XXVII. Oxitocina.

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— Dormir juntas nunca fue sencillo. —digo como parte del diálogo que mantenemos hace casi una hora la Dra. Anderson y yo— Byul tiene muchos espasmos mientras duerme, de repente sus manos se mueven, o salta estando acostada. 
Cuando nos conocimos no era así… Algo en su organismo cambió con el exceso de sustancias nocivas. 
Odiaba eso, al principio me costó mucho trabajo adaptarme a ello. Con el tiempo dejó de despertarme por las noches, pero cuando nos separamos y pasé la primera noche durmiendo sola… No pude soportarlo. 
Odiaba tanto esa característica suya que cuando me hizo falta me sentí incompleta. Incluso después de discutir, siempre dormíamos juntas. 
No hubo ni una noche que no fuera así.
Una vez ella estaba tan molesta que se fue de la habitación, yo me quedé llorando y meditando la situación. Un par de horas después salí a buscarla y se había quedado dormida sentada en la silla del comedor. Fui a abrazarla por la espalda, conversamos y dormimos en la sala de estar, ese día prometimos no volver a dejar sola a la otra a la hora de dormir… Y lo cumplimos hasta que estuvo en nuestras manos. 
¿Usted ha estado casada o juntada?
— Sí, compartí mi vida y mi apartamento con alguien durante algunos años. 
— Entonces entiende lo difícil que es tener que acostumbrarse nuevamente a una cama fría luego de tantos años donde era el lugar más cálido.
— Es muy difícil. —toma una nota breve, ya no me incomoda, me da curiosidad— Y respecto a todo, ¿qué es lo que te hace sentir el pensar en la relación que tuvieron en aquel entonces?
— Confusión. 
— ¿Por qué?
— Porque a veces me agrada, otras veces la odio, y así muchas veces al día. 
— El asunto que hablamos del abandono tiene que ver, ya que no hubo un cierre apropiado a esa relación, reprimiste todos los sentimientos que tenías, el enojo, tristeza, felicidad, todo. 
En el momento que recuerdes esa relación y a Byul la relaciones con total gratitud indicará que tu duelo ha terminado, no antes. 
No hay necesidad de recordar con enojo, rencor o tristeza a las personas, tampoco debes extrañarlas o anhelar que vuelvan. 
— ¿Y cuánto tiempo lleva eso?
— No hay un tiempo establecido, pero lo estándar va de 6 a 8 meses una vez comenzado el proceso de duelo, que puede ser ahora. 
— ¿Y todo el tiempo que ha pasado? 
— ¿El tiempo de evasión?
— Ah. —golpe bajo— ¿Y cómo comenzamos?
— Comenzando a practicar la gratitud. Seguramente ella hizo cosas buenas por ti. 
— Es difícil de recordar. 
— Si lo bloqueas, sí. Aún con como fue en su pasado hizo cosas que fueron positivas. Quiero que recuerdes al menos una y me la digas detalladamente. Sobre todo quiero que me digas cómo te sentiste con ello. 

Busco entre mis recuerdos y aunque tuvimos buenos momentos, parece que he olvidado la mayoría de las cosas vividas en esos años.
Hago un esfuerzo y entonces viene a mí mente algo en particular:

— Un día que sobrevivimos de suerte, la lluvia estaba a todo lo que podía, era una tempestad eso.
Yo llevaba un vestido y Byul usaba traje a juego. 
Ese día no teníamos planeado más que salir a cenar, pero encontramos a alguien con quien se tenían cuentas pendientes y Byul perdió la cabeza casi de inmediato, ella intentó conversar pero él reaccionó muy mal, por lo que comenzó una persecución pero el hombre venía con otros que lo protegían... Fue un desastre público. 
Estaba segura que si volaba sangre sería nuestra. 
Fue la única vez donde debimos huir, porque no portabamos lo necesario para evitar morir. 
Y tuvimos que salir corriendo en medio de la tormenta. 
Afortunadamente no nos siguieron, ni nos dispararon por la espalda. 
Pero no importa quién seas, un cambio de escenario así y de temperatura es horrible para cualquiera. 
Nos detuvimos en una cerrada y nos escondimos unos minutos en lo que llegaba por nosotras un taxi de aplicación. 
Moon estaba quitándose el saco para darmelo pero le pedí que no lo hiciera. "Mejor abrázame y quédate con él". 
Me dio esa sonrisa boba que no esperaba lo que está pasando. 
Y nos abrazamos hasta que llegó el auto, quien quería negarse a llevarnos hasta que Byul habló con él.
Me sentí... protegida. Ese día sobrevivimos mayormente por ella, si no hubiera actuado rápido nos hubieran asesinado en unos segundos. 
Por eso me sorprende que siendo tan brillante a la vez sea tan tarada.
Pero con Moon siempre se sintió así, que todo estaba en orden, aún en medio del caos. 
— Es muy bello. Pero seguramente recuerdas algo todavía más sencillo. 
— ¿Sencillo?
— Una buena actitud que tuvo contigo sin que hubiera drogas o armas de por medio. 
— Ella me cuidó cuando estuve muy enferma. 
— ¿De qué te enfermaste?
— Me descuidé tanto que durante un tiempo considerable tuve anemia, confundí los síntomas ya que suelen ser reacciones secundarias a diversas drogas que consumíamos, pero con el tiempo se agravó y yo estaba postrada. Ella see encargó de prepararme alimentos altos en hierro, vitamina B12, entre otras. Nunca se iba cuando era la hora de mis suplementos alimenticios y mis medicamento porque quería asegurarse de que los tomaría. 
Al principio necesitaba una transfusión de sangre pero Byul no era compatible, así que rápido halló a alguien que sí y pudo realizarse la transfusión. Luego tuve tratamientos específicos y logré salir de cama, aún así, ella se encargaba de todo, con los meses me sentí capaz de volver a cooperar con ella en todos los aspectos que solía hacer y noté como ella pudo relajarse, finalmente el equipo volvió a funcionar. 

Sobreviviendo al olvido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora