Sobreviviendo al olvido

XVII. Estado estacionario.

Con toda mi voluntad y en contra de esta, mi mano derecha golpea su mejilla, usando una fuerza tal que pierde el equilibrio y evita caer al piso usando sus manos, pero enseguida se sienta y una de sus palmas acaricia la zona donde la herí. Mantiene la cara baja.
Me arrepiento de todo, primeramente de permitirle volver a mi vida.

En otro momento no sólo hubiera anhelado el acercamiento, me hubiera derretido con ese beso, pero no estamos en esos tiempos y es algo que parece que está ignorando. 

Casi al mismo tiempo llegan todos y mi cara arde de vergüenza. ¿Cuánto tiempo pasó? Ella tiene ese maldito poder de convertir los minutos en segundos. Zach de inmediato nota que Byul está herida, por lo que deja a los niños que corran para no levantar sospecha y se acerca en seguida:

— ¿Qué ha pasado? 
— Nada nuevo, ya sabes. —Zachary le ayuda a levantarse del piso— Prefiero las consecuencias antes que las dudas.

Los niños estaban demasiado ocupados corriendo por la casa como para notar algo de esto.
Él me mira buscando una respuesta pero por suerte Moon habla antes que yo:

— De verdad no es nada, le recordé un asunto muy delicado a Sarah, se enojó y me dio una lección, es todo. Estamos bien.
— ¿Estás segura? 
— Si, Zach. ¿Será que puedas ponerle una película a los niños? Para poder contarte de esto. 
— De acuerdo.

Con cierta desconfianza se aleja y le dice a los niños que les pondrá una película en la pieza de Emily, a lo que ambos gritan emocionados y en seguida se escucha como corren escaleras arriba hacia las habitaciones.
Cuando dejo de escuchar los pasos de Zachary la miro y hablo de frente:

— ¿Estás demente? ¿O sólo eres demasiado transparente con él y le dirás que me besaste? Eso es una infidelidad en todos los países, ¿o es que tienen un matrimonio abierto?
— Tenemos quizá cinco minutos para planear qué haremos. 
— ¿Por qué debería hacerlo yo?
— Porque es obvio que es tu mano la que está marcada en mi mejilla. Entonces, dejemos de perder tiempo. 
Él es más listo de lo que parece... Debemos contarle de Henry. 
— ¿Me estás jodiendo?
— Ojalá, —se ríe— pero no. Es en serio que debemos convencerlo de algo válido, no tienes que decirle todo. Dile que dije algo estúpido y…
— Eso no es mentir, siempre dices cosas estúpidas. —la interrumpo.
— Y le dirás que es algo tan personal y privado que me golpeaste, él sabrá que no estás dispuesta a decir nada más. 

Los pasos de Zach bajan rápidamente por la escalera y siento pánico. 

— Les prometí llevarles palomitas de maíz a los niños. Durante ese tiempo quiero escuchar lo que tienes por decir, Sarah. 

Su voz suena recta, aunque flexible. No está feliz pero tampoco está perdiendo la cabeza al pensar que hay un motivo válido del por qué golpeé a su esposa. «¡¿Son esposos o no?! Esto me quiebra la cabeza, no tengo certeza de nada en cuanto a la relación de los unos con los otros». 

— Habla. —me dice Moon casi con un cronómetro en mano.
— Byul preguntó acerca del padre de Beck, el cual falleció hace un tiempo. 
— Lamento mucho tu pérdida. —dice mirándome con franqueza mientras ya abrió un paquete de palomitas de maíz para microondas. 
—Yo también. —recuerdo por qué estoy hablando de esto, «¿cómo seguir la mentira? Ah, ya sé»— Preguntó sobre nuestra vida sexual. 

Es obvio que Byul hace ese tipo de preguntas. 
Ella sonríe como "recordando" y su mano va a su mejilla otra vez. Empieza a tomar color la herida, creo que me excedí de fuerza. 

— Mira, Sarah. Yo sé qué Byul es así, —pone el tiempo para el alimento y comienza a avanzar, o en todo caso, en cuenta regresiva. Me mira de frente— pero lo que se me hace extraño en esto es que, que yo sepa, no tienen mucho de conocerse, ella suele hacer esas preguntas con personas a las que le tiene más confianza. No es el tipo de persona que se siente cómoda rápidamente.
— Ella y yo nos conocemos desde que Henry estaba vivo. Incluso un poco antes. —responde Byul.
— ¿De verdad? ¿Por qué no me lo habías dicho?