¿Bebés? No gracias

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˗ˏˋ 17 Años࿐ྂ

Samantha despertó sobresaltada por el sonido insistente de su celular. Con los ojos apenas abiertos y la mente aún nublada por el sueño, estiró el brazo para alcanzar el dispositivo que vibraba en su mesa de noche. Sin mirar la pantalla, deslizó el dedo para contestar.

—¿Hola? —murmuró con voz ronca y adormilada.

—¡Wey! —la voz de Ari, su amiga, resonó en el altavoz—. ¿Por qué faltaste? ¡Te tocó hacer el proyecto con el rarito de Félix!

Samantha cerró los ojos y soltó un suspiro cansado—Pendeja, me esguincé el pie ayer en el entrenamiento.

Un silencio incómodo siguió al otro lado de la línea. Finalmente, Ari habló, con tono ahora más preocupado.

—¡Ay, no sabía! ¿Estás bien?

—Sí, estaré bien. Solo necesito descansar.

Samantha se recostó en su almohada, tratando de asimilar la noticia de que tendría que trabajar con Félix en un proyecto. Se frotó los ojos, intentando despejarse.

—Oye, Ari —preguntó, todavía adormilada—, ¿qué proyecto tengo que hacer con Félix?

Ari soltó una risita al otro lado de la línea antes de responder—Pues van a tener que cuidar un bebé que actúa como uno real —dijo con tono travieso.

Samantha frunció el ceño, algo confundida—¿Un bebé que actúa como uno real? ¿Qué significa eso?

—Es un muñeco especial —explicó—. Llora, necesita que lo alimenten, le cambien el pañal y todo eso. Es para la clase de biología. La idea es que aprendamos lo difícil que es cuidar de un bebé. ¿No te avisaron?

Se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Cuidar un bebé falso con Félix... no era exactamente la tarea que esperaba.

Samantha entró en el salón de clases con una ligera cojera, apoyándose en una muleta para aliviar el dolor de su esguince. Al abrir la puerta, se encontró con una escena que la hizo detenerse en seco: todos sus compañeros estaban sentados en sus mesas, sosteniendo bebés falsos en brazos. La habitación estaba llena de suaves murmullos y sonidos ocasionales de llanto de los muñecos.

Ari, quien estaba sentada cerca de la entrada, le hizo señas para que se acercara. Samantha avanzó lentamente, tratando de no llamar demasiado la atención.

—¡Pendeja! —exclamó Ari en voz baja, sonriendo—. Qué bueno que viniste. Tu "bebé" te está esperando. Tienes que ir a sentarte con Félix.

Samantha frunció el ceño, suspirando antes de responder.

—Genial... —murmuró con una mezcla de resignación y nerviosismo. Miró a su alrededor, buscando a Félix, y lo encontró sentado al fondo del aula, con el bebé falso en brazos.

Se dirigió hacia él, y cuando llegó a su lado, Félix levantó la vista y le dirigió una sonrisa cansada. Sin decir una palabra, le entregó al muñeco, que empezó a llorar casi al instante.

—Ya estoy cansado —dijo Félix, frotándose los ojos con las manos—. Llevo todos los días con este bebé. Tu turno.

Samantha tomó al muñeco con cautela, intentando calmarlo. Se sentó a su lado y miró a Félix con una mezcla de diversión y simpatía.

—No pensé que te cansarías tan rápido —comentó con una sonrisa—. Parece que la paternidad no es lo tuyo.

Félix se encogió de hombros y le devolvió la sonrisa, pero antes de que pudiera responder, el "bebé" comenzó a llorar más fuerte.

↳ one shots ༉‧₊ ❝[Riverduccion] ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora