Volver a enamorarte

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Samantha caminó hacia la sala, encontrando a Félix visiblemente molesto—¿Otra vez, Félix?—preguntó, su tono de voz mezcla de agotamiento y exasperación.

Félix frunció el ceño—No puedo evitarlo, Samantha. No me gusta verte tan cercana a otros chicos todo el tiempo. No sé qué están pensando.

Samantha soltó un suspiro, dejando caer su bolso en el sofá—Félix, necesitas confiar en mí. Estos celos están dañando nuestra relación.

Él cruzó los brazos, mirándola intensamente—¿Cómo puedo confiar cuando siempre estás sonriendo y riendo con otros tipos? No entiendo por qué necesitas estar tan cerca de ellos.

Samantha se acercó, tratando de calmar la situación—Son solo amigos, Félix. No hay nada más. Necesitas entender que confiar en tu pareja es fundamental.

Félix negó con la cabeza—No puedo simplemente ignorar mis instintos. Siempre estoy preocupado de que encuentres a alguien mejor.

Las palabras de Félix resonaron en la habitación, creando un silencio incómodo. Samantha finalmente habló, su voz firme—Esta desconfianza constante está destruyendo lo que teníamos. Si no puedes superar tus celos, no sé si podremos seguir juntos.

Félix se puso de pie con brusquedad, su mirada cargada de frustración—No quiero seguir discutiendo, Samy. Necesito tiempo solo—expresó en un tono firme mientras se alejaba hacia la puerta.

Samantha, al borde de las lágrimas, lo detuvo con un susurro roto—Félix, ¿no podemos resolver esto? No quiero que te vayas así.

Él evitó su mirada, con los puños apretados—No ahora. Necesito espacio para pensar—dijo, y con un gesto brusco, abrió la puerta y salió, dejándola sola en la penumbra de su departamento.

La puerta se cerró con un sonido sordo, resonando en la habitación. Samantha se dejó caer en el sofá, abrumada por la tristeza. El silencio solo era interrumpido por sollozos apagados mientras intentaba contener las lágrimas.

Miró alrededor, la habitación que solía ser su refugio compartido ahora se sentía vacía y fría. Los recuerdos de risas compartidas y momentos felices solo aumentaban la intensidad de su dolor.

El sonido del motor de Félix arrancando afuera marcó su partida. Mientras las lágrimas caían, Samantha anhelaba que, con el tiempo, pudieran reconstruir lo que una vez tuvieron.

Félix llegó a su departamento, la rabia aún palpable en cada paso que daba. Golpeó la mesa con frustración y dejó escapar un suspiro pesado. Mientras se encontraba solo en su silencioso refugio, las palabras de la discusión resonaban en su mente, y la soledad se tornaba más aguda.

Después de un tiempo reflexionando en su propio remordimiento, Félix tomó su teléfono y escribió un mensaje a Samantha.

"Samy, necesito disculparme. No deberíamos habernos dejado llevar por la discusión. Lo siento. ¿Podemos hablar y encontrar una solución juntos?"

Félix observó con nerviosismo el pequeño indicador de "Entregado" junto al mensaje que había enviado a Samantha. La ansiedad creció en su pecho mientras esperaba una respuesta que no llegaba. Conocía la fortaleza del carácter de Samantha, pero esta vez sentía que la distancia entre ellos era más grande que nunca.

Después de un tiempo angustiante, decidió enviar otro mensaje, esta vez expresando aún más sinceridad.

"Samy, lamento profundamente lo sucedido. No quiero que esta pelea nos separe. Mis palabras fueron impulsivas y sin pensar. Por favor, permíteme disculparme en persona y encontrar una solución juntos. Te extraño."

↳ one shots ༉‧₊ ❝[Riverduccion] ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora