MATAR A UN RUISEÑOR

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        [   Solo un monstruo sería incapaz de sentir, para eso necesitarian un alma y ellos carecen por completo de una... ]

       [...pero ¿Qué decir de un ser humano sin humanidad? ¿Sería muy diferente de un monstruo?]


          A pesar de ser de noche, el agua distaba mucho de estar fría, el sol había calentado el manantial durante el día, por lo que ahora tenía una temperatura idónea. 

          Sakura tenía la parte inferior de su cuerpo dentro del agua, estaba completamente desnuda, su pelo era lo único que escondía sus senos ante los ojos de Sasuke cuando la joven se dio la vuelta para observarlo. 

-él agua está deliciosa, ¡Ven! entra conmigo. - le invitó ella, volviendo a mirar al frente adentrándose un poco más en lo profundo. 

            Sasuke una vez a su lado, se detuvo a contemplarla, le fascinaba lo preciosa que se veía a la luz de la luna y ahora tenía tiempo para deleitarse agusto, sin interrupciones ni prisas, sin ocultarse de miradas ajenas, la tenía solo para él.

             Pudo comprobar con sus propios ojos una pequeña e inocente sonrisa en su rostro, quizás la primera en mucho tiempo, desde que dejó de verla en sus visiones, no recordaba haberla visto sonreír y el que ahora lo hiciese le evocaba nostalgia. 

             Desearía verla así para siempre, regalándole todas y cada una de sus sonrisas, escapando de su rostro el miedo y el dolor para no dejarlo aparecer nunca más. 

-¿Estás bien?.- le preguntó la muchacha. 

-nunca habia estado mejor.- le respondió dándole un suave y cálido beso en la frente, Sakura alzó los brazos mojados sobre los hombros de Sasuke y él la abrazó sintiendo su cuerpo pegado al suyo.

              Sakura unió sus labios a los de él, probandose y saboreándose el uno al otro, desde que hicieron el amor por primera vez estando sobrios, parecian estar en una luna de miel continua, nunca se cansaban de la compañía ni del cuerpo del otro. 

              Después del baño nocturno, acabaron en el granero que tenían a medio pintar, eran como dos adolescentes traviesos con las hormonas a flor de piel, besos furtivos, manos inquietas liberando la piel oculta tras la tela, suspiros ahogados, caricias que ponían la piel de gallina. 

              A Sakura se le endurecían los pezones cuando se le erizaba la piel tras sentir las descargas con el tacto de las manos de Sasuke en su espalda. 

-¿Qué estás haciendo?.- le preguntó Sakura riéndose mientras veía a Sasuke abrir un bote de miel que habia guardado en una de las cajas en la estantería. 

-comerte entera- le respondió vertiendo la espesa miel sobre sus pezones y abdomen para acto seguido lamerlo como si fuese una piruleta. 

              Los dos acabaron saboreándose y pringandose con la miel hasta dejar el bote vacío mientras hacían el amor. 

               Sakura fue la primera en caer rendida, Sasuke a pesar de estar también cansado, aguantaba un poco más para verla dormir un rato, le encantaba contemplar su cuerpo desnudo, su rostro angelical soñando y respirando tranquilamente. 

               Momentos como ese hacían que se le pasasen infinidad de sueños y fantasías por la cabeza...cuando quiso darse cuenta, le había dibujado el símbolo Uchiha en la espalda, con los restos de pintura que quedaban en los botes que habían utilizado en su momento para pintar el granero.

PROMESAS (sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora