Capítulo 12

695 95 6
                                    


-Papá... - decía la joven alfa intentando con una fuerza interna descomunal no estallar en ira y desesperación - esa omega no era una niña que se metió a la casa... era mi novia Chaeyoung - dijo casi alzando la voz molesta, cosa que sorprendió al alfa mayor, pues su hija nunca le había hablado en ese tono.

-Oh... entiendo pero incluso si es el caso, ¿por qué no simplemente lo dijo? ¿Y qué necesidad tenía de burlarse de lo que le decía? - cuestionó un poco molestopor la situación.

- Chaeyoung jamás se burlaría de nada porque ella ni siquiera entiende lo que es una burla papá, ella es una chica autista - explicó acercándose rápido hacia él, casi arrebatándole la mochila de la menor que yacíatodavíaen sus manos, la cual era la primera vez que la tenía tan cerca, pudo ver cómo tenía escrito "S. Chaeyoung" con la infantil letra de la menor.

-Eso explica mucho... - respondió el mayor de ambos sintiéndose terrible por dentro - - ten... esto estaba adentro - dijo estirándole el peluche que la misma alfa le había regalado a la omega cuando le recogió de la escuela y se hicieron novias. La mayor sin decir más, tomó el peluche guardándolo y saliendo volado de su casa. Sentía que el corazón se le salía al no ver por ninguna parte a la omega. Corrió a casa de esta, la cual por suerte no había sido dejada con seguro cuando salieron, así que silenciosamente entró buscando a la pequeña omega por todos lados sin éxito. Casi queriendo arrancarse el cabello sabía que estaba en un problema serio, no solo la omega tendría un nuevo trauma por culpa de su padre, en el peor de los escenarios habría perdido a su novia... una casi cachorra... omega... autista... solo... Diablos, esto estaba mal.

Salió de la casa tratando de no hacer ruido, no quería que la madre de esta se enterase, no al menos hasta que estuviera segura que necesitaba informarle de algo serio. Caminó a prisa por el camino de vuelta a su casa, ya estaba creando miles de escenarios catastróficos en su mente cuando al pasar por fuera de su garaje, más específicamente cerca de su auto escuchó unas palabras que no se entendian, acompañadas de sollozos desesperados pero sin gritar, solo como susurros.

Caminó hasta donde provenían estos ruidos, encontrándose a la pequeña rubia sentada en el piso con las rodillas pegadas a su pecho y sus manos sosteniendo su cabeza, mientras intranquilamente decía cosas en medio de su llanto que la mayor no podía entender con claridad.

-Chaengie, mi angel... - dijo sintiendo cómo el alma le volvía al cuerpo al ver que estaba... bien... bueno, al ver que estaba a salvo, primera cosa importante.

La alfa se acercó a esta queriendo abrazarle, pero cuando esta sintió   el primer toque de la alfa comenzó a moverse erráticamente y comenzando a alzar un poco más la voz gritando cosas como "No" "No me toques" "Soy una omega mala" entre otras más, que claramente rompieron el corazón de la alfa, al notar que su princesa se encontraba así pensando que merecía lo que había pasado minutos atrás por culpa de aquella gran lista de malentendidos. Sería sin duda alguna un desafío hacerle entender que todo fue un error.

Ignorando el rechazo de su omega, la alfa dejó su mochila en el suelo y se sentó a su lado sosteniéndola con fuerza y pegando su cabeza a su cuerpo. Extrañamente, a diferencia de otros ataques que había tenido esta , este estaba durando más de la cuenta. En su agarre, pudo notar cómo la omega tenía sangre en sus antebrazos, producto de sus autolesiones típicas durante sus ataques de ira y ansiedad pero estos se veían mucho peores de lo usual. En parte entendía que este era mucho peor, normalmente le sucedía por ruidos fuertes, por no lograr entender algo, o como berrinche por no conseguir lo que quería. Esta vez era porque alguien directamente hizo todo lo que no se debe de hacer con el pequeño angel de Mina.

La alfa agradeció por casualidad haber tomado las llaves de su auto, quitó los seguros y rápido metió a la omega dentro al ver que esta no se calmaba. De prisa subió también volviendo a tomarla, no quería llamar la atención y que los vecinos pensaran que le estaba haciendo algo.

- Chaeyougie, tranquilízate ya bebé- dijo seria la alfa recostándola en el asiento trasero sujetando sus manos con fuerza, a lo que la omega continuaba sollozando y la alfa pudo ver sus heridas, esta se las solía hacer con sus propias uñas en los antebrazos, al observar la sangre que salía de estos horribles rasguños la alfa se acercó al rostro de la omega y comeno a besarle. Al inicio la omega se resistía, pero Mina luego comenzó a besar sus mejillas, y sorprendentemente esa que era su última estrategia en su arsenal sí funcionó. La omega poco a poco comenzó a calmarse hasta que finalmente se tranquilizó por completo.

-Mi amorcito... ¿por qué hiciste esto? - preguntó la alfa sentándola y mostrándole sus brazos, pregunta a la que la omega no respondió - ¿qué es lo que te sucede? Cuéntame ¿qué pasó?

-Soy una omega mala y mi mami me va a regañar por meterme a casas ajenas - dijo comenzando a hiperventilarse de nuevo.

-Hey no, escúchame... - dijo haciéndola verle al rostro - tú no hiciste nada malo mi princesa, todo fue un malentendido... esta es también tú casa y puedes estar aquí siempre que quieras... - le explicó la alfa señalando su casa - ese hombre era mi padre, él es un muy buen alfa, es como yo, de verdad... es solo que no te conocía mi amor... se preocupó al ver que alguien que no conocía estaba en su casa, pero no debes temerle, ya le expliqué quién eres y se siente muy mal por haberte tratado así, lo único que quiero que entiendas es que no hiciste nada mal y no eres una omega mala, eres la omega más buena de todo el mundo - concluyó acercándose a la rubia para bezar su cabeza y dejarla abrazada a su fuerte pecho.

La rubia no respondió, cosa natural. La alfa sabía que después de algo así, esperaban varias horas de un Chaeyoungie completamente callada, salvo las pequeñas y cortas frases que decía expresando lo que quería.

-Quiero ir a mi casa - dijo la omega tajante.

-Pero mi angel... íbamos a tener nuestro desayuno juntas, ¿ya no quieres que te haga tus waffles en forma de conejito preciosa? - preguntó triste la alfa al saber que potencialmente su día con la omega estaba arruinado por su padre.

-No,no quiero, quiero ir a mi casa - repitió sin expresióny con los ojos hinchados por el llanto anterior.

La alfa suspiró asintiendo, sabía que era lo mejor para su pequeño angelito estar unas horas sola en su habitación. Bajaron del auto de la mayor, luego esta tomó la mochila de conejito de la omega, entregándosela, acción a lo que la omega la observó por un momento y con una mirada de enojo la aventó hacia la calle, y siguiendo con la serie de coincidencias desafortunadas, aquella tranquila calle donde casi nunca transitaban autos, justamente hoy uno iba pasando en ese momento, arrollando la blanca y pequeña mochila de la omega.

- Chaeyoungie... - dijo suavemente la alfa controlando su estrés, le dolía la cabeza con todo lo sucedido hasta ahora.

-Es un conejo tonto, ya no lo quiero - dijo la omega molesta, comenzando a caminar a su casa.

La alfa recogió la mochila de la omega o lo que quedaba de ella, siguiéndola para llevarla a su casa. La rubia sin mirarle entró en su casa cerrando la puerta, dejando a una muy triste alfa en la puerta con una mochila rota en sus manos.

-Maldita sea... - dijo la alfa soltando un par de lágrimas furiosa volviendo a su casa.

Omega Autista                                                     [MICHAENG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora