Omega Autista [MICHAENG]

Capítulo 3

Luego de subir a su auto y mandar un mensaje a la señora Youngsun para avisarle que todo estaba correcto con Chaeyoung, Mina siguió con su día sin poder sacar de su mente a la rubia omega que había llevado aquel día a su escuela "especial".

Además de todo, no podía dejar de preguntarse, ¿qué es lo que hacían en esa escuela? Es decir, la omega no era una bebé como para que la pusieran a jugar con crayones, pero tampoco sería una escuela como a la que ella asistia.. entendia que después de todo era una escuela para chicos y chicas "especiales".

Luego de vivir su habitual rutina, emprendió camino a su hogar.

Luego de darse ánimos mientras se duchaba, decidió que iría a visitar a la pequeña familia nueva en el vecindario para... preguntar sobre cómo le fue en la entrevista a la señora Youngsun.

¡Sí justo era para eso!

Eran las 6:30 p.m. y el cielo aún estaba claro. Ya bañada, utilizando un pans negro, una sudadera negra de su banda de rock favorita y unos sneakers, se dirigió a casa de la pequeña omega. Respiró hondo y tocó el timbre, a lo que la beta madre de la rubia omega abrió la puerta utilizando un delantal azul marino, y a la par que abrio salio un ligero olor a comida que llegó a sus fosas nasales deleitándose con el delicioso aroma.

-Mina querida, ¿cómo te va? - preguntó sonriéndole, claramente feliz de verla - quería agradecerte de nuevo el favor que me hiciste, de verdad que hizo toda la diferencia en mi ajetreado día -

-Todo va bien señora Youngsun, gracias por preguntar- respondió devolviendo la sonrisa - me alegro que todo haya ido bien para usted también.

-Ay, pero no te quedes aquí parada, entra - dijo la señora Youngsun dandole unas palmaditas en la espalda, dejándole pasar, a lo que Mina entró agradecienda.

Al entrar, discretamente sus ojos buscaban lo evidente. Sin tener que buscar mucho, logró divisar en la mesa de la sala una linda cabeza rubia aparentemente escribiendo algo.

- Chaeyougie amor, mira quién vino a visitarnos - dijo la madre hacia la menor, quien parecía no haberla escuchado.

Lo cierto es que la omega sí escuchaba, pero cuando estaba concentrada en alguna tarea, no era capaz de escuchar que alguien le hablaba. No fue sino hasta que su madre le acaricio la espalda y le repitió lo dicho, que esta volteó a ver a la alfa, a quien le dedicó una leve sonrisa.

-Hola Mina, buenas tardes, ¿cómo te encuentras? - dijo la pequeña rubia, de nuevo sus palabras parecían ensayadas, era obvio que su madre le había instruido sobre qué decir cuando se encontraba con alguien.