Twenty five

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TOM

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TOM

¿Donde mierda están los chicos cuando les necesito? Y luego el impuntual soy yo, llegan un minuto tarde. No paraba de moverme de un lado a otro. Estaba en la puerta de un centro comercial, le quería dar una sorpresa a Emily, llevaba un día entero pensando como lo haría y hoy con los chicos vamos a comprar todo los necesario para ella. Sinceramente, movería cielo y tierra para hacerla feliz, recorrería el mundo solo para verla, me pondría un disfraz de payaso solo para hacerla reír y poder escuchar su maravillosa risa, me pondría hacer el tonto solo para que deje de llorar.

En resumen: estoy perdido chicos.

Pasaron mil horas hasta que llegaron los chicos, buenos mentira, solo fueron dos minutos pero exagerar las cosas lo hace más interesante. Bill dice que no, pero no le creo. Vosotros tampoco deberías.

Entramos a la primera tienda, una joyería. Los chicos me dijeron que debía darle un anillo de promesa, pero no estoy seguro. Quiero que también sea algo mío, no sé si entiende. Quiero que sea especial, pero que tampoco se abrume, sobre todo, quiero que esté cómoda.

Sinceramente, desde lo que paso en su casa, ha estado decaída ¡Una semana triste ha estado! No puedo permitir eso. Por eso, con esta sorpresa espero que esté mejor.

-¿Qué te parece este? -Georg me enseño un anillo bastante feo, era color plata con una forma rara y destellos rosas brillantes y Gustav le miró mal.

-¿En serio? -dijó el rubio incrédulo y Georg asintió- Ni de coña le va a dar eso a Em -asentí y Georg bufo y dejó el anillo donde estaba. Bill vino con una sonrisa y un anillo en la mano.

Era de oro, finito, con algún brillito color plata, era bastante bonito. Pero todavía no estaba de acuerdo en darle un anillo. ¿Y si la agobio y sale corriendo y no me quiere ver nunca y luego se casa con un tío mejor que yo y el  no la agobia y yo vivo con trescientos gatos solo y llorando? No. Imposible, no puede haber alguien mejor.

-¿Y si buscamos otra cosa? -le pregunte a los chicos y Gustav asintió. Gracias Gustav.

Salimos de la tienda y dinos una vuelta.

-¿Qué le gusta a Em? -pregunta Georg y yo me aclaré la garganta, me toca.

-Eminem, la ropa oscura, le suelen gustar los peluches, y las pulseras, las películas también le gustan -dijo Gustav y yo le mire mal. Ya no te doy las gracias Gus, ahora me caes mal.

-¿Qué tipo de peluche? -pregunta ahora Bill.

-Los osos o las mariposas -dije yo rápido antes que Gustav y él asintió y nos dirigimos a una tienda, de peluches, obviamente.

Miramos cada estaría, sin exagerar, pero no me convivencia ningún peluche.

-Joder Tom -se quejo Bill- decídete ya. -suspiro cansado. Y yo le mire.

E de decir, que cuando estoy nervioso no pienso bien y me cuesta elegir cosas, ademas que quiero que la sorpresa sea perfecta.

Gustav vino con dos peluches, un oso rosa y un oso normal. El oso rosa tenía un corazón del mismo color pero más claro en la tripa y en un brazo tenía cosido una mariposa. Mientras que el oso normal, era marrón, con un color más clarito en la tripa y sujete a un ramo de flores, más bien tulipanes creo.

-Elige. -elevo los dos.

-El marrón -no me lo pensé y Gustav asintió por lo que dejó el oso rosa en un lugar cualquiera y me dio el marrón.

-Págalo. -me señaló con el dedo y asentí.

Me dirigí a la caja y enfrente mía había una señora mayor con su nieta, por lo que parece. La nieta me sonrió y lo hice también y se sonrojó, que mona.

La fila avanzó hasta que llegó mi turno, dejé el peluche en la caja y cogí mi tarjeta.

-Hola, guapo -me dijo la que atendía y yo la miré, era rubia, con ondas en el pelo, el uniforme de la tienda era azul y tenía una chapa con su nombre. Era bastante guapa, pero comparada con mi Emily ella no es nadie.

-Hola -dije sin más, los chicos me estaban esperando fuera.

-¿Es para tu novia? -me preguntó mientras cogía el peluche y escaneó el código de barras

-Sí -a ver, novia novia, no es. Pero lo será.

-¡Oh! Que pena, ya te iba a invitar a algo.

-Aja -mire el peluche que seguía en sus manos- Mucha pena -hablé con sarcasmo y ella asintió.

-Serán 10 dólares -dijo y yo le di el billete y me entregó el peluche en una bolsita con un papel -Por si te aburres de tu novia. -en el papel venía apuntado su número.

-No creo -me dirigí a la salida y los chicos me miraron. Tire el papel a la basura.

(...)

Nos fuimos los cuatro a tomar un helado, hacer compras cansa, no se porque a las chicas les gusta tanto. Bueno, os voy a contar un poco lo que hemos comprado, bueno, mejor dicho, lo que he comprado, porque ellos no han puesto ni un solo centavo. En fin, el peluche comprado, me dijo Gustav de comprarla un vestido para ir a una cena y después hacer la sorpresa, Bill, mágicamente se supo si talla. El vestido lo ha escogido Gustav, era blanco, de seda, con la espalda descubierta y tenía en los bordes destellos negros. Era bastante bonito. Al final, en vez de un anillo compré una pulsera para los dos, el mío tiene una cuerda negra con un circulo blanco en medio y la de ella sería blanca con un círculo negro en medio. Esas las ha elegido Georg. Bill ha elegido el lugar perfecto, ha reservado una azotea, para nosotros solos, donde se podría ver bien el atardecer.

La verdad, espero que salga bastante bien y que no me caiga de la azotea por los nervios.

¡Por dios! ¿Tom Kaulitz nervioso por una chica? Surrealista.






la verdad es que me gusta mucho hacer partes en las que narra nuestro eminem alemán, me hacen bastante gracia jsjs

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la verdad es que me gusta mucho hacer partes en las que narra nuestro eminem alemán, me hacen bastante gracia jsjs







gracias por leer esta historia <3

𝓕𝓪𝓶𝓮 // 𝓣𝓸𝓶 𝓚𝓪𝓾𝓵𝓲𝓽𝔃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora