↳ one shots ༉‧₊ ❝[Riverduccion] ❞

Secreto

Samantha se recostó en su cama, sosteniendo su teléfono mientras observaba el chat con sus amigas.

Chancludas🩴

Ari:Pendeja, ¿andas por ahí?

Si, ¿Por qué?

Ama: Te queríamos invitar al mall con nosotros y los chicos, ándale ¿Si?

Ari: Samy, acepta por favor.

Mmmm, no lo sé chicas,
tengo que estudiar para el examen

Ari:Vamos, Samantha, además irá Christopher y él ha dicho varias veces que te quiere conocer. Dale una oportunidad, eres la única que falta en tener novio.

Yo no tengo necesidad de tener novio. Salgan ustedes, yo ando estudiando. Disfruten la salida.

Ama:Pinche vieja aburrida, después no andes llorando en nuestra boda cuando todos nos casemos y tú no.

Lo que digas Amairani, lo que digas.

Apagó su teléfono con un suspiro y lo colocó con cuidado en su escritorio. Odiaba que sus amigas intentaran buscarle novio, pero tampoco las culpaba por ello. Vamos, ella era la única que aún no tenía novio, o bueno, eso es lo que ella les había hecho creer a sus amigas y a toda la gente de su alrededor.

Una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios mientras revivía cada momento en su mente.

Había sido todo un acto de equilibrio, entre las risas compartidas, los mensajes nocturnos y los encuentros furtivos. Cada vez que sus amigas o su familia preguntaban, ella simplemente desviaba la conversación, manteniendo su vida amorosa cuidadosamente oculta detrás de una capa de secretismo.

En las reuniones con sus amigas, Samantha recordaba cómo escuchaba sus historias sobre chicos y citas mientras guardaba celosamente su propio romance en su corazón. Había aprendido a evitar miradas prolongadas, a cambiar de tema hábilmente y a borrar los mensajes comprometedores en su teléfono para mantener el misterio intacto.

El hecho de que nadie supiera sobre su novio le daba una sensación de poder y emoción. Cada día que pasaba, sentía que su relación se volvía aún más especial, un secreto compartido solo entre ellos.

Su teléfono sonó; era él, avisando que estaba "afuera". Con "afuera" se refería a la vuelta de la casa de Samantha, donde siempre la esperaba para que nadie sospechara de su relación. Tomó su mochila y se despidió de su familia con un simple "Saldré con las chicas".

En cuanto salió, caminó lo más rápido que pudo. Incluso cuando Félix la iba a buscar, esperaban un par de cuadras para que las vecinas chismosas no vieran. Siempre era el mismo juego: Samantha llegaba al lugar, lo veía y le daba una sonrisa, dándole a entender que fuera detrás de ella sin decir una sola palabra. Cuando ya estaban lejos, solían actuar como una pareja normal.

—Te he extrañado tanto, mi Samy. No sabes cuánto quisiera besarte en la escuela sin tener que escondernos detrás de las gradas.

—Félix, créeme que a mí también me gustaría. Odio que las chicas intenten conseguirme pareja cuando yo solo tengo mis ojos para ti—dijo, dándole un pequeño beso.

—He extrañado tanto tus labios—dijo, volviéndola a besar para luego entrelazar su mano con la de ella.—Ven, vamos a esa heladería.