Salir con una Diosa

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Después de la guerra, la vida volvió a la normalidad. O al menos la normalidad que recuerdo. Me dijeron que debería concentrarme en encontrar un esposo y no trabajar. Pero mi familia murió durante la guerra, así que no trabajar no era una opción. Sin mencionar el hecho de que tener un esposo no es algo que me interese. Finalmente me despidieron de trabajar en la fábrica y me obligaron a dar mi trabajo a los soldados que regresaban. Empecé a trabajar como secretaria, el gobierno británico me trasladó a personas que necesitaban ayuda y finalmente me asignaron a trabajar para un espía británico. Fui entrenado por Etta Candy y ella me presentó a Diana Prince.

Fui cautivada por ella al instante, al igual que todos los hombres con los que se cruzó. Tomó un interés inesperado en mí y nos hicimos amigas rápidamente. Me confió cuánto le dolía perder a su Capitán Trevor. Le conté sobre perder a mi familia. Nos dijimos todo, bueno, puede que le haya ocultado una cosa.

—¿Por qué lo escondes? —Ella era muy directa cuando se trataba de, bueno, todo.

—¿Ocultar qué? —Seguí trabajando en la máquina de escribir mientras hablaba con ella, solo Diana y yo nos quedamos en la oficina y tenía que terminar una última cosa.

—Tus sentimientos.

—No estoy segura de lo que quieres decir, —dejo de escribir cuando mi corazón comienza a latir más rápido y mi cara se pone más caliente, pero no iba a decirle.

—Te gusto, ¿no es así?

Mi corazón se detiene, me toma más tiempo del que debería responder; eso debe ser lo que me delató. —Eres una buena amiga.

—No, no. Más que amiga.

—Diana.

—¿T/n, por qué no puedes decirlo? Aquí, voy a empezar. Me gustas y me gustaría estar contigo- —Tan pronto como comienza su oración, salto de mi silla y me muevo para cubrir su boca, deteniéndola antes de mirar alrededor para asegurarme de que las puertas estén cerradas.

—Diana, detente. No puedes decir cosas así.

—¿De qué estás hablando? Es natural que las mujeres se gusten. Viví en una isla que era todo mujeres, creo que lo sé.

—Sí bueno, tu isla es un lugar muy especial.

—Sí, lo es, —ella mira hacia otro lado, antes de continuar con más fuerza. —Pero, todavía quiero estar contigo. —Susurra y toma mis manos a mis costados. —¿No quieres eso? —Se inclina para obligarme a mirarla a los ojos.

—Sí quiero eso.

—Bien, —sonríe antes de volver a su trabajo. Me quedo allí, mirando alrededor y tratando de resolver lo que acaba de pasar por más tiempo del que debería. Eventualmente me rindo y vuelvo a mi escritorio.

Ese fue el comienzo de algo maravilloso. Nuestra relación comenzó lentamente, desde toques casuales y coqueteos inofensivos hasta salir juntas por la ciudad. Salir era difícil a veces. Diana no tenía miedo de su sexualidad, y aunque yo no tenía miedo de mi sexualidad, tenía miedo de las personas a las que no les gustaba. Quería llevarme a cenar, a espectáculos e ir a bailar, quería experimentar este mundo que antes no conocía. Y quería ayudarla a experimentarlo, pero hacerlo como su novia era algo para lo que no estaba exactamente preparada.

—Diana, no podemos hacer eso. —Retiro mi mano de la de ella y sigo caminando.

—¿Qué quieres decir? Estamos juntas, quiero tomar tu mano. —Deja de caminar y espera una explicación.

—Lo sé, pero se supone que no debemos estar juntas. Cuando lleguemos a casa puedes tomar mi mano todo lo que quieras, pero no aquí.

—No entiendo. Ese hombre llega a tomar la mano de su novia. Eres mi novia y quiero tomar tu mano.

—Pero no eres un hombre.

—No, soy una mujer. ¿No parezco una mujer? —Se mira a sí misma, completamente confundida y no puedo evitar reírme un poco.

—Diana puedo explicarte mejor cuando lleguemos a casa. —Puedo sentir su ceño fruncido pero pronto camina a mi lado. No quiso hablarme en todo el camino de vuelta a mi apartamento, no es que realmente me importara, estaba demasiado preocupada tratando de descubrir cómo explicarle esto.

—Está bien, estamos en casa. Explícame. —Se para a unos metros de mí, con los pies separados y las manos en las caderas.

—Correcto, entonces en este mundo se considera incorrecto que las mujeres estén juntas, de esta manera.

—¿Pero por qué?

—No sé, hay razones como si Dios hubiera querido que hubiera parejas del mismo sexo, no habría hecho posible procrear solo con un hombre y una mujer. La gente simplemente tiene miedo, creo, porque es diferente.

—Soy diferente.

—Sí, Diana, eres una Diosa.

—Eso es cierto, así que si la gente dice que no está bien porque Dios no quería parejas del mismo sexo, ¿no debería yo estar con una mujer demostrar que están equivocados?

—Bueno, creo que están hablando de un Dios diferente. —Se encoge de hombros y comienza a caminar. —Mira, Diana, sé que esto apesta. Realmente apesta, pero aún podemos estar juntas, pero no donde la gente pueda ver.

—No quiero esconderte. —Cruza la habitación y une nuestras manos.

—Lo siento, no sé qué decir.

—Supongo que, incluso si tenemos que escondernos, quiero estar contigo. —Levanta mi rostro para mirarme a los ojos.

—¿En realidad? —La miro con incredulidad. ¿Cómo quiere estar conmigo esta maravillosa y hermosa mujer, esta Diosa?

—Por supuesto, mi amor por ti es más fuerte que cualquier cosa, —dice como si fuera la declaración más casual que podría hacer.

—¿Me amas? —No habíamos usado esa palabra todavía, lo sentí, pero no era algo que pensé que alguna vez sería capaz de decirle.

—Sí, sí, te amo. Y el amor, nuestro amor, es más fuerte que todo mal.

Sonrío por la forma en que convierte este momento en un recordatorio de su búsqueda para vencer todo mal, —bueno, yo también te amo. —Me sonríe ampliamente antes de chocar sus labios con los míos. Hace un trabajo rápido con mi blusa antes de pasar a mi falda. Empiezo a desabotonar su blusa cuando me saludan oro metálico y rojo, y me echo a reír.

—Oh, Diana, ¿usas eso todo el tiempo? —Me recuesto, riendo y ella solo mira su armadura.

—Por supuesto, nunca sé cuándo puedo necesitar pelear, —me dice como si fuera lo más obvio.

—Vale, tienes razón. Pero ahora tienes que desvestirte porque no sé cómo funciona eso.















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Escritor(a): @/Ilovethings_somuch

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One Shots Wonder WomanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora