• Hablando sinceramente •

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Jungkook nunca fue una persona pasiva y el hecho de que se quedara allí encerrado le decía mucho de lo que Jimin había cambiado en el. Siempre fue una persona conflictiva, problemática e imprudente, ahora todo había cambiado y le gustaba eso. Le gustaba la forma en que su madre lo miraba desde que cambió, le gustaba que su hermano le recalcar todas las cosas que había dejado por el rubio y le encantaba que sus amigos lo apoyaran en todo esto.

Sabía muy bien que se estaba adelantando a muchas cosas pero el simple hecho de que el rubio lo tuviera allí y no lo hubiera hechado a patadas por invadir su espacio de esa forma le daba muchas esperanzas.

A Jungkook no le importaba las etiquetas, nunca fue muy apegado a las personas, solo se limitaba a tener encuentros casuales. Los sentimientos no era algo conocido para Jeon Jungkook. Fue así hasta que conoció al rubio, en casi un año que llevaban de conocerse cambió mucho solo para que el lo notará y ahora que tiene un poco de su atención, no se molestara pensando en etiquetas, solo quiere estar cerca de su rubio, sin importar si es su novio, su amante o su amigo.

A pesar de estar encerrado en ese estrecho lugar Jungkook se las arreglo muy bien para acomodarse y poder relajarse un poco, lo único que le importaba en ese momento era el poder hablar con el rubio y no importaba cuanto pasara allí.

Jungkook no era tonto el sabía lo que pasaba afuera y a pesar de no saber quien era exactamente el que estaba allá afuera con Jimin tenia una pequeña noción de saber de quien se trataba.

El castaño quería ser positivo y pensar en que el rubio había prometido en que hablarían de la situación. Anhelaba tener una respuesta positiva de parte de el, no o precionaria con tener algo serio si el no lo quería, el castaño solo quería su compañía y que le diera una oportunidad para estar con él, sin importar la manera que fuera. Pero no lo presionaria, estaba dispuesto a darle todo el tiempo que necesitara, el espacio que necesitara y sobre todo estaba dispuesto hacer lo que el rubio necesitara.

Trataba de tener su mente ocupada para que la curiosidad no lo invirtiera ya que queria saber con quien estaba Jimin y que estaban haciendo, pero no era eso lo que lo tenia con ese debate interno porqué aún que tratara de ser positivo Jungkook sabía que Jimin estaba comprometido y que probablemente justo en este momento podrían estar haciendo cosas de pareja con ese horrible ser. Pero lo que realmente lo tenía así, era la necesidad que comenzó a sentir por ver la fotos del rubio, se moría de ganas se husmear un poco en la galería.

Llevaba un tiempo peleando consigo mismo por no husmear en el teléfono del rubio pero sin tener tanta suerte luego de un tiempo la lucha interna de Jungkook terminó, al verse vencido por la curiosidad.

Mientras veía las fotos del rubio no podía evitar sonreír y es que el rubio era realmente hermoso, tenía una sonrisa bellísima, un cuerpo extraordinario y una carita angelical que lo obligaba a ceder a todo lo que el quisiera.

Había perdido la noción del tiempo, no sabía cuánto había pasado allí encerrado y su cuerpo comenzaba a doler por estar en un lugar tan estrecho, pero el cansancio que comenzaba a sentir era más fuerte que las molestias musculares y es que la falta de sueño que tuvo en días anteriores comenzaba a pasarle factura y sin notar poco a poco se fue quedando dormido.

Pequeñas caricias en su rosto hicieron que despertara encontrarse al rubio sentado frente a el, con una tímida sonrisa.

- Jun, siento mucho haberte hecho esto - se disculpo apenado - no debí dejarte aquí - bajo su cabeza triste al escuchar al castaño quejarse un poco

- no te preocupes - sonrió levemente - estoy bien, en la correccional era algo así

Jimin agacho su cabeza para comenzar a jugar con sus manos en un gesto nervioso.

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