Capítulo XIII: Confundido

1.4K 171 9
                                    

🐺



Ya cerca de las diez de la noche, volvió Gemini a su casa. No sabía muy bien como había llegado a la casa de Fourth, pero el estar con él le había hecho olvidar todo el caos que acaba de vivir con su hermano. Su lobo realmente sentía paz estando en presencia de él.

Recordó de repente, la reunión que tuvo con ambos prospectos, Naravit y Thanawin. Además de lo talentosos y profesionales que parecían, eran personas honestas y confiables, además de directas y eso era todo lo que buscaba en sus futuras manos derechas.

Mientras subía las escaleras a su habitación, las palabras que tuvo con Thanawin, Winny, como prefería que lo llamara, llegaron nuevamente a su mente:

—"Tampoco quiero ser alguien así, lamentable y patético, es en estas situaciones que me alegro de ser un Delta, si ya es difícil encontrar tu destinado siendo Alfa y omega, para mí lo es aún menos.

—También es improbable para mí, y creo que es lo mejor — ambos asintieron de acuerdo, no pensaron que ambos serían, de cierta manera, tan parecidos"

Pero ninguno de los dos puede luchar con poderes que escapan de sus manos, y así como la madre luna los había creado, así mismo decidía quien sería tu pareja para toda la vida, lo quisieran o no.

Apenas entró a su habitación, Gemini supo que alguien estaba en ella, el dulce aroma de las frambuesas invadió sus fosas nasales, más intenso que nunca, el omega debía estar muy emocionado. Suspiró con cansancio, volviendo a pasar sus manos por su cabello.

Se sentó en su escritorio, que estaba en un rincón, prendiendo su computador, ignorando al bulto sobre su cama, algo bastante difícil dada la personalidad de su mellizo.

—Gem... ¡Gem...! — llamó el menor — ¿Ya te agradecí? Creo que no lo suficiente — suspiró, acostado en la cama de su hermano, mientras sostenía una almohada contra su pecho y rodaba por ella.

—Mil veces en estos veinte minutos que llevas aquí, ¿no tienes sueño?, deberías irte a la cama, ya hasta tienes tu pijama — regañó, sin dejar de revisar unos papeles sobre la organización de la manada, acomodando sus redondos anteojos sobre su nariz.

—No, es que... cierro mis ojos y todo lo que veo es a él... ¿Cómo era su nombre? — dejo de rodar, quedando sobre su estómago, abrazando la almohada fuertemente y mirando al mayor por unos minutos

—¿Cómo puede ser posible que digas que no puedes vivir sin él, que lo amas y que es tu mundo... y ni siquiera recordar su nombre? — lo miró escéptico, levantando una ceja el Enigma

—Nunca me lo dijiste, y tampoco se lo pregunté, de hecho, creo que no escuche ni una sola palabra de lo que le dijo a papá... — rodó Phuwin quedando esta vez de espalda mirando el techo de la habitación, tratando con mucho esfuerzo recordar lo que había pasado unas horas atrás y dilucidar si había escuchado el nombre de su destinado o no

—Eso es lo que odio, por eso no reconoceré lo que mi lobo dice jamás — susurró molesto, quitándose los anteojos y dejándolos sobre su escritorio.

—¿Qué dijiste? — miró Phuwin a su mellizo

—...Naravit Lertratkosum — bufó, molesto, masajeando su cien

—Naravit, Na-ra-vit... Naravit... — repitió entre suspiros Phuwin — ¿Cómo puede un nombre ser tan hermoso y provocarme mariposas así? — volvió a sonreír de manera boba, rodando por la cama de Gemini, de un lado a otro.

Gemini solo puede rodar los ojos, se puso nuevamente sus anteojos volviendo su vista al computador, decidiendo ignorar por completo al omega, tomando los papeles en sus manos, revisando algunos negocios pendientes y facturas que cancelar, un nombre o más bien un apellido apareció en ellos... Jirochtikul.

La imagen del alfa apareció instantáneamente en su mente, haciendo que su sistema tuviera una pequeña reacción al recordar sus momentos juntos; aquella tarde en la playa y lo que casi pasa entre ellos. Los labios del más bajo, sus manos sobre su cuerpo, por más que luchaba en enterrarlas en lo profundo de su subconsciente, aquellas imágenes venían a su mente constantemente. Y ahora le sumaba lo que acababa de pasar hace menos de una hora atrás. Su aroma era cada vez más adictivo, y sus labios... Aquello hacía que comenzara a sentir una molestia, que crecía y crecía hasta convertirse en enojo, ¿Por qué no podía borrar aquellos recuerdos?, ¿Por qué sentía la urgencia de repetir aquello una y otra vez?, ahora que había olido aquella esencia directo del cuello del Alfa, de que había sentido su cuerpo bajo el, ¿Cómo eliminaba aquello? Una necesidad por tenerlo cerca estaba creciendo internamente, de manera silenciosa en su pecho. No, no podía permitir esto...

—¡DÉJAME EN PAZ! — gritó el Enigma, colapsado, sosteniéndose la cabeza con ambas manos apoyándo sus codos en su escritorio. Aquel grito hizo que Phuwin que aún seguía difariando y dando vueltas emocionado en la cama de su hermano se sobresaltara, sentándose en ella como un resorte, mirando al mayor con algo de susto, su cuerpo sintió un pequeño escalofrió dejándolo paralizado ante la voz de mando de su hermano, cuando vio que este levantó su rostro y estampo su palma en el escritorio de madera, haciendo un ruido sordo. Phuwin no espero nada más y con todas sus fuerzas corrió lejos de la habitación. Gemini volvió en si cuando sintió la puerta cerrarse, y su hermano ya no estaba.

Se volvió a quitar los anteojos, guardándolos en su caja, no podría seguir trabajando. ¿Qué había pasado?, él no era impulsivo nunca, todo lo contrario, era muy mesurado y tranquilo, su aura amenazante era más que suficiente, no necesitaba ni levantar la voz, pero, ¿Por qué ahora había gritado así?, cada vez su humor era mas inestable, desde... desde el día que olió por primera vez al alfa hace tres años atrás, pero sentía que estos días era aun peor. Excepto cuando estaba junto a Fourth.

Sabía que debía disculparse con su hermano, nunca le había gritado a nadie, y aunque no era para él aquella declaración, sintió alivio el verse solo.

Caminó a su baño, desabotonando su camisa en el proceso, necesitaba una ducha helada ahora mismo, para borrar las imágenes del Alfa y también bajar aquella erección que aparecía al mismo tiempo que las imágenes en su cabeza. Era demasiado frustrante.

*

*

*

*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



👓💙

Enigma (Gem4th)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora