Julie Green
Jamás creí que tendría esta oportunidad, de ser una de las candidatas para representar a la facultad de ingeniería de la universidad, es una locura, si lo logro quedará hermoso en mi currículum. Estoy en tercer año de la carrera de ingeniería y hasta el momento no teníamos un representante, esto es algo nuevo que acaba de implementar la universidad y la razón por la que no creí lograrlo, es porque hay muchas personas en la facultad, sorprendentemente no muchos estuvieron interesados, solamente diez, pero de esos diez por una pequeña elección en la página que creó la universidad específicamente para eso, sólo quedamos cinco, dos mujeres y tres hombres, con el pasar de las semanas dejarán a los dos representantes con más votos de cada facultad, para escoger a uno.
Ahora sólo queda hacer campañas para conseguir votos, por mí parte tengo un excelente jefe de campaña, Frédéric, ambos estudiamos la misma carrera, ingeniería industrial, somos muy cercanos, como amigos, nada más. Él realmente se toma muy en serio lo de ser jefe de campaña, el único inconveniente que tenemos ahora, es que está enfermo y por más grandioso que sea, es hombre al final del día, un pequeño resfriado lo tiene tirado en la cama.
—Julie, café helado para ti —Anna pone un vaso frente a mí y ni siquiera me da tiempo de darle las gracias cuando gira y le da un café a Alfonso.
—¡Gracias Anna, eres la mejor! —dice Alfonso y estoy de acuerdo con ello.
—Bueno, ahora que Frédéric no está, ¿alguien tiene alguna idea de qué podemos hacer? —pregunto. Alfonso ve a Anna y niega—. Necesitamos apoyo y ni siquiera sé por dónde empezar —llevo la pajilla de mi café a la boca y sorbo un poco.
—Precisamente de eso quería hablarles —Anna se pone de pie—. Acabo de encontrarme con el capitán del equipo de fútbol, es el que está en ingeniería civil, dijo que cuentas con su apoyo y el del equipo completo.
—¿Qué ganarían ellos apoyándome? —pregunto con el ceño fruncido. Me sorprende que sin hacer nada quieran apoyarme.
—Bueno, seamos realistas, tener a la representante de la facultad de su lado es algo bueno para cualquiera, principalmente para ellos, necesitan apoyo con sus viajes, uniformes y esas cosas, aparte, creo que le gustas —Alfonso se encoge de hombros.
—Bueno, si es por lo primero supongo que podemos aceptar su ayuda, pero lo otro, no tiene oportunidad —rio y ellos también lo hacen.
Bueno, el equipo de fútbol es grande, si contamos con su apoyo, ya tenemos un gran grupo de nuestro lado, me encanta la idea. Hablamos sobre buscar a algún diseñador gráfico para algunas pancartas y otros temas importantes, hasta que la alarma en mi reloj suena, indicando que quedan diez minutos para la primera clase, por lo tanto doy la reunión por terminada y cada quien se dirige a su salón.
•••
—¿A quién apoyarás en las elecciones? —camino lento hacia mi mesa en el comedor para poder escuchar la platica.
—A nadie, realmente no tengo interés en ninguno de los candidatos, si en su lugar estuviera Megan creo que no sería la única en votar por ella con los ojos cerrados.
—Oye, tienes razón y no eres la única en pensarlo, muchos decidieron no postularse creyendo que ella lo haría y perderían incluso antes de comenzar.
Que tontería.
Acelero el paso y llego a mi mesa, todos mis amigos ya están ahí esperándome para seguir hablando de la campaña. No se cansan, se lo han estado tomando hasta más en serio que yo, bueno, al final en los currículum de todos estará esto.
—Voten, voten, voten ¡VOTEN POR MÍ! —un idiota con un megáfono entra al comedor, con sus súbditos detrás, haciendo el ridículo.
—Cringe —Lucy rueda los ojos—. Parece más un anuncio para un circo que para una campaña de elecciones —realmente se ven ridículos, su ropa colorida, fluorescente y la música rap y el escándalo.
No puedo con esto.
—¡Ya callense! ¡Ni quien los tope! —grita alguien y todos aplauden.
—¡Dejen comer en paz!
—¡Ya maduren!
—¡¿Cuánto por las entradas a su circo?! —todos ríen.
—Son unos imbéciles —el candidato y todos los demás se van indignados y ofendidos. Son bastante crueles cuando se lo proponen.
El ambiente cambia drasticamente cuando ellos se van y en su lugar entra Megan junto a algunos de sus amigos.
—¡Megan para candidata! —ella ve al que dijo eso, sonríe y luego niega.
—¡Te amo, Megan! —su sonrisa se amplía.
—Y yo a ti ciudadano promedio —niego y contengo una sonrisa al recordar esa frase de una película animada.
—¡Hazme un hijo Megan!
—Eso no es posible —se dirige a comprar su almuerzo cuando una de sus amigos se gira y dice.
—Ya, dejen a Megan en paz, controlen la hormona, ¡cochinos! —todos ríen.
En serio, ella y su grupo, son amados por casi todos en la universidad, no sé cómo lo hace, bueno, tal vez sí tengo una idea de cómo. A pesar de ser bastante introvertida, aunque no lo parezca, es muy amable, divertida y tiene una gran vibra, supongo que eso y el hecho de que está dispuesta a luchar por aquello que cree correcto, logrando grandes cosas en sus cuatro años estudiando acá, han hecho que la amen y apoyen en todo. Quisiera ser como ella.
—Megan, ¿otra vez leche de chocolate con galletas?
—También tengo una dona con glaseado.
—Diabetica en potencia, eso eres.
—Necesitamos eso —Anna señala hacia Megan.
—¿Leche con galletas? —Alfonso la ve confundido y Anna lo ve mal.
—Hablo de la popularidad.
—Ya tenemos al equipo de fútbol, con eso es suficiente y por favor, comamos sin hablar de nada más —digo. Todos se callan y sólo se concentran en comer.
Megan ha logrado popularidad con mucho trabajo y si ella pudo, tengo fe que yo también lo haré, trabajaré duro por ello.
•••
Luego de todo el estrés de la universidad, decidí volver a mi diminuto departamento y tomar un baño largo, hasta que todo mi momento fue interrumpido por el sonido de notificaciones de mi celular. Seguramente es el grupo de la campaña, Frédéric podrá estar enfermo, pero el celular no lo suelta, pero quizás sea algo personal e importante. Sin otro opción, me envuelvo en una toalla, al igual que mi cabello y salgo de la ducha a tomar mi celular sobre la cama.
—Ay, ¿qué pasó? ¿qué pasó? ¿Quién se está muriendo? —lo agarro y es el grupo de la campaña. Lo sabía.
Leo un mensaje y no entiendo nada.
»¡Estamos cayendo más rápido que avión descompuesto!
»Revisen las estadísticas de la página.
¿Qué?
»Todo gracias al maldito equipo de fútbol.
Al parecer la que se va a morir soy yo.
¡Maldición!
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Descubriendo El Amor
Dragoste¿El amor es complicado? ¿O los complicados somos nosotros? ¿Por qué amamos a quién no nos ama y rechazamos a quien sí lo hace? ¿Por qué el amor no siempre es correspondido? ¿Por qué... por qué lo complicamos tanto?