodeaba a Samantha y Félix mientras tomaban sorbos de vodka y se sumergían en la música y la diversión. Entre risas y bailes, sus miradas se encontraban con frecuencia, y una chispa especial comenzaba a surgir entre ellos.

Con cada trago, la timidez que solía caracterizar a Samantha desaparecía, y su confianza aumentaba. Se sentía más libre y atrevida, dejándose llevar por el momento. Félix, por su parte, también estaba disfrutando de la noche y la compañía de Samantha.

Entre la multitud, encontraron un rincón más apartado donde se podían sentar y charlar sin distracciones. Sus risas eran contagiosas, y compartieron confidencias y anécdotas de su amistad mientras se sentían más conectados que nunca.

—Es increíble lo bien que la estamos pasando—dijo Félix con una sonrisa cariñosa.

Samantha asintió, mirándolo con ojos brillantes. —Sí, de verdad. Nunca imaginé que podríamos divertirnos tanto juntos—admitió.

La cercanía entre ellos era innegable, y se dieron cuenta de que estaban experimentando algo más profundo que una simple amistad. El alcohol había eliminado las barreras que los separaban, permitiéndoles ver la conexión especial que siempre había estado ahí.

En un impulso, se acercaron y sus labios se encontraron en un beso lleno de pasión y cariño. Fue como si el mundo se detuviera a su alrededor.

Samantha se sentó a horcajadas en Felix, las manos de Samantha se encontraban en la nuca de Félix, mientras que las de él ya se encontraban recorriendo todo su cuerpo. Se separaron por la falta de aire, pero en cuanto ambos suspiraron, el olor a vodka hizo que se volvieran a unir en un ardiente y apasionado beso. Sus lenguas hacían un perfecto juego, Félix se acercó al cuello de Samantha, dejando pequeñas marcas.

Ari y Ama continuaban buscando a Samantha por toda la fiesta, entre risas y música. De repente, sus ojos se posaron en un rincón apartado donde vieron a sus dos amigos besándose apasionadamente. Ambas se quedaron paralizadas, sorprendidas y desconcertadas por lo que estaban presenciando.

Ari se mordió el labio, sin saber cómo abordar la situación. —Ama, ¿qué hacemos?—susurró, tratando de no llamar la atención.

Ama frunció el ceño, preocupada. —No lo sé, esto es complicado. Parecen estar muy ebrios—respondió en un tono preocupado.