↳ one shots ༉‧₊ ❝[Riverduccion] ❞

Celos

Félix y Samantha disfrutaban de su primera cita en un rincón acogedor del café local. La conversación fluía de manera natural, y Félix no podía evitar sentirse más intrigado por Samantha cuando ella comenzó a hablar en francés con el camarero, dejándolo impresionado.

—Samantha, hablas francés con tanta fluidez. ¿Cómo llegaste a aprenderlo tan bien?

—Gracias, Félix. Lo aprendí cuando estaba aburrida durante un verano. Comencé a estudiarlo en línea y luego practiqué con películas y música francesa. Es un idioma hermoso.

—Eso es impresionante. ¿Sabes, tengo curiosidad? ¿Tienes hermanos?

—Sí, tengo tres hermanos. Son un amor, en serio. Siempre están ahí para mí y me cuidan mucho.

Félix se sintió aliviado al escuchar que los hermanos de Samantha eran cariñosos y atentos en lugar de celosos. Había tenido algunas preocupaciones, pero ahora se sentía mucho más tranquilo.

Samantha y Félix se encontraban en la esquina de la escuela, abrazados y compartiendo un dulce beso. El sol de la tarde iluminaba su momento de complicidad. Justo en ese instante, Samantha divisó a su hermano menor, Sebastián, caminando hacia ellos. Sus ojos se abrieron con sorpresa, temiendo que Sebastián se sintiera celoso de Félix.

De inmediato, Samantha se separó de Félix y le dijo en voz baja,—Félix, mi hermano viene hacia aquí, debes irte antes de que lo vea. —Félix asintió con comprensión y temor, se alejó rápidamente, desapareciendo entre los alumnos que salían de la escuela.

Samantha se volvió hacia Sebastián, quien se acercaba con una mirada crítica en su rostro. Sabía que su hermano menor podía ser bastante criticono cuando se trataba de sus relaciones. Con una sonrisa nerviosa, Samantha intentó tranquilizarlo y le dijo,—Hey, Doier, ¿qué haces aquí?

Aunque había intentado usar aquel apodo que calmaba a su hermano, Sebastián le lanzó una mirada asesina, y miró a su hermana mayor, con una pizca de desconfianza en sus ojos, había visto a aquel chico alejarse de manera rápida y sospechosa.

—Estaba a punto de avisarte que volvieras a casa. Tengo planes esta tarde, así que estarás bien.—Samantha le lanzó una mirada sorprendida a su hermano menor.—Antes de que digas algo, iré a hacer una tarea a casa de Sabi, nada más.

—Está bien Doier cuídate ¿si?. Y le avisas a Valdo cuando estés listo.—Apretó las mejillas de su hermano menor, y este se quejó rápidamente. Un poco más allá, estaba Sabi, mirando a Sebastián. Samantha vio a la niña y levantó su mano en forma de saludo, Sebastián salió corriendo sonrojado mientras maldecía a su hermana.

Samantha sabía que el menor problema para Félix iba a ser su hermanito Sebastián, quien tenía trece años, aún así era muy celoso respecto a ella.

Entró a su casa con una sonrisa radiante, y su hermano mayor, Juan, notó de inmediato su expresión feliz. Con una mirada inquisitiva, le preguntó:—Samantha, ¿por qué estás tan feliz? ¿Andas enamorada?

Samantha, sintiendo el calor subir a sus mejillas, negó con la cabeza rápidamente.—¡Claro que no, Juan! No tengo novio ni nada parecido.

Juan, siempre celoso y protector con su hermana pequeña, frunció el ceño.—Recuerda que no debes tener novio hasta los 40 años, ¡te lo he dicho mil veces!

Justo en ese momento, su esposa Abril, intervino con un tono más comprensivo.—Juan, déjala ser feliz. Samantha ya es una adolescente, y es natural que tenga romances . No seas tan estricto.

Samantha agradeció internamente a Abril por su apoyo. Aunque Abril fuera su cuñada y se llevaran unos doce años, la consideraba una de sus mejores amigas. Ella siempre estuvo en su infancia y era como una segunda madre para ella y Sebastián.