Enigma (Gem4th)

Capítulo XXII: Playa

🐺

La carretera estaba increíblemente despejada, el camino esta vez pareció mucho más largo, pero el paisaje valían completamente la pena. Hacía aún mucho calor, a principios de septiembre, pero este día en especial, estaba agradable ideal para el lugar al que iban Gemini y Fourth

—¿Está bien el aire o lo quieres más frío? — preguntó por quinta vez el enigma

—Ya te dije que está bien, pareces nervioso — miró el alfa a Gemini. Su perfil era digno de admirar, sus brazos sujetando el volante distrajeron la mente del alfa, sacudiendo su cabeza, no podía creer que en realidad era la pareja de este extraño y casi mítico ser.

De cierta manera sabía que sería así en algún momento, su lobo se lo había dicho desde la primera vez, al igual que el lobo de Gemini. Y aunque el enigma trató de luchar contra él, era agotador. Ahora sentía que una tonelada de peso se había ido de sus hombros. Sonrió involuntariamente. —Solo estoy feliz

—¿Sí?... yo también — le confirmó Fourth.

En el horizonte se pudo vislumbrar el mar azul, conectado con el claro cielo. Un paisaje realmente paradisiaco, hermoso y casi irreal. O tal vez así lo veían ambos influenciados por sus emociones.

La anticipación se sintió en el estómago de ambos, cuando el Enigma estacionó su auto en la casa de la playa. Fourth salió del auto y  casi no alcanzó a cerrar la puerta, cuando tuvo a Gemini sobre él.

El enigma lo acorralo besando y presionandolo con su cuerpo, sobre el auto blanco. Fourth sintió su nerviosismo aumentar, junto al placer que los besos de Gemini le provocaba, que esta vez eran muy diferentes, no solo deseo había en ellos también adoración y necesidad. La lengua de Gemini no espero mucho para entrar en la boca del alfa, al tiempo que con su mano derecha lo tomaba por el cuello para profundizar el beso y con la izquierda tomaba su cintura.

Cuando lo soltó por un poco de aire, le dijo con voz grave —¿Deberíamos entrar?

Sin esperar respuesta, tomó de la mano al alfa y lo guío por la gran casa al interior. Esta vez directo a la habitación, donde alcanzó a cerrar la puerta y volvió a los labios de Fourth, comenzando a desabotonar su camisa rápidamente, sacándola por los hombros. Se separó de sus labios, para apreciar la hermosa vista de su torso desnudo, el hizo lo mismo con su propia camisa, luego suavemente empujo a Fourth en la cama.

—Será inolvidable —le dijo, con su voz cargada de deseo.

Y sí lo fue para ambos. Aquella tarde la recordarán por el resto de sus vidas. Ya que esta sería la consumación a su unión.

Gemini se deshizo de los pantalones de ambos y la ropa interior. La timidez no existía en ese momento, solo el querer mas y mas del otro. Fourth se estremeció cuando sintió la punta de la lengua de Gemini recorrer desde su cuello a su pecho. Tomando un pezón y succionando suavemente, alternando con su juguetona lengua, lo que provocaba una corriente recorrer hasta su parte baja, endureciendo su miembro de paso.

—Ah, Gem —gimió suavemente el alfa.

Gemini no se detuvo en su ataque al cuerpo bajo el. Siguió lamiendo y chupando, bajando por el estómago de Fourth hasta su pelvis. El alfa sentía que enloquecería, no era diferente para el Enigma, que sentía doler su erección sin atender.

—Ah, Gem, no creo... no —solo gemidos salían de la boca de Fourth cuando Gemini introdujo su miembro en su boca. Se movió de arriba abajo, no pasó mucho cuando el alfa se liberó.

Gemini se levantó, viendo el desastre que era Fourth, su piel enrojecida, sus labios entreabiertos, su pelo despeinado. El enigma no podía sentirse más orgulloso de ser él, quien lo había vuelto así. Subió hasta los labios del alfa para besarlo nuevamente. Fourth sintió el extraño sabor de su semen en la boca del enigma, aquello solo lo encendió de nuevo, pero esta vez quería más. Volteó a Gemini en la cama, quedando a horcajadas. Sintió la gran erección de Gemini en su trasero, sonrió involuntariamente, al pensar que el enigma estaba así, debido a él.