2. Apoyo.

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—Me enfermo una semana y cuando vuelvo, ¿con qué me encuentro? Oh sí, con que estás perdiendo popularidad, ¿y por qué razón? Porque aceptaste el apoyo de los de fútbol americano, el grupo más homofobico y misogino de la universidad —Frédéric no deja de dar vueltas por el salón en donde estamos reunidos.

—Ellos se ofrecieron a apoyarme y...

—Nadie te va a apoyar, ellos han dejado claro sus pensamientos estúpidos con su estúpidas acciones y el punto aquí es, que la comunidad lgbt de la escuela, no te va a apoyar, haz que los del equipo se alejen de ti, busca a los líderes de la comunidad lgbt. Esto no es una campaña presidencial donde debes tener un matrimonio hetero sexual feliz y perfecto, no esto es la representación de los de ingeniería, tienes que demostrar cuales son tus verdaderos ideales, qué es lo que realmente apoyas, ¿por qué no eres homofobica o sí?

—No.

—Ahí está, aleja al equipo y empieza a relacionarte con las personas que realmente nos interesan.

—Bien, hablaré con Liam, él es uno de los activistas de la comunidad y es parte de la facultad de ingeniería.

—Me parece bien.

•••

Mientras me dirigía a mi siguiente clase, me encontré con Liam en uno de los pasillos, así que decidí acercarme a él.

—Hola Liam —me ve con una ceja elevada.

—Julie —dice serio y cruzando sus brazos—, no creo que a tus amiguitos del equipo de fútbol les guste que estemos hablando.

—Precisamente era de eso de lo que quería hablar contigo, me encantaría contar con tu apoyo y...

—¿Perdón? —eleva ambas cejas y sonríe incrédulo—. Por supuesto que no, ¿tienes idea del infierno que me hicieron pasar esos imbéciles antes de que Megan hiciera algo para detener el acoso hacia nosotros?

—Lo sé, bueno, no, pero voy a rechazar su apoyo.

—Lo siento, pero no puedo creerte, si ellos decidieron apoyarte es porque van a recibir algo a cambio y no estoy dispuesto a apoyar absolutamente nada que les beneficie —se encoge de hombros—. Deberías buscar a alguien más, aunque dudo que alguien en su sano juicio te quiera apoyar.

—Liam, te estoy diciendo la verdad, ellos no tendrán nada que ver con esto, tengo grandes ideas que podemos implementar y...

—No querida, lo siento, pero no cuentes conmigo —da la vuelta y me quedo en medio pasillo como idiota porque no esperé eso.

—Hola guapa —Tyson el capitán del equipo de fútbol se me acerca—, ¿qué quieres que hagamos para comenzar a apoyar tu campaña? ¿Quieres que repartamos volantes? O mejor aún, ¿quieres que organicemos una fiesta para llamar la atención de todos? —ruedo los ojos y me aparto cuando acerca su mano a mi cara.

—No quiero que hagas nada, olvídalo, no necesito su ayuda, la acepté porque no sabía que eran unos imbéciles homofobicos —eleva ambas cejas.

—¿Qué? ¿Acaso eres parte de ellos que te importa tanto? ¿Esa es la razón por la que no me dejas tocarte? —frunce el ceño.

—Por supuesto qu no imbécil, simplemente es que tú eres un estúpido por eso jamás saldría contigo —me aparto de él y comienzo a caminar hacia mi salón.

—¡Vas a venir a pedir mi ayuda, porque la vas a necesitar! —lo ignoro y continuo con mi camino.

•••

—¿Ya hablaste con él? —asiento—. ¿Y qué te dijo? —pregunta Frédéric.

—Que no, él no quiere apoyarme por el equipo de fútbol —me recuesto en la mesa frente a mí—. Y ya le dije a Tyson que no quiero su apoyo, en serio es un cretino.

—Bien, eso todo el mundo lo sabe, ahora dime, ¿qué piensas hacer? —me encojo de hombros sin cambiar mi posición.

—No lo sé —hago un puchero y Frédéric rueda los ojos.

—¿Cómo que no? Habla con ella, dijiste que hace mucho tiempo fueron amigas, ¿no? Bueno, habla con ella, estoy seguro que sí se da cuenta de que tus intenciones son buenas, te ayudará.

—Hace mucho tiempo que no nos hablamos.

—Hazlo —pego mi frente a la mesa.

Esto no va a salir bien.

•••

—Am... ¿Puedo pasar? —se gira y me ve, frunce el ceño y asiente.

—Sí, pasa —deja sus gafas de protección y su cautin a un lado para ponerse de pie—. ¿Qué haces aquí?

—Am... yo... este... —me rasco detrás de la oreja e intento aclarar mi voz.

—¿Es sobre lo de la elección del representante de la facultad de ingeniería? —levanta ambas cejas.

—¿Liam te lo dijo? —asiente y hace un pequeño puchero en forma de burla—. Entonces supongo que tú tampoco me ayudarás —me giro dispuesta a irme antes de que diga algo más.

—¿Qué te hace pensar eso? ¿El que Liam me dijo que no? ¿O por cómo se acabó nuestra amistad? —me giro para verla cruzada de brazos.

—Supongo que en el fondo sabía que sería por eso último —frunce su nariz y sonríe un poco.

—¿Por qué? ¿Acaso crees que aún me afecta que hiciéramos el amor y luego te desaparecieras de mi vida? —siento que mis mejillas se calientan—. ¿En serio lo crees? Porque si es así, que bien me conoces —enrecierra los ojos y yo sólo quiero irme de aquí.

—Yo lamento lo que pasó... —bajo la mirada a mis pies, este tema me pone nerviosa.

—Sólo respóndeme algo con sinceridad —llevo mis manos detrás de mi espalda y comienzo a estrujarlas—. ¿Por qué?

—¿Por qué, qué? —no comprendo su pregunta.

—¿Por qué después de esa noche te alejaste de mí? Éramos amigas, te confesé que te amaba, tuvimos nuestra primera vez juntas y luego sólo dejaste de responder mis llamadas, mis mensajes e hiciste que tu familia te negara siempre que iba a buscarte a tu casa, sin contar que en la escuela me ignoraste y prácticamente te escondías de mí.

—Porque esa noche... —trago saliva nerviosa— sólo me dejé llevar, yo me conmoví mucho con tus palabras, con el hecho de que dijeras que me amabas y una cosa llevó a la otra, yo no supe cómo lidiar con eso y preferí hacer como si nunca hubiera pasado —digo con un nudo en la garganta y asiente cabizbaja.

—Mañana hablaré con todos, haré lo que esté en mis manos para apoyarte —se da la vuelta y regresa a sentarse a su lugar, se pone sus lentes de protección y toma su cautin.

—De verdad, lamento lo que pasó.

—Pudimos haber lidiado con todo juntas —siento los ojos llenos de lágrimas, pero no digo nada—. Cierra la puerta cuando salgas por favor.

Con eso doy por terminada la conversación, salgo del taller, cierro la puerta como dijo y limpio una lágrima que cae por mi mejilla.

Yo no quería que nada de eso pasara, yo jamás quise perder su amistad, pero tenía miedo de lo que pudiera pasar, siempre la amé... pero como amiga.

Descubriendo El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora