Omega Autista [MICHAENG]

🔞 Capítulo 22 🔞

Transcurrieron algunos días desde aquel gran día en el parque de diversiones. Días en los que ahora no solo Mina pasaba mucho tiempo en casa de Chaeyoung, sino también su rubia amiga Momo, quien se estaba encariñando con la prima de la omega de cabello rubio.

Era un domingo tranquilo, en el cual Momo y Dahyun habían por primera vez salido a solas al cine a ver una película que la omega quería ver. Chaeyoung quería ir con su prima, y esta también quería que les acompañase, pero de alguna manera las alfa se las arreglaron para que estas dos pudieran ir a solas a su primera cita.

Mina y Chaeyoung se encontraban en la casa de la más joven, esta se encontraba dibujando y coloreando en la mesa de la sala, pues era parte de su terapia para controlar sus impulsos. Tenía a su lado sentada a la alfa pelinegra quien enamorada le veía y tomaba fotografías con su teléfono cada tanto. No fue sino hasta que se hicieron presentes la madre y tía de la omega en el lugar que la pelinegra cambió su atención hacia otro lado que no fuera la rubia, pero esta última no quitó su mirada ni su concentración de sus dibujitos.

-Minari querida, creímos que irían con Momo y Dahyunie al cine - dijo la suegra de la pelinegra al entrar en la habitación con su hermana.

-No, ellas... querían estar a solas - respondió sin saber cómo decirlo.

-Mira nada más, Dahsun - respondió con sorpresa la rubia beta - ya tienes nuera nueva.

-Momo se ve como una buena muchacha, y a Dahyun le gusta pasar tiempo con ella lo cual es raro porque por lo general no le gusta que los alfas se le acerquen a excepcion de su papá - explicó dahsun.

-Sí, chaengie es igual, los únicos alfas que deja acercarse son a Minari y a Jihyo su niñera - replicó la beta.

A la pelinegra aquello no le sorprendía, desde que había iniciado su relación con la omega había investigado mucho sobre el tema. Entre todo lo que sabía ahora, entendía que los omegas con autismo suelen ser muy temerosos de los alfas a veces, incluso si son su familia, la razón no la entendió muy bien pero con su dulce angel y su prima notaba que era cierto este dato.

-Bien, ¿y no saldrán hoy? - preguntó la madre de la rubia derepente.

-No lo había pensado - respondió la alfa - Chaengie, angel... - le llamó tocando su mejilla y agarrándole con suavidad la barbilla para hacerla verla a los ojos, había descubierto que era una buena forma de llamar su atención - ¿quieres hacer algo hoy? ¿Ir a algún lugar?

-Sí, quiero comer helado - respondió la rubia omega sonriéndole a la mayor, con esa sonrisa que le hacía imposible negarle nada.

-Entonces sí saldremos - respondió la alfa a su suegra.

-De acuerdo, nosotras iremos al supermercado, nos vemos luego - se despidieron las mujeres saliendo de la casa.

La pareja estuvo todavía un rato más en la mesa de la sala siendo que la omega debía terminar sus tareas. Cuando finalmente concluyó, subió a su habitación de la mano de su alfa, pues debía cambiarse todavía.

Luego de elegir qué ropa se pondría aquella tarde, por un momento de distracción la omega olvidó que la pelinegra estaba viéndole, por lo que procedió a quitar su blusita de pijama frente a la alfa, sorprendiéndola y casi al instante provocándole un problema en sus pantalones.

La alfa siempre había sido lo más respetuosa posible con aquella bella princesa, pero con aquella repentina acción algo se movió en su cabeza. Comenzó a sentir mucho calor y los latidos acelerados, así como su respiración, provocando que sacudiera varias veces su cabeza en negación. Su celo le estaba llegando.

-Minari... ¿estás bien? - preguntó la omega preocupada al ver a su alfa actuar diferente como si se sintiera mal.

-Ch..Chaengie..a..ngel... yo debo... ir a casa - dijo la mayor intentando mantener la poca cordura que le quedaba.